MIRIAM
Otro día más de clases y yo regrese a mi casa.
Encontre a mis padres en la sala viendo televison.
—Hola papás. Ya llegué.
—Que bueno hija, como te fue en las clases —Me pregunto mi madre.
—Todo bien, aunque no sé si ya escucharon lo que le pasó a los chicos? Que están desaparecidos.
—Si, lo oí hoy en el trabajo —Me dijo mi padre.
Tanto el como mi madre trabajan como administradores de empresas. Por lo tanto tienen que viajar muy seguido.
—Si, también me comentaron lo que paso —Comentó mi madre —También quería decirte que nada de salir hasta que se resuelva lo de esos chicos.
— Eso ya lo sé.
Me despedí de ellos y me fui a mi cuarto a hacer mis tareas.
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Al día siguiente mientras estábamos en matemáticas, entro la directora a dar una información.
— Chicos, como ya saben hace poco ocurrió la desaparición de tres alumnos de esta institución y por ende, tanto los profesores como mi persona, decimos dejar las clases de manera virtual y evitar otro suceso como el anterior, ya que muchos padres han pasado a presentar su preocupación, sin más que decir me retiro. Que pasen buenas tardes.
—Ay no —Se quejó Susan a mi lado —Ya no te voy a poder ver, no me gusta eso.
— No exageres tampoco es como si fuera para siempre o no te pudiera visitar.
Susan aveces exageraba las cosas pero aún así, la quería.
—Bueno en eso tienes razón.
Volteo las ojos de manera amistosa.
—Eso ya lo sabía.
Transcurrio el día con normalidad, terminaron las clases y me fui para mi casa. Mi madre me dijo que papá se había ido unos días de viaje.
Hicimos la cena juntas y luego me fui a hacer mis tareas. Mi vida no era para nada emocionante o siquiera entretenida solo era una adolescente tratando de vivir una vida normal... O bueno eso creía yo.