Mi nombre es Victoria y este es mi historia de cómo comenzó el apocalipsis de parásitos.
Antes de nada, tengo que aclarar que prácticamente toda mi familia murió, mi madre, mi padre, mi hermana solo mi hermano y yo sobrevivimos, todo esto paso cuando todo el desastre estaba iniciando, mi padre era un gran científico se llamaba José, un multimillonario lo contrato para un proyecto “El humano definitivo”, se supone que debía curar la enfermedad de su único hijo,
Al cual le quedaban 2 años de vida y se negaba a que su hijo muera, por ese motivo contrato a mí padre para que creara un microorganismo que sea capaz de regenerar los tejidos blandos dañados y así le salvase la vida.
A cambio de esta creación él, le ofreció una cantidad inmensa de dinero y así mi padre acepto crear el microorganismo para poder curar la enfermedad del muchacho, mi padre trabajo muchos meses en varios experimentos fallidos, hizo pruebas con muchos animales e incluso con varias especies de plantas, al final el único ser vivo que adopto todas las características necesarias regenerativas fue una lombriz de origen desconocido, antes de las modificaciones tenía células regenerativas, pero una vez que fue adoptada para entrar en el cuerpo humano esta fue cambiando de color a un color plateado.
La primera especie similar al ser humano en ser probada fue un mono, si el ser en si era débil este se encargaba de salir del cuerpo y buscar un nuevo huésped, en el primer intento se utilizó un mono como prueba, el parásito lo rechazo de inmediato saliendo de su cuerpo, sin embargo este espécimen quiso atravesar el guante que cubría la mano de mi padre, quería entrar en su cuerpo, no importaba el cómo, trato de ingresar de varias maneras hasta que lo logramos contener en una cápsula de vidrio, este parecía ser una especie de simbionte, necesitaba de un huésped apto para vivir.
En ese momento, descubrimos que ese experimento no debía existir y tratamos de destruirlo, todo fue en vano, el fuego no le podía hacer daño, al contrario…
Parecía un estimulante para que se duplicase…
Fuimos los responsables de crear una abominación, tratamos de destruirlo por todos los medios, pero al final, tuvimos que entregar a los especímenes a quién los había encargado.
Sin escuchar nada de nuestras advertencias, el parásito fue introducido en el cuerpo del joven y los nuevos parásitos que se multiplicaron fueron puestos a congelar.
Durante el proceso de admisión del parásito en el cuerpo del muchacho, estuvimos observándolo sin descanso durante 72h, aparentemente había sido un éxito, el sujeto mostraba mejoras en su movilidad motriz, parecía haberse recuperado de todos los males que lo atacaban.
Pasado las 86h, el sujeto empezó a entrar en un estado agresivo.
Logró romper la cabina de contención atacando a mi padre y matándolo en segundos, trate de activar el código de autodestrucción pero fue en vano, aniquilo demasiado rápido al equipo que nos vigilaba, mi hermano y yo logramos escapar escondiéndonos en el cuarto de enfriamiento cuando todo se descontrolo.
Horas más tarde la ciudad fue infectándose, unos con otros, hasta quedar reducida a calles solitarias con miles de muertos vivientes caminando sin rumbo.
Cuando finalmente salimos del cuarto de enfriamiento, fui a buscar los especímenes congelados, descubriendo que el frio era capaz de matarlos.
Un infectado logro entrar a nuestro laboratorio atacándonos a mi hermano y a mí, cuando logramos derribarlo y matarlo, descubrimos que de su cuerpo salió otro parásito, entendiendo que este tiene la capacidad de duplicarse a voluntad propia, cada infectado que había, era posiblemente portador de la nueva plaga…
El inicio del apocalipsis empezó y en medio del viaje conocí a otros chicos,
Oscar y Marco , si bien ellos no saben que somos los principales responsables del desastre causado, Todos tenemos claro que debemos tratar de encontrar la solución.