Prólogo
En el año 2050 nadie sabía lo que pasaba, todas las personas corrían asustadas de un lado a otro, frente a mis ojos vi morir a muchos de mis amigos, gente conocida, familia, todo esto por un famoso proyecto de las organizaciones secretas, de los ricos queriendo manipular el mundo a su antojo.
Muchos rumores se esparcieron sobre el mejoramiento de los humanos, personas que serían perfectas aparentemente, todo esto dentro del proyecto
“El humano definitivo”.
Nadie pensó que todos estos proyectos, y el jugar con la ciencia podría traer consecuencias catastróficas. Diseñaron un parásito que se introducía al cuerpo humano por cualquier orifico, medía 10 centímetros exactamente, con la forma de una lombriz, pero identificable por su color plata.
Si el parásito no encontraba a un organismo nuevo que infectar, el mismo evolucionaba creando nuevas especies de mutantes, de menor tamaño, pero letales.
La única alternativa eran las temperaturas bajo cero o extremadamente calurosas, debido a que el parásito no puede vivir sin un huésped en estas zonas, sin embargo sus infectados si, el parásito por si solo tenía debilidades, pero con un humano infectado era prácticamente imparable.
El paciente Cero, escapo de los laboratorios, en unas horas infecto media ciudad, bastaba algún arañazo o mordida, y en una semana medio mundo había sido infectado. El parásito por otro lado, para infectar a un huésped necesita llegar a su cerebro, esto le toma 72H aproximadamente, por lo cual aún después de entrar en el organismo aún es tratable, una vez que el organismo fue contaminado, lo único que queda es hacerlo mil pedazos y destruir el parásito o infectará a más personas, tantas como sea posible.