Capítulo 5

Y allí estaba de nuevo.
Ante las puertas de aquel "castillo".

Vestía el uniforme del lugar: zapatos blancos, calcetas negras, falda de pliegues azul marina con el borde blanco, una camisa blanca con una corbata dorada y una chaqueta americana con detalles en dorado y el logo sobre el pecho derecho.

Cada vez aparecían más y más coches lujosos y, espera....¿¡eso era un carruaje!? A duras penas conseguí mantener mi boca cerrada para que no se me cayera la mandíbula. Sin querer mirar más, me hice hueco entre los estudiantes en busca de mi clase.

Según lo que me acababa de decir la conserje, muy amable por cierto, era la de 1°A, en el segundo pasillo, la cuarta puerta al final. En mi búsqueda de la clase, mi móvil empezó a vibrar dentro de mi bolsillo.

- Ahora no puedo. – respondí.

- ¿Dónde estás? ¡Me has abandonado! - dijo mi amiga Mery fingiendo que lloraba.

- ¿Luego soy yo la reina del drama no? Esta tarde te cuento, te quiero - mientras ella se quejaba, yo le mandaba muchos besos hasta que colgué.

Minutos después, llegué al salón... ¡es más grande que mi apartamento! Llena de pupitres, sillas, un pequeño "escenario" donde el profesor daba la clase, una gran pizarra digital.
La lampara era muy grande, aquello era como un palacio, ¿enserio era necesario todo esto?

Me senté en uno de los pupitres, en la segunda fila, el que pegaba al pasillo. Poco a poco empezaron a llegar los compañeros, quienes me miraban curiosos por saber quién era su nueva compañera y comentaban entre ellos.

- Tu, escoria. – escuché la voz de alguien.

¿Acaso dijo escoria?

- ¿Estas sorda? – repitió.

¿Qué pasa con esta persona?....Ay madre... ¿Acaso hice algo mal en mi vida anterior? ¿¡Por qué estaba delante de mí aquel chico malcriado de cabello rubio!?

- Esta loca....- le escuché susurrar en alto.

- Mira señor Zapajo – solté sin querer. A veces digo las palabras antes de procesarlas en mi cabeza. Si, me había trabado la lengua pero hice como si lo dijera intencionadamente.

- ¿Zapajo? – preguntó extrañado.

- Zapatos-rojos....quiero empezar con buen pie, supongo que este es tu asiento, ¿no? Pues yo me camb....

- No. – respondió tajante.

- ¿No? Entonces ¿¡qué quieres!?

- Ven.

Agarró mi muñeca y me llevó con él en contra de mi voluntad.

- ¿¡Que haces!? ¡Suéltame! - grité mientras intentaba soltarme.

- ¿¡Quieres parar!? – gritó él

- ¡Pues suéltame! – repliqué yo.

- ¡Necesito que vengas!

- ¡Pídemelo como las personas normales! – espeté.

- Mira – paró y se giró para mirarme. Se calló mientras acariciaba su frente con las yemas de sus dedos - necesito que me acompañes un momento.

- ¿A dónde? – pregunté.

- Solo ven.

- Pues suéltame.

Al fin, lo hizo. Menos mal porque ya iba a ver la furia real de Alina Vell.

Hasta aquí el capítulo de hoy ¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

¡Muchas gracias por todo el apoyo! ¡Nos vemos en otras historias!

AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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♡¡Hasta pronto!♡