Capítulo 40

- ¿¡Yo!? - dijo este aludido - Yo no hice n....

Su vista se clavó en una de las fotos.

- ¡Já! - se mofó - tampoco es mi problema con quien te juntes. Luego de hacerlo conmigo ahora usas a mi amigo, ¿no?

Aunque intenté que no se notara, el dolor que me hicieron aquellas palabras fue bastante visible.

- Más te vale que tanto tu, como tus amigos os alejéis de mi - advertí señalándolo con el dedo.

- Tranquila, yo tampoco quiero estar cerca tuya. - soltó Hyunjin.

- ¡Perfecto! - grité antes de salir por la puerta.

Caminé rápido marcando cada paso que daba. Toda esta situación me estaba superando.

- Para un momento - escuché a alguien a mi lado, agarrándome del brazo - llevo un buen rato nombrándote pero no me has escuchado.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no escuché absolutamente nada.

- Qué quieres Minho, tengo que ir a la clase a soportar al resto de compañeros - dije con cara aburrida.

- No vayas - respondió rápidamente - quiero decir, los chicos pueden ser muy idiotas, pero te aseguro que Hyunjin no ha hecho eso.

- ¿Buscas hacerme otra broma? - dije sin confiar.

- Mira, Hyunjin te escuchó hablar con Sasha sobre lo que os pasó en el hospital, el estúpido de Jinnie lo malinterpretó todo y está molesto contigo.

- Claro - dije con ironía - y esa "molestia" conmigo hace que ninguno de vosotros me habléis y que las "bromas" vuelvan a mi, ¿no?

- Yo no estoy molesto contigo, ni Han, ni Felix, ni ninguno. Simplemente Hyunjin nos pidió que nos alejáramos de todo esto, que el quería encargarse. Pero, por el momento, quería hacerte sufrir con nuestro silencio. Esa es la única "broma" que te tenía planeada: No hablarte durante unos días. Después Hyunjin hablaría contigo para solucionar lo que pasó.

Habían cosas que no me cuadraban....¿entonces quién hizo la broma? ¿Por qué a vuelto mi exnovio? El no pudo ser ya que alguien hizo la foto desde la zona de los árboles la noche de Hyunjin y el otro en la gasolinera borrachos.

- Está bien - dije aflojando mi mano la cual intentaba liberarse de la de Minho - te creeré.

- Gracias - sonrió.

- ¿Y ese nuevo integrante de Stray Kids? - pregunté como si nada.

- ¿Carl? No es un nuevo integrante, ¡para nada! - rio - es un conocido de Hyunjin de hace varios años, bueno más bien es un conocido de los familiares de Hyinjin. Viven fuera del país y ahora, por temas de trabajo, se a reunido en la casa de los Hwang. Y pues a Hyunjin le ha tocado ser la "niñera".

- Oh, bueno.

- ¿Por qué? ¿Pasa algo? - preguntó extrañado. 

- N....No, nada - me apresuré a decir.

- ¿Te gusta?

- ¡No! - respondí cortante y seria, sin darme cuenta.

- Solo preguntaba por lo de la foto y tal..

- Tanto él como Hyunjin vinieron borrachos a la gasolinera en la que trabajo, el monst....digo Carl se bajó del coche y se lanzó a mis brazos. Después de forcejear, al final conseguí alejarlo de mi y que entrara del coche.

- Chicos - rio aliviado - a veces podemos llegar a ser muy estúpidos. Tenías que haberle dado una buena patada en los huevos.

- Pues si la verdad - reí - bueno, tengo que ir a por mis cosas.

- ¡Vale! ¡Te esperamos aquí!

- ¿Esperamos?

- ¡Claro! Alguno de los Stray vendrá seguro.

Yo sonreí y me fui.

Al llegar a la clase, ya había pasado la primera hora de esta, y entre los comentarios y susurros, cogí mi mochila y me fui de allí.

Estaba andando por un pasillo, llegando a la salida, camino de la guarida, cuando alguien chocó conmigo.

- Ni para mirar te sirven los ojos - dijo este.

- Que quieres - respondí lo más enfadada que pudo mi carácter.

- Nada pequeña, nada. Solo quería verte. - habló Carl.

- ¿Qué haces aquí? No eres alumno de esta universidad.

- Lo sé, pero tengo ciertos....privilegios - dijo con una sonrisa asquerosa.

Yo me giré para largarme, cuando este me cogió de la muñeca.

- ¡Ven! - me gritó para luego tirar de mi y encerrarme en un aula vacía y cerrar la puerta con pestillo.

- Déjame salir - dije seria.

- Escúchame.

- ¡No!

- Como no abras la puerta, voy a gritar - le intenté amenazar.

- Adelante, hazlo, pero a la que van a juzgar por estar en una habitación encerrada con el "nuevo Stray Kid" es a ti.

- ¿Qué es lo que quieres? - dije asqueada.

- ¿Yo? A ti. - escupió.

- Mira, todo aquello quedó en el pasado. Se acabó, olvídalo.

- ¿Es por que estás enamorada de otro? - dijo molesto.

Me quedé unos segundos callada, y luego, hablé.

- Eso no es asunto tuyo. - dije.

- Yo creo que si - se acercó a mi amenazante.

- ¡Aléjate! - le empujé.

- Si es de ese Hyunjin de quien estás tan enamorada, solo decirte que fue idea de él llamarme para volver contigo y quitarte de encima de él.

- ¡Eso es mentira! Minho me acaba de contar todo.

- Alina, vamos, son todos tipos alejados de tu estatus, harán lo que sea por tener una noche contigo y apuntarlo en su lista de records.

- Eso es muy tú, ¿no crees? - intenté atacarle.

- Bueno, pues si piensas que miento, míralo con tus propios ojos.

De su bolsillo sacó un teléfono móvil en el que me puso algunos vídeos. En ellos salían él con Hyunjin o él con los chicos de Stray Kids hablando.

Todos terminaban en la misma conclusión: Hundirme.

No sabía si derrumbarme, o si ir a por ellos....realmente no tenía ganas de ninguna de las dos opciones.

Fue el monstruo quien me ayudó a decidirlo.

- Es por esto que yo soy tu única opción.

- Tu nunca fuiste una opción. - solté.

- ¿A no? - dijo con su típica y odiosa sonrisa con la que conseguía todo lo que quería.

Pero antes de eso, en un rápido movimiento, le quité el móvil de la mano y le di una patada en sus partes íntimas. Una patada tan fuerte como mi pierna me lo permitió.