Narra Darren Meller
termino de acomodar mi corbata y salgo de mi habitació, bajo las escaleras y cuando entro a la cocina me encuentro con mi madre y mi hermana sentadas desayunando.
— Buenos días—las salude a ambas dejando un beso en la frente de cada una.
—Oye Richalle sobre tu amiga— ella me miro— espero que haga su trabajo bien, por que sabes que no me gusta estar perdiendo mi tiempo en gente que no sabe lo que hace— ella me miro con enojo, y aquí vamos de nuevo.
—Y tu sabes que si ella no estaría preparada para el trabajo de sirvienta te a seguro que no te la hubiera presentado, ella necesita ese dinero más que tú, deja de juzgarla antes de ver su trabajo— dijo quitando su mirada de mi y consentrandoce en mi madre.
—hijo quita esa cara de amargo, sabes que ella tiene razón, dale una oportunidad a esa chica y verás que ara su trabajo bien—dijo sonriéndome.
—madre te quiera contar que voy a organizar con ella nuestra fiesta de cumpleaños, ya que cumplimos el mismo día, yo tenia pedir permiso para hacerlo aquí, que te parece— dijo cómo puedo ser que se haga amiga de una chica como ella, no está en nuestro nivel.
—Claro que si hija, me pare una Buena idea para conocerla—genial madre.
—Bien ya me tengo que ir a trabajar Adiós— las salude con un beso y salí de la casa.
cuando llegue a la empece entre y no salude a nadie simplemente subí al acensor y cuando llegue a mi piso me cruce con mi asistente.
—Buenos días señor Meller— dijo dándome un café bien valiente como a mi me gusta acompañado con dos donas.
—Buenos días a mi oficina— le dije y ella sin decir nada me siguio cerrando la puerta—siéntate— se sento sin decir nada.
—me va a despedir verdad—dijo con miedo a perder su trabajo que tanto le costó conseguir.
—Claro que no señorita Ana, solo le quería decir que hoy voy a estar hasta las 12:00 del mediodía, así que tú también te vas a esa hora y cánsele las reuniones de hoy y pásela para el lunes— le dije tomando mi café.
—bien señor, todo a notado, algo más— dijo
—Si, no deje entrar a nadie a mi oficina, a que sea mi mejor amigo, ya te puedes retirar—le dije y ella se levanto.
— con su permiso señor— dijo saliendo de mi oficina cerrando la puerta.
empece a firmar alguno papeles que tenía pendiente, suspire cuando termine de firmar todos los papeles, termine El café y me levante tomando mi saco, mire la hora y eras las 12:00 en punto, guarde todo en su lugar bajo condado y salí de mi oficina cerrando la puerta bajo llave.
—Nos vemos el lunes señorita, que tenga buena tarde—le deje sin dejar de camina.
—usted también señor, hasta el lunes—subí al acensor Y toque el botón de planta baja.
cuando llego a mi casa guarde el auto y entre a mi querido hogar, deje mis cosas en el sillón y voy a la cosa a tomar un poco de agua.
vivo solo, no tengo pareja ni hijos, y como ya vieron tampoco tengo guardaespaldas, para mi eso es una perdina de tiempo y dinero.
Subí a mi cuarto me di una ducha y me acosté a dormir, estoy demasiado cansado.
Me despierto sobre salto cuando escucho que están golpeando la puerta como que su vida dependiera de eso, me levanto, bajo las escaleras y abro la puerta con enojo y me encuentro con una niña de espalda, que mierda quiere, no que mas odio a parte de las mentiras es que me despierten.
—Oye niña que mierda quieres, espero que tengas una buena excusa como para despertarme de mi siesta—dije con enojo y ella se dio la vuelta, mierda me había olvidado que ella iba a venir.
—si tengo una buena excusa señor Meller y es que hoy es mi primer trabajando para usted—dijo con enojo entrando a la casa sin mi permiso— y hace media otra tendría que haber empezado y por culpa de usted no e empezado Así que digame que tengo que hacer por qué no pienso perder más tiempo— vaya la niña tiene caracter y eso me gusta.
—eh si sígueme—entre a la cocina y ella me seguía el paso—aquí tienes todo lo necesario para limpiar y sobre la vestimenta no es necesario que uses un uniforme con lo que vengas esta bien—le dije y ella asintio con la cabeza en todo lo que le decía.
—está bien y sobre lo de hace un rato, lo siento es que soy una persona con cero paciencia y esperar me hace enojar y me la agarre con usted, perdón por eso— dijo y pude ver que se había sonrojado, baje mi mira y me di cuanta que está sin remera, sonreí subiendo más mi ego.
—no se preocupe yo en su lugar hubiera echo lo mismo, en fin si necesita algo estoy en mi habitación, primera puerta a la derecha—no deje a que dijera algo y salí de la cocina subiendo las escaleras.
Esa chica tiene cara de niña como para que tenga 18 años, hay algo que no cuadra aquí, a demás ese cuerpo de niña que tiene no para de una chica de esa edad, no es que no tengo lo suyo por tiene lo suyo pero no sé algo no encaja, ya lo voy averiguar.
me termine de cambiar cuando golpeando mi puerta.