Amaia.
Me encontraba en compañía de Duncan en la orilla del lago, disfrutando de la suave brisa que acariciaba nuestra piel. Era uno de esos momentos mágicos en los que el tiempo parecía detenerse y solo existíamos nosotros dos.
Mire a Duncan a los ojos y maldije al notar que él también me estaba mirando.
-¿Te gusta lo que vez? -pregunto él mientras se acercaba a mi.
-No me gusta nada de lo que veo, playboy. Te crees mucho pero solo eres uno más del montón..
Él claramente se ofendió por mis palabras.
-Eso no te lo crees ni tú ranchera.
Enarque una ceja al escuchar esas palabras y sonreí levemente.
-Eres un maldito idiota playboy...
Nuestro momento de molestarnos mutuamente se vio interrumpido de repente por Aitana, la ladrona de esperma. Quien apareció de la nada y nos encontró en esa situación comprometedora.
¿Como la miraria a los ojos sin poder sonrojarme?
Sentí cómo la vergüenza se apoderaba de mí mientras Aitana nos observaba con sorpresa en sus ojos.
-Así te quería encontrar, pecadora -pronunció Aitana con un diversión en su tono de voz.
Rodé los ojos ante sus palabras, y me separé lo más que pude de Duncan.
Aitana se acercó a mí, con una expresión de diversión en su rostro.
-Mira que encontrar a los enemigos juntos y desnudos me hace dudar de su supuesta enemistad.. ¿sera que ya cogieron? -fulmine a Aitana y está se encogió de hombros.
-¿Coger? Ya se me olvidó lo que significa esa palabra Aitana, porque tu amiga aquí presente no me quiere dar lo que me toca. Me tiene acuartelado.
Aitana soltó una carcajada y yo fulminé al playboy.
Duncan salió del agua, mostrando su sonrisa radiante a Aitana. Y la loca de mi amiga abrió sus ojos como platos al playboy con solo unos boxes ajustados.
-¡Por Cristo bendito! Si que tienes un esposo escultural, Amaia Montero -dijo, admirando a Duncan con evidente asombro.
Rodé los ojos ante sus palabras, sintiendo cómo la frustración volvía a hacerse presente.
Duncan, por su parte, respondió a su comentario con una sonrisa amigable.
-Gracias, Aitana. Aprecio tus palabras -dijo con una ligera inclinación de cabeza. Y una gran sonrisa en sus labios. -Todavia existen personas que vean lo que es obvio, no como otras personas..
Volví a rodar los ojos cuando Duncan me miró fijamente.
-Ni que fueras la gran cosa.
El playboy gruñó y Aitana se encargó de soltar una gran carcajada.
-No te preocupes Duncan que si ella no quiere reconocer lo obvio, con gusto lo hago yo.. -fulmine a Aitana con los ojos.
¿Como se atrevía a decirle eso? ¿De qué lado estaba Aitana?
Abri mi boca para hablar pero Dustin Salvatierra me interrumpió.
-¿Qué crees que estás haciendo, Aitana? -tras escuchar estás palabras un segundo después, justo detrás de mí, apareció Dustin, quien miró despectivamente a Duncan.
Mi sorpresa se reflejó en mi rostro mientras observaba la interacción entre los dos. No esperaba que Dustin se involucrara en la conversación, y mucho menos de esa manera tan directa. Me pregunté qué había sucedido para que reaccionara así.
O quien lo había llevado a irrumpir.
Aitana, por su parte, se dio la vuelta rápidamente, con una mirada desafiante en sus ojos. No parecía intimidada por la presencia de Dustin. Respondió con voz cargada de sarcasmo.
-Estoy deleitando mis ojos viendo a un verdadero hombre.
La tensión en el aire era palpable. Observé a Dustin, buscando alguna señal de explicación en su expresión. Parecía molesto y ofendido por las palabras de Aitana.
Sin duda alguna la historia entre ellos estaba más que viva.
Por más que ella lo negara era así.
-¿El día que me robaste el esperma, si que te parecía un verdadero hombre verdad Aitana? -mi amiga lo fulminó con los ojos y se acercó a él.
-Si, pero ya perdiste todo el encantó. -dijo ella con una gran sonrisa en sus labios. -Ya te probé, te descarte.. y pués no era para tanto..
Luego de estas palabras el hermano del playboy bufó molesto y dio un paso hacía adelante quedando frente a frente de Aitana.
Los observe con una sonrisa en mis labios, porque se veía desde lejos que había mucho deseo reprimidos entre ellos.
Había mucho fuego entre ellos.
-Eres una inmadura Aitana -Dustin dijo estás palabras y mi amiga perdio todos los cabales.
-Y tú eres un idiota Dustin. ¡Un verdadero idiota!
Dustin cerro sus ojos por un momento y tras un segundo los abrió. Sin nadie verlo venir Dustin coloco sus brazos en al cintura de Aitana, la atrajo hacia él y sin perder tiempo estampó sus labios contra los de mi amiga, quien se quedó pasmada tras esta acción de Dustin.
Aitana había encontrado su talón de Aquiles. Y pués lastimosamente yo también..
Hice una mueca de asco al ver como mis dos amigos se transmitían la saliva. Giré mi cabeza hacia un lado y para mí mala suerte si con la cara del playboy.
-Si querés puedo besarte Amaia. -le mostré mi dedo corazón y él muy desgraciado sonrió mostrándome sus perfecto dientes blancos.
-¡Te voy a matar Dustin del demonio! -gire mi cabeza nuevamente hacia la pareja y abrí mis ojos como platos la ver cómo tras esas palabras Aitana le daba una fuerte cachetada a Dustin.
Mi amiga la ladrona de esperma miró con odió a Dustin, mientras esté la miraba fijamente.
Y segundo después mi vecino el vaquero volvió a atacar los labios de mi amiga. Y por más que Aitana trato de resistirse se rindió. Disfrutando del magnífico beso que le estaba dando Dustin Salvatierra.
-Por que tú y yo no podemos besarnos -gire mi cabeza hacia Duncan y lo fulminé con los ojos nuevamente.
-Si no quieres perder el pene, deja de decir babosadas playboy.
-Si me vuelves a besar te desaparezco Dustin Salvatierra, ¡lo juro! -Aitana salió de los brazos de Dustin bastante cabreada, mientras que el vaquero mantenía una gran sonrisa en sus labios.
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Editado: 20.06.2024