-Que deleite tiene mis ojos al ver a tan hermosa niña.
-Muy buenos días, que hace un lobo parlante caminando por aquí.
-Solo dando paseos sin fin ¿Y tú? Una niña tan pequeña caminando tan sola.
-Caminaba hacia un lugar en donde pueda comer algunos de mis panecillos.
-Mmmm que delicioso se ven, incluso podría comer unos cuantos.
-No creo que los panecillos estén incluidos en tu dieta.
-Oh pequeña ya eres demasiado dulce como para comerlos.
-Esta bien, toma unos cuantos.
Aquel lobo parlante no demoro nada y comenzó a comer cual glotón; no pasaron tantos minutos cunado su cuerpo comenzó a inflarse, primero sus patas, después su torso y comenzó a flotar cual globo solo para al final explotar y que de el llovieran miles de brillos color rosado. La pequeña que aun miraba contenta como aquel pobre lobo hacia explotado….
-Cariño, ya está la merienda.
Un padre camino hacia el cuarto de su hija solo para quedarse pasmado al ver que su dulce niña sostenía unos panecillos cubiertos de veneno para ratas y a los pies de ella su perro se encontraba muerto.