—Lo siento —tomo la mano de Jenny—. Tengo que hacer una tarea ahora.
Max, quien está a un lado de Jenny, niega. —No es cierto, tenemos suficiente tiempo para la tarea —afirma con una sonrisa, estoy comenzando a odiar sus sonrisas—. Lo que no está diciendo es que será con Jared, el chico que le gusta.
Podría golpearlo ahora mismo. —No es cierto —miro a mi amiga quien levanta una ceja.
No quiero que Jenny piense que la estoy excluyendo de nada, que no confío en ella sobre “Jared” y no quiero que Max siga hablando de esa forma. Casi parece que suelta esos comentarios solo para fastidiarme.
Por suerte Jenny ríe y no parece molesta conmigo. —Bueno, si es por eso, no importa que hoy no comas con nosotros —a nuestro lado pasan cuatro chicos riendo sobre algo, Jenny los mira de arriba hacia abajo—. Y al menos no te gusta alguien como ellos, ¿recuerdas que te dije que se drogan o algo?
Giro mi visto, solo veo su espalda. —Pero de todas formas no es porque me gusta.
Jenny me mira como si fuera una niña pequeña mintiendo. —Está bien que te guste alguien, Lily. Es lo más normal del mundo.
Max me señala. — ¡Claro! No hay nada de malo en sentir atracción por alguien —lame su labio inferior un poco—. Mucha atracción.
Ruedo los ojos. —Hablo en serio, no es por eso —digo fulminando con la mirada a Max—. Ese chico no es Jared, bueno, sí se llama así pero no es lo que piensan.
Jenny sonríe y se mueve más cerca de Max. —Tranquila Lily, sé que estás nerviosa porque es el primer chico que te gusta, no tienes que mentir.
Suspiro. El primer chico que me gustó es alguien quien ella jamás debe saber. —Yo…
Max toma del brazo a Jenny. —Vamos, dejemos que Lily vaya con su chico —entrecierra los ojos—. Una cita en la biblioteca, que divertido.
Jennny suelta una risita y ambos se van. Al menos mi amiga está feliz y Max ahora está cerca de ella y no de mí, eso es algo bueno.
Fue una horrible casualidad que el nombre del chico imaginario que supuestamente me gusta sea el mismo que mi compañero de la clase de literatura. Tengo que aclarar las cosas antes que Max haga algo, antes que Jenny se emocione y las cosas se salgan de control.
Recuerdo que el año pasado ella creía que me gustaba Matt, un chico del último año. No me gustaba pero ella no dejaba de hablarle sobre mí, incluso intentó llevarnos a una cita a ciegas pero él canceló unas horas antes y yo estaba agradecida que no sucediera.
Llego a la biblioteca, entro y no veo a muchas personas en las mesas del frente. Me muevo al fondo, justo ahí encuentro a Jared sentado con dos cuadernos abiertos y un libro sobre la mesa. Me acerco y no me nota hasta que muevo la silla.
—Ah, hola Lily —saluda y levanta su mano—. Estaba haciendo un borrador mientras venía.
Asiento. —Claro, ¿Qué llevas hasta ahora?
Jared me da un pequeño resumen de lo que ha escrito hasta el momento. Está quedando mejor de lo que pensé, me gusta el tono cómico que le estamos añadiendo a esta historia.
—Me gusta —le digo—. En esa parte del bosque podemos agregar que ellos se caen o que está lloviendo y comienzan a insultarse o algo así.
Jared sonríe. —Buena idea —lo apunta—. ¿Sabes? Si quieres en la tarde hago un borrador simple y puedes revisarlo, me dices qué cosas deberíamos cambiar o agregar.
—Claro —contesto.
Ambos seguimos escribiendo ideas juntos. No sé exactamente qué espera la profesora de literatura pero espero que le guste nuestra historia. No sé si todos obtendremos calificaciones o si hay ganadores, no soy fanática de las competencias pero creo que lo que hemos creado podría ser una de las favoritas.
Dejamos de escribir después de treinta minutos, ambos estamos un poco cansados y acordamos seguir mañana luego que Jared imprima la parte que llevamos. Solo nos falta la última parte, editar unas partes y la tendremos terminada.
Jared guarda sus cuadernos. —Entonces, ¿tienes hambre? Supongo que aún podemos comer algo, ¿no?
Niego. —Estoy bien, si tienes hambre deberías ir a buscar algo antes que se acabe el periodo.
Rasca por debajo de su ceja. —En realidad comí una barra de cereal de camino hacia aquí —me dice—. Lily, um, ¿Quién era ese chico que me habló en la clase? ¿Es tu novio?
Me cubro la boca para no reír. —No, no lo es —respondo haciendo una mueca—. Es solo… un amigo de mi papá, bueno, el hijo de un amigo de mi papá.
—El hijo de un amigo de tu padre —repite sonriendo—. Pero, es tu amigo, ¿no? Dijo que eras especial.
Ruedo los ojos. —No le hagas caso —lo señalo—. Por cierto, si algún día él llega a hacer un comentario raro, ignóralo.
Junta sus cejas. — ¿Comentario raro?
Exhalo. —Sí, mira… —No sé cómo explicar esta parte. Jared se queda esperando a que continúe—. Él puede llegar a decir que me gustas.
Jared abre sus ojos y se señala. — ¿Te gusto?
Sacudo las manos frente a mí. —No, ¡No! Bueno, no es que tengas algo malo, no eres tú —esto es un desastre—. Me refiero a que, ¿Cómo lo explico?
Jared sonríe y se acomoda su asiento. —Empieza por el principio.
Recuesto mi cabeza sobre la mesa. —Todo empezó cuando nací y comencé a tomar las decisiones incorrectas —afirmo cerrando los ojos.
Últimamente he sentido que todo lo que hago está mal, como si empezara uno de esos dibujos donde hay un laberinto por la salida y en lugar de llegar a la entrada, término en el centro, donde no hay escapatoria.
Escucho que Jared ríe, me reincorporo. —Eso suena a mi vida, ¿sabes? Yo siempre he tomado las decisiones incorrectas. Digo cosas cuando no debería y soy malo en todo.
Entorno mis ojos. —Dudo que puedas ganarme, estoy metida en un lío y no tengo idea como salir de él —peino mi cabello con los dedos—. Mira, son problemas de adolescentes.
Asiente enarcando las cejas. —Soy un adolescente.
—Lo eres —suspiro—. Es solo que, dije que me gustaba alguien y cuando me preguntó su nombre, usé el nombre de uno de mis personajes favoritos de un libro, ese nombre resulta ser el tuyo.