Un amor sorpresa

Capítulo 23: Fox

—Disculpa, ahora regreso, Kate.

—Claro…

Salgo corriendo para intentar alcanzar a Lexy antes de que se forme ideas equivocadas.

Lo último que me falta es que, después de dejar de estar a la defensiva y venir a buscarme, crea que estoy con otra mujer.

—¡Lexy! —logro alcanzarla en la puerta y tiro de ella con suavidad.

—Te llamé… —hace una pausa—. No deberías dejar la puerta abierta…

—No sabía que estaba abierta y mi celular se está cargando—relamo mis labios y tomo su barbilla con suavidad—. Mírame.

Ella lo hace y suspira.

—No necesitas darme explicaciones.

Paso una mano por el cabello, miro hacia atrás y vuelvo a tirar de ella.

—Esta casa es genial. ¿Ya vamos a ver los autos?

Volteamos y encontramos a Raphael de pie, observándonos con una sonrisa incómoda.

—Disculpa. Ahora te llevaré a ver mis autos antes de ir a la pista. ¿Puedes ir con tu madre a la cocina? Solo un momento.

—Claro. Tómate tu tiempo con tu novia. Felicidades por el bebé —dice con una sonrisa—. Tendrá suerte de tener un papá como Fox.

El niño se dirige a la cocina y yo llevo a Lexy al cuarto de huéspedes que tengo en la planta baja.

—No entiendo nada. —declara ella, confundida.

—Kate no es nada mío. Es la madre del niño que acabas de conocer. Él ganó el sorteo para pasar un día conmigo y está aquí para ver mis autos.

Parpadea con exageración y cruza los brazos sobre el pecho.

—Para apenas conocer a la mujer, había confianza.

Niego con la cabeza.

—Le estaba mostrando algunas fotos mías de cuando tenía la edad de su hijo —enarco una ceja—. Y me moví para apartarme de ella cuando la noté muy cerca. Por eso logré verte. De lo contrario no te habría notado sin hacer ruido. Lexy, no me interesa ninguna mujer que no seas tú. Incluso me gustas con tus inseguridades y complicaciones.

Ella titubea y baja la mirada, avergonzada.

—Lo siento—me mira de nuevo—. Mis amigas me trajeron hasta aquí porque se cansaron de escucharme lamentar. En el fondo sé que no harías algo así… es decir, fuiste a la consulta médica de mi bebé —sonríe—. Supongo que solo buscaba una excusa para huir… otra vez.

Quisiera poder decirle que no voy a huir porque el bebé que espera es mío, pero no digo nada de eso.

Tomo sus manos.

—Espero que hayas venido para decirme que vas a permitirme estar presente. Cuando sientas miedo o desees huir, dímelo para que pueda convencerte de quedarte.

—Eres demasiado comprensivo.

—Entiendo que para ti no es fácil, porque seguramente pensaste mucho antes de dar el paso con la inseminación —asiente—, luego imaginaste pasar por todo el embarazo sola y armaste una vida sin incluir a un hombre —vuelve a asentir—. Y aparecí yo, tirando abajo ese plan. Encima tengo fans y reporteros detrás de mí. No es fácil de manejar.

—Al menos no eres cantante ni actor.

Río.

—Gracias a Dios. Canto horrible y para actuar soy pésimo. Como extra podría funcionar.

Ella ríe, y me acerco buscando sus labios. Ella me devuelve el beso y siento que todo vuelve a estar en calma.

Estoy seguro que habrá desacuerdos en el futuro, pero tengo confianza de que podremos enfrentarlos.

—Lo siento, Fox.

—También yo —suelto una de sus manos y mantengo firme la otra—. Ven, te voy a presentar a Kate. Si quieres, puedes acompañarnos en nuestro día.

—El adolescente dijo que soy tu novia y nos felicitó por el bebé.

Río.

—Es mi admirador y está pendiente de las noticias que hablan de mí. Al ojo público eres mi novia y estamos esperando un bebé juntos. Y si estás aquí, aceptándome, no puedes decir lo contrario.

—¿Significa que conoceré a tu madre?

No esperaba que quisiera conocer a mi madre oficialmente, aunque ella está ansiosa esperando el momento.

—No, no quiero eso de momento, al menos que tú sí. Podría…

—No, así estamos bien —se apresura a decir cuando salimos de la habitación—. Necesito dejar de querer huir de esto y acostumbrarme a la idea antes de conocer a tu familia.

Asiento, aliviado.

—Perfecto. Esperaremos.

Entramos en la cocina tomados de las manos. Kate nos brinda una sonrisa ladeada y se apresura a saludar a Lexy.

—Un gusto. Espero que no pensaras mal…

—No, solo que me olvidé por completo de que Fox tenía una cita con el ganador del sorteo. No quería molestar…

—No le dije que los había invitado a casa —agrega Fox—, y ella pensó que no estábamos.

La miro, esperando que siga el juego.

—De hecho, Fox y yo tuvimos una pelea —dejo de sonreír—. Me fui con mis amigas y ahora regresé para hablar. Bueno, no me sentó bien encontrarlo con una mujer desconocida en la cocina.



#4 en Otros
#3 en Humor
#22 en Novela romántica
#14 en Chick lit

En el texto hay: comedia, drama, embarazo

Editado: 04.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.