Greta le comento a Fred sobre el proyecto que tenía en mente desde hace algunos meses, un proyecto que en unos meses se haría realidad como lo había ya mencionado en la capacitación, así mismo le dijo que si él lo desea, podría ser parte de este proyecto pues en poco tiempo había demostrado mucha capacidad y ella sabía que podía confiar en su trabajo.
Fred se sintió halagado con las palabras de Greta y le dijo que cuente con él para el proyecto, además se ofreció a acompañarla a buscar los proveedores que necesitaba para su nuevo proyecto.
Greta, pensó la propuesta por algunos minutos, tras los cuales termino aceptando la misma, después de todo ella no conocía más que su pueblo, lo que ella no sabía es que Fred estaba prácticamente igual, el único pueblo que conocía a la perfección era el suyo, ya que el pueblo de ella a las justas estaba empezando a conocerlo, y los proveedores que él menciono, los conoció por los trabajos en los que estuvo, más nunca había ido a sus pueblos, pero ello era un detallito, ¿no?, después de todo que difícil puede ser ir a nuevos pueblos.
—¿Te irás de viaje con ella? — decía de manera picara Rayan, mientras cenaba con su amigo, en el comedor del lugar donde se estaban quedando.
—Sí, ella necesita buscar proveedores y yo pues le dije que conocía algunos, por ello nos iremos de viaje el fin de semana — contesto Fred, mientras llevaba una rebanada de pan a su boca.
—Pero que yo recuerde la única vez que has salido del pueblo, ha sido para la entrevista del trabajo en el que hoy estamos — respondió Rayan.
—Estas en lo correcto, pero no se lo vayas a comentar a nadie — dijo Fred, con una sonrisa tatuada en su rostro, mientras su amigo lo escuchaba sorprendido.
—Claro, ahora lo entiendo, eres un pillín — pronunció Rayan sonriendo.
—¿Qué? — contesto Fred.
—Es una gran oportunidad para conquistarla — dijo Rayan.
—Deja de decir tonterías — respondió Fred.
—Sabes que no son tonterías….
Pero Rayan no era el único que sentía emoción por el viaje de su amigo y su jefa, el sobrino de ella estaba tan emocionado como Rayan, pues este quería que su tía tenga ya novio y para él no existía mejor candidato para ello que Fred, quién le cayó bien desde el primer día que lo vio.
—Tía, deberías llevar también una cámara de video — decía Sami.
—Una cámara de video, ¿para qué?, no es un viaje de placer — contesto con calma Greta.
—Pero podría serlo, ¿no?, Fred parece ser una buena compañía — respondió Sami.
—Sami, deja de pensar cosas que no son, si él me acompaña es en calidad de empleado, no pienses otra cosa — dijo con seriedad Greta.
—Yo no pienso nada tía — pronunció Sami, haciendo una pausa para agregar — ¿Se irán en tu auto o haciendo uso de buses?
—En mi auto — contesto Greta.
Los días siguientes Greta y Fred tuvieron algunos cruces de palabras, pero todos solo por motivos labores, ya sea para planificar los lugares a donde irían o para costear los costos del viaje, hasta que el día llego.
Greta ese día dejo el uniforme del taller, para lucir un poco más femenina con el sacón sport que llevaba puesto sobre el conjunto también sport y zapatillas que había elegido para el viaje, además había decidido llevar su cabello suelto.
Fred por su parte también había optado por un traje informal, ya que era lo más apropiado para un viaje de muchas horas.
Tras mirarse mutuamente con disimulo por algunos segundos, ambos abordaron un auto, siendo Greta la que fue al volante, y Fred de copiloto.
—Hora de partir — dijo Greta, encendiendo su auto.
—Como el último destino será mi pueblo, me tome la libertad de pedirle a mi madre que le prepare una habitación — pronunció Fred.
—No debió hacer ello, no es correcto, yo debo quedarme en un hotel — contesto con seriedad Greta.
—Nadie tiene porque saber dónde se alojó — respondió Fred.
—Tal vez nadie llegue a saber ello, pero tú y yo lo sabremos y ello es motivo suficiente para no aceptar tu cortesía — dijo Greta con firmeza.
—Ya no estamos en el taller, no cree que es mejor dejarnos de formalismos — pronunció Fred con calma.
—Estamos en horas de trabajo — respondió Greta.
—¿Eso significa que en horas fuera de ellas, si puedo ser menos formal con usted? — agrego Fred sonriendo.
—Yo no he dicho ello — contesto Greta con seriedad.
—Pues yo creo que sí — dijo Fred sonriendo.
Greta prefirió no responderle nada, solo continúo manejando, tras una hora de viaje, llegaron a su primer destino, en donde Fred y Greta hablaron con quién a futuro se convertiría en su primer proveedor.
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Editado: 22.06.2023