Un amor sorpresa

Capítulo 22: Lexy

—El hombre te demostró que le importas al presentarse a una cita médica que tenías. Si eso no es amor… Bueno, no es amor, pero sí interés real. No puedes hacerte la tonta. —me reclama Skyler.

—En esto estoy de acuerdo con la mala conductora. —dice Viper, aferrada al asiento.

—No soy mala conductora.

—Te acabas de pasar un alto y, hace un rato, casi chocas a una anciana.

—Bueno, casi… pero no la choqué, y fue porque estaba distraída con Lexy contando cómo lo arruinó con Fox.

—¿Y el alto?

—No lo vi.

—Por eso te pueden desaprobar. —resalta la abogada.

Viper niega con la cabeza y yo me coloco el cinturón.

Yo debería estar trabajando o llamando a Fox, no en un auto con mis dos mejores amigas, dándole apoyo moral a Skyler para que apruebe su examen de conducir y obtenga la licencia.

Antes lo obtuvo fácil porque salía con alguien que trabajaba ahí, pero ahora es diferente.

No es mala conductora, solo algo despistada.

Claro que yo soy la reina de las despistadas, porque estoy espantando a un hombre que muchas mujeres desearían. Todo por causa de mis miedos e inseguridades.

Aunque, tal vez, sea verdad que planeaba llevar el embarazo sola y me da incertidumbre compartir este momento con alguien más.

Estuve a punto de avisarle del cambio de la cita, pero no pensé que se interesaría, y mucho menos que iría después de que le pedí un tiempo.

¿Qué clase de mujer le pide un tiempo a un hombre con el que apenas está comenzando y no hay nada oficial? Yo, claro.

Si bien, al ojo público, estamos casi comprometidos y por convertirnos en padres…

—¿De verdad piensan que cometí un error?

—Sí. —responden las dos al unísono.

—Ya lo hablamos, Lex —exclama Viper—. En esta vida no hay garantías de nada. He tenido casos donde padres biológicos se han desentendido de sus hijos cuando estos ya eran grandes. Uno de los últimos fue de esos. El tipo se separó de la mujer y conoció a otra que no aceptaba al niño de siete años, así que él se quedó con la mujer y se olvidó del hijo, de los siete años que estuvo con él. La madre solicitó la custodia completa y él se la concedió sin problemas.

—Qué canallas. Tanto la mujer como el tipo… pero más él, por elegir una mujer por encima de su hijo. ¿Qué clase de mujer sale con un hombre que se desentiende de su propio hijo? —reflexiona Skyler.

—Uno que no vale la pena. —respondo.

—Fox parece ser de los que vale la pena —agrega Viper.

Sé que ambas tienen razón, y yo soy la tonta insegura buscando excusas para apartarlo. En eso él no se equivocó.

La verdad es que tengo sentimientos por él y realmente deseo intentarlo, arriesgarme.

Que haya ido a la consulta solo prueba que desea comprometerse en una relación conmigo y con el bebé que llevo en mi vientre.

¿Puedo dejar escapar a un hombre así? Sería muy tonto de mi parte y estoy segura de que, en un futuro, me arrepentiría. Y odio arrepentirme de algo.

Saco mi celular y llamo a Fox, mientras Skyler intenta enfocarse en conducir y Viper la regaña como a una niña pequeña.

Fox no me atiende. Probablemente está ocupado, porque dudo que no quiera responder.

Él no dio todo por terminado, solo dijo que pensara bien qué es lo que quería y tomara una decisión.

Finalizo la llamada sin dejar ningún mensaje y exhalo un suspiro, sintiéndome como una tonta con título de honor.

Si tan solo todo se hubiese mantenido entre nosotros, fuera del ojo público, no me habría entrado el pánico ni despertado el miedo.

Al menos nadie sabe mi nombre real. Mi pequeña empresa de diseño gráfico está registrada con un nombre artístico y, aunque algunas seguidoras ya me localizaron, han sido amables y mostrado interés en los diseños.

Supongo que tengo la ventaja de salir con un ex corredor de autos y no con un actor o cantante, porque ahí la cuestión sería diferente y no podría lidiar con ello.

—¿Por qué tienes cara de dolor de ovarios? ¿Tienes una crisis existencial? —pregunta Viper.

Skyler voltea hacía mí y Viper le toca el brazo.

—Estoy atenta.

—Mira hacia el frente, drama queen. Tengo una caso importante el lunes y necesito llegar.

—Solo quiero saber si Lexy se siente bien.

—Si vas a vomitar, dinos para detener el auto. —pide Viper.

—Sí. No quiero olor a vómito.

—No tienes que conducir como tu abuela, Sky o te multarán por lentitud. —añade Viper con sarcasmo.

Sky rueda los ojos.

—Así estoy bien. Lexy…

—Estoy bien. Solo analizo todo y me doy cuenta de que soy una tonta. Fox no me responde y yo me estoy saboteando sola.

—De seguro está ocupado. Parece maduro y no te aplicaría la ley del hielo. —resalta Viper.



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En el texto hay: comedia, drama, embarazo

Editado: 06.08.2025

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