Un Amor Raramente Común

Amigos Idiotas

Capítulo Ocho

Tres meses después

Renata Ramírez

No podía creer como es que pase de estar odiando a Stéfano, Valeria y Liam desde hace dos años y ahora solo salgo con ellos.

...

Estaba loca, desquiciada tal vez.

Por alguna razón, ahora me sentía muy cómoda con este trío y no podia creer como es que nos volvimos de repente tan buenos amigos, como es que de repente ya no me parecian tan mimados, malcriados y egocéntricos como los solía ver.

Pero lo que más me sorprende es como es que termine siendo cercana con el imbécil mayor: Stéfano García.

Ya no lo miraba con desprecio, más bien con curiosidad. Me podia enseñar muchísimas cosas que yo ni en cuenta tenia y yo le mostraba cosas que él jamás habia visto o vivido. Comenzamos a tener una amistad bastante grande y como yo soy así: Me solté rápidamente.

Comenzé a hablarle de mi vida, como todo prosiguio y hasta mejoró después de la traición de mi ex-grupo, con lo que me complicaba hacer y todo en lo que era una maestra, le comente mis gustos y las cosas que detesto. Le conté básicamente mi vida.

Él también comenzó a abrirse aunque poco a poco, todo el mundo me lo había dicho ya: Stéfano no es alguien que se abrá con facilidad ante la gente, solo excepciones y yo comenzaba a ser una excepción. Me alegraba tanto tener un amigo hombre que no tenia una atracción hacia mi ni atracción mía hacia él.

Éramos amigos, casi mejores amigos.

Literalmente no había cosa que me pasará que no le contará, era como un Belén hombre, me gustaba la relación que teniamos e incluso podía llamarlo "Idiota", "Pendejo", "Imbécil" y cualquier otro insulto y no se enojaba, incluso me contestaba el insulto de vez en cuando y tampoco me molestaba.

Comenzar a ser parte de su grupo también me beneficiaba en algo: La gente ya no me miraba ni a mi ni a Valentina (También se junta con ellos ahora) con desprecio, ahora incluso lo hacen con asombro puesto a que no es muy normal que los populares se junten con los becados.

Pero las reglas se hicieron para romperse, algunas al menos.

Stéfano García

Si había algo que me agradaba de todo esto era que Renata ya no me miraba con odio, ya no era tan impaciente conmigo. Es más, es muy probable que me tome como su mejor amigo ya que todo me cuenta, absolutamente todo.

Claro que presto atención a lo que dice, ahora se casi todo sobre ella: Cumple el 5 de Junio, le fascina el rosa y el negro, tiene dos hermanas además de su gemela Valentina, es la última hija, le gusta el sabor de vainilla en su helado, ama con su vida el chocolate, tiene libros que podria leer una y otra vez sin cansarse nunca y así.

Mi plan estaba en marcha, Joel comenzaba a acercarse por su cuenta a Renata, claramente lo invite ya que sería parte crucial de mi plan. Puede que Renata no termine tan mal con Joel como lo hizo con Johann pero tengo un plan B que no fallará por nada del mundo.

Nadie sabia sobre mis sentimientos a excepción de Valeria y Liam, nadie sospechaba nada, nadie se podia imaginar el plan que tendría, nadie sabria nada.

Bueno, eso creí hasta esta mañana.

Estaba a punto de llegar a mi curso cuando una pelinegra de ojos alargados de tres distintas tonalidades de café aparecieron delante mío, solo tuve que ver el lunar del labio para saber de quién se trataba: Valentina.

- Hola Valentina ¿Qué pasá?- le saludé, me miró fría como siempre: Podriamos tener una competencia de miradas increible y seria la primera a la que no sabriá si ganaría.

- ¿Me crees idiota?

Eso no lo esperaba.

- Solo si eres como tu hermana Renata- le contesté, para suavizar el ambiente.

Y luego, ella lo soltó.

- No cabe duda de que te gusta mi hermana, no, es más: Te mueres por ella.

...

¿¡Q-QUÉ COSA!?

- ¿A qué te refieres? Renata y yo somos amigos- le dije, sin mostrar nerviosismo.

- No te pregunte ni te dije que eran: Dije tus sentimientos, por que es tan obvio Stéfano. Tú eres tan obvio: la miras de vez en cuando con dulzura, te conviertes en parte de su círculo cercano, te quedas escuchando como habla como parlanchina mil veces sobre el mismo puto tema: Mi hermana te gusta y a mi no me lo vas a ocultar.

- Holis, ¿qué hacen?- la voz de Renata llego y tomé a Valentina del brazo, me la lleve a un pasillo vació y la miré sin entender.

- ¿¡Cómo lo sabes!? ¡Explícate!- le dije y me viró los ojos.

- Acaso no escuchaste el tremendo discurso que te acabo de decir ¡Oh espera! ¿Solo escuchasté su saludo, verdad?- me dijo con una sonrisa pícara en su cara y me acerque a ella.

- No lo puede saber- le dije y me miro sin entender.

- ¿Por qué?- me preguntó.

- Aún no estoy listo para decirselo- le dije.

- Pero si no te apuras ese chico Joel va a conquistarla- me dijo y comenzé a caminar.

- Ese es el punto.

- ¿Cómo qué ese es el punto? ¡No soy paciente, habla!

- Te lo contaré todo si vienes conmigo después del colegio.

- ¡Pero...!

- Es eso o nada.

- ¡Ahg, bien, bien! Ya veré como me deshago de ella.

Entre al curso y Renata me fulminó con la mirada, Liam la abrazo y ella le viró los ojos.

- Creo que si que esta enojada- dijo Liam y asentí.

- Te lo explico luego Renata- fue lo único que dije antes de abrazar a Valeria en forma de saludo.

- Más te vale ¡Ni siquiera me has contestado el saludo!- me dijo y se cruzó de brazos.

- Es... Complicado- dije.

- Ta bien- me contestó y siguió hablando con Liam y Joel.

- ¿Qué ha pasado?- me preguntó en un susurro Valeria, le bese el cabello y le susurré.

- Valentina lo sabe: Sabe que me gusta Renata.

***




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