Un Amor Prohibido

22

—Esto no es normal—con esas estadísticas él debería estar muerto dije con un poco de miedo.

—Pon sus estadísticas de cuando vino a este planeta—dijo Clarke seriamente.

Yo le hice caso y prendí la otra máquina en la que se encontraba todavía puesto el ADN de Julio de cuando aterrizo aquí.

—Esto es aún peor de lo que pensé—dijo Clarke con un poco de miedo.

A quien no le daría miedo, después de todo las estadísticas de Julio al recién aterrizar en este planeta eran las normales de cualquier ser vivo, pero ahora han cambiado drásticamente.

En el gráfico de fuerza me dice que tiene 2500/1000 y me decía un sinfín de cosas más que son gráficos muy exorbitantes, pero lo que me dio miedo y lo que me puso los pelos de punta fue lo que vi en las gráficas interiores, en las que se puede observar todo lo que tiene en su interior. En estas se podía distinguir los glóbulos rojos viajando con un grupo de glóbulos aparentemente negros, en el cerebro se podía observar cómo unas cuerdas estaban conectadas con el mismo y en el corazón se podía distinguir que una parte era roja y que la otra parte era de color negro.

—Que serán todos esos elementos negros—dijo Clarke un poco preocupado.

—Hmmm… Seguro que nunca se ha visto esto en un ser humano—le pregunte a Clarke sonando serio.

—No lo sé, solo he visto esas graficas en un libro antiguo que trataba de la gran guerra de los modificados—dijo sonando un poco aterrado—pero no había mucho, la mayoría de las páginas estaban arrancadas y lo único que logre rescatar de ese texto es que experimentaban con niños para crear una nueva raza de mutantes, pero al final esos seres salían con varias habilidades extrañas, de hecho creo que de eso hablaba Katrine en la última reunión, tú sabes lo del tema de 003 y 004—dijo Clarke mientras se empezaba a pasear por la habitación.

Después de oír esto me centré otra vez en la gráfica y tan solo por un momento vi un ente negro que salía de la espalda de Julio; sin embargo, cuando intenté ver más de cerca la imagen se hizo borrosa y la máquina de repente se sobrecalentó.

— ¡ARGH estúpida máquina! —grite bastante enojado.

—Hey tranquilo—dijo Clarke con una voz bastante tranquilizadora e incluso me abrazo solo para que me relajara—todo estará bien, yo intentare arreglar la máquina, tu ve a dormir te mereces un descanso—

Yo me dejé abrazar, pero algo que se me hizo raro fue que al ver a la pared pude ver el dibujo de un adolescente distorsionado saludando o por lo menos fue así hasta que sin razón aparente desapareció sin dejar rastro.

Narra Susie.

—Dorgan ya te he dicho que no hagas el ridículo en la calle—dije bastante enojada con mi “amigo”.

—Ya te he dicho que no hago el ridículo—dijo sonando un poco frustrado—lo único que hago es demostrar mi amor y mis sentimientos hacia ti—dijo intentando sonar tierno, pero se le hizo muy difícil y en lo que a mí me concierne solo hizo el ridículo.

Y si yo ya sabía lo que Dorgan siente hacia mi desde que era pequeña ya que me ha repetido algunas veces que su único objetivo en la vida es hacerme fácil y eso me hace feliz, pero no me siento a gusto con eso y además debo arreglar mis pensamientos hacia Julio.

—Deja de decir esas cosas, inútil—dije dándole un golpe cariñoso en el hocico.

Mi mano por accidente se detuvo mucho tiempo en la cara de Dorgan y este lo único que hizo fue agarrar mi mano, acariciarla y bajarla, yo me sonroje por esta acción y él lo noto.

—Así que tú también lo sientes—me dijo sonando un poco coqueto.

—Eh, eh, eh… sentir… que—le dije bastante nerviosa.

Dorgan solo se empezó a reír levemente y se acercó a mí, yo me puse nerviosa, me estaba acercando a él y por un momento no sabía ni que hacía, pero de repente una chica se acercó rápidamente a nosotros.

“La chica era hermosa, tiene pelo rubio, un vestido completamente blanco y unos ojos cafés que irradiaban belleza”.

Dorgan se enojó mucho y se alejó de mí, la chica solo me dirigió la mirada y me empezó a hablar.

— ¿Creo que tú debes ser Susie verdad? —me pregunto la chica mientras empezaba a ladear la cabeza.

Yo le respondí con un frio, pero sincero—Sí, esa soy yo—la chica al escuchar esto se alegró y me empezó a hablar de otra cosa.

—Ok, te acuerdas que hace varios días alguien te ataco—me dijo sonando un poco arrepentida por lo que acaba de decir.

—Claro, cómo me olvidaría de la cara del estúpido expríncipe Leo—dije bastante enojada.

La chica suspiro y después dirigió otra vez su mirada hacia mí —Por favor podrías de dejar de tener ese concepto de mi primo, sé que a veces puede ser molesto y que muchas veces es extremista, pero en el fondo es un muy buen tipo—dijo la chica con un tono sereno.

 Yo me quede pensando por un momento para ver a que podía llegar, pero todas las soluciones que daba mi mente no eran para nada agradables, la chica al ver que no contestaba se frustro un poco y bajo la mirada.

—Mira si no quieres perdonarle pues está bien, de todas formas, hizo algo muy inaceptable y entiendo que no quieras volver a hablar del tema—dijo con la cabeza gacha—Creo que será mejor que me vaya para no causar problemas—dijo tranquilamente.

Vi como la chica se fue caminando y no pude evitar sentirme mal, la chica solo quiso arreglar todo y yo simplemente la aparte.

— ¡Oye! —grite y la chica al escucharme se volteo— ¡Dile a tu primo que para la próxima tenga más modales y si no está dispuesto a cumplir eso entonces que se prepare para sufrir! —termine de gritar, al terminar de hacer esto la chica se volvió a girar y se esfumo entre la multitud.

—Bueno, en donde estábamos—dijo Dorgan intentando que lo de hace unos minutos se repita.

—Dorgan, eso ya paso—le dije seriamente.




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