Prologo

Una vida se iba y otra llegaba con mucha fuerza, mientras un hombre en una sala de emergencias esperaba que uno de sus colegas saliera y le diera la noticia de que su esposa y su hijo estaban a salvo.

Camino de un lugar a otro sintiendo su alma desfallecer, era un reconocido doctor, pero en aquel momento aterrador solo fue un simple mortal, que olvidó por completo que hacer para mantener estable los signos vitales del amor de su vida.

Su alma se quebró y su corazón sangro al mismo tiempo que un llanto resonó en aquel quirófano y un pitido en la máquina que reflejaba los signos vitales se mezclaban con el sonido de una vida.

¿Qué haría ahora? ¿Cómo saldría adelante sin su amor, sin la mujer que era su fortaleza?.

Las lágrimas no tardaron en mojar sus mejillas y maldijo hasta los santos que no existían, se juro encontrar a los culpables y cuidar del tesoro que su gran amor le había dejado. Su hijo.