Un Nuevo Comienzo

CAPITULO XIX

RAFAEL

Vamos corriendo por la base, no se exactamente dónde estoy ni donde está la salida pero tenemos que movernos rápido antes de que nos capturen de nuevo.

Miro a los lados, confundido, no sé que camino tomar, cuando Miriam se adelanta y toma camino a la derecha, no duda solo corre mientras toma a Alejandro de la mano.

—¿Sabes el camino hacia la salida?

Ella me mira con confusión como si se hubiera olvidada que estaba con ellos.

—Mmmm, recuerdo el día que llegué, ví muchas puertas marcadas.

—Espera, ¿Estás siendo el camino por unas puertas?

—Ahh, ¿Si? Sino tienes otro plan creo que es lo mejor.

Ok, no sabía a dónde nos dirigíamos, solo esperaba que fuera la salida o un lugar muy lejos de esta gente. El camino que tomamos estaba solitario no nos habíamos encontrado a nadie, lo cual era desconcertante, para este punto ya nos deberían estar buscando.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero las puertas parecían ser las mismas.

—Espera un momento —Tomé a Miriam del antebrazo — ¿No te das cuenta? Estamos haciendo el mismo camino.

—Claro que no, vamos avanzando.

Señale una puerta la cual decía "Mötesrum"

—Esa puerta ya la he visto dos veces y es la misma, no sabemos el camino.

—¿Que sugieres entonces que nos quedemos aquí a qué nos encuentren?

Miro a mi alrededor, por alguna parte tiene que haber un mapa o alguna señales. Escuchamos pasos, rápidamente los pongo detras de mi apunto con el arma en dirección a los pasos.

Se asoma un soldado, levanta las manos, miro su placa, parece un simple soldado.

—¿Vem är du? ¿Quien eres?

—Jag är bara en soldat. Solo soy un soldado.

—Lyssna, vad vi ska göra, du tar oss till utgången om du inte vill just nu, förstår du? Escucha nos vas a llevar a la salida sino te quieres morir en este momento ¿Entendido?

El solo asiente.

—Gå, var försiktig med vad du gör. Camina, cuidado con lo que haces.

Pasa por delante de nosotros pero no lo quito la mirada de encima, mientras lo apunto con una mano con la otra tomo a Miriam de la mano quien a su vez tiene a el niño.

Después de unos quince minutos comienzo a ver la luz del día, eso es algo positivo. Llegamos afuera y no vemos a nadie alrededor, solo unos todoterrenos.

Caminamos a un costado de la base, miro a Miriam.

—Quedate aquí un momento, si ves a alguien corre.

—¿Pero a donde vas? ¿Nos vas a dejar?

—No, solo voy a... —Miro al niño— Hablar con el. Quédate tranquila.

—Fortsätt så.

Camino con el sujeto unos metros, lejos de la vista de ellos.

—Håll dig stilla.

Lo reviso y consigo un teléfono y unas llaves. Sin más le disparo y voy de regreso a dónde están los chicos.

—Listo, vámonos.



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En el texto hay: apocalipcis, amorjuevnil, enemytolover

Editado: 26.10.2024

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