Era mi último año y nunca antes había tenido una relación porque mayormente los hombres solo quieren acostarse con una mujer y seguir con otra.
Siempre estuve enfocada en lo que quería y en ser una gran violinista y pianista, nunca pensé en tener una relación o en darle oportunidad al "amor".
Siempre estuve enfocada en lo que amo y en enseñar de mi pasión a los demás, nunca se me cruzo la idea de tener algo con alguien o en abrirme con esa persona.
Solo podía decir que quería trabajar duro para así lograr irme a ser conocida y apoyada. Quería convertirme en alguien a admirar y a seguir.
Todo iba bien conmigo misma hasta que me perdí en esos ojos que transmitían un profundo sentimiento y sin duda una inquietud enorme.
Un hombre de rasgos asiáticos, alto y con cabello oscuro. Tan atractivo que podría quedarme horas viendo aquel rostro.
El sería mi perdición quien fragmentaria a esta Hanna que tiene todo planeado.