Un Millón - Hyunjin - Stray Kids

Capítulo 9

No.

No puede ser.

Corriendo me acerqué hasta la bandera. Toda sucia y llena de sangre. Me iban a matar, seguro piensan que fui yo ya que la de allí arriba es mi chaqueta. Intenté sacar los restos de la bandera y limpiarla con las manos. Por suerte solo estaba rota en tres pedazos, por lo que era fácil volver a restaurarla y lavarla. El verdadero reto era la chaqueta.

Miré hacia arriba...allí se encontraba. Ondeando por la suave brisa. Solo un poquito más de viento y con suerte caería al suelo.

- Estúpido Hyunjin.... - susurré

- ¡Ve a por ella rata! – exclamó un estudiante.

- ¡Has roto la bandera! ¡Eres una deshonra! – gritó otra chica.

- ¡Pobre y sucia rata! – habló una tercera persona.

En cuanto vea a ese estúpido de Zapajo, le voy a dar de hostias que le va a faltar país para correr. Una no tiene cinturón negro en taekwondo por nada. Al fin le daré uso en la vida real.

Intenté escalar el poste, pero mis manos, manchadas por la sangre, se resbalaban una y otra vez haciéndome caer varias veces. Lo que más me estaba irritando es que la gente que me rodeaba no paraba de reírse. ¡Me estaban sacando de quicio!

Visualicé el lugar en busca de algo que pudiera llevarme más alto.

Un árbol. Perfecto. Este estaba justo al lado del poste, por lo que me levantaría un par más de metros. Solo necesitaba algo alargado para poder alcanzar el metro y medio restante.

¡La conserje! Rápidamente fui hasta ella.

- ¡Por favor, déjeme una de sus escobas! - dije apresuradamente.

Ella se asustó al verme con esas pintas....normal, manos y puños de la ropa con algo de sangre, toda despeinada y con restos de tierra de caer una y otra vez.

- ¿Qué sucede? - preguntó

- No hay tiempo, luego le explico.

Sin saber muy bien lo que ocurría, ella me dio su escoba.

- ¡Gracias!

Corriendo volví al lugar entre las estúpidas risas de los demás. Me subí al árbol escalándolo con dificultad ya que el uniforme me impedía moverme con libertad. Poco a poco me fui abriendo paso entre las ramas y las hojas. Pero un movimiento en falso hizo que resbalara y comenzara a caer.

Reaccioné rápidamente y me agarré a una de las ramas más grandes, aunque fue inevitable arañar mi antebrazo derecho.

-Ash.... - me quejé cuando pude agarrarme.

Me impulsé y volví a subir. La gente seguía haciendo escándalo, riendo y gritando, les lanzaba el cepillo desde aquí a ver si con suerte le daba a uno de ellos en el ojo.

Sin más espera, seguí avanzando hasta que por fin llegué a lo más alto posible. Desde ahí levanté la escoba haciéndola lo más larga posible y empecé a impulsarme dando pequeños saltitos.

El extremo de la escoba casi rozaba la chaqueta. Solo un poco más y ya será mía.

- Vamos.... - dije para mí misma.

Entonces, lo conseguí. Le di a la chaqueta y esta cayó.

- ¡Si! – exclamé.

Bajé lo más rápido que pude y cuando llegué al suelo, bendito suelo, vi que la chaqueta estaba sobre la cabeza de alguien.

- ¡Ja! ¡Canasta! - dije orgullosa - Que suerte haberle dado a uno de vosotros, ¿no os hacia tanta gracia? ¡Reiros aho....

Cuando yo levanté la chaqueta y vi la cara de esa persona, la volví a bajar colocándola sobre su cabeza. Poco a poco y con pequeños pasos intenté escapar.

- ¡A mi despacho! - gritó el director quitándose la prenda de la cabeza y señalándome con el dedo.

Sin nada más que poder hacer, retrocedí, y fui tras el con la cabeza agachada.

 


Hasta aquí el capítulo de hoy ¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

¡Muchas gracias por todo el apoyo! ¡Nos vemos en otras historias!

AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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♡¡Hasta pronto!♡

 




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