Capitulo 4

— Entonces tengo 3 hermanos dices. Dos hembras y un varón que es el que estuvo con nosotros anoche.—Dijo pateando una pequeña rama frente a ella, en estos momentos estaba caminando por los bosques donde por primera vez sus poderes hicieron presencia.

— Así es.— Afirmó Blake quién estaba caminando junto a ella.

—Supongo que debo tener padres ¿no? ¿Ellos dónde están?

—Aquí es donde entra lo difícil. Tu padre... Murió hace un año y varios meses.

— Vaya, parece triste.—dice esta y Blake le da una mirada de pocos amigos.

—Nunca, pensé que tomaras la muerte de tu padre tan bien.

Esta río un poco.

—No recuerdo absolutamente nada de lo que pasó, así que no siento dolor alguno, pero me parece interesante... Cuéntame; ¿Cómo fue?

—Esto será más incómodo de lo que pensé... Murió en la Guerra que tuvo los estados unidos contra el continente europeo, él era parte del ejército americano.

—Vaya, ¿y mi madre?

Blake se rascó la nuca algo incómodo, para luego hablarle diciendo:

—Les abandonó hace unos meses, aún no saben el porqué. De hecho por eso vinieron a vivir a Tracey James.

—Asombroso.— dijo con más sarcasmo del que alguien podía soportar.—Mi vida era bastante miserable.

—No lo creo.— trató de defenderla de sí misma.—Antes de que tu padre muriera, todo marchaba bastante bien, eran una familia bastante unida. Todo empeoró cuando él murió.

—Entiendo... ¿Y qué hay de Lucas? ¿Así se llama no?

— Sí. Él te quiere mucho y como no, es tu hermano. Son bastante unidos y es el mayor.

— Creo que con lo que me has contado es suficiente para vivir sin que se den cuenta que por alguna extraña razón morí y resucite siendo mitad Nosferatu y mitad bruja.— río cínica mientras daba vuelta con el plan de volver a casa.

Caminaban sin decir nada y Adele aún se interesaba por saber cómo conoció a Blake, pues este parecía saber absolutamente todo de ella.

— ¿Cómo nos conocimos?—Pregunta esta algo despreocupada mientras que unas personas que pasaban la miraban extrañada y con paso decidido a acercarse a ellos.

— Disculpa... ¿Eres Adele Miller?

— Sí.— respondió despreocupada

— Juraría haber sido participe de tu sepultura hace una semana.

Tanto Blake cómo Adele habían olvidado el detalle de que medio pueblo había presenciado su muerte por lo tanto no habían inventado una excusa aún.

— Catalepsia.— Soltó Blake sin siquiera pensarlo.— Lamentamos no haberles informado, pero es que tampoco hemos tenido tiempo de asimilar lo que ha pasado; solo sufrió un ataque. Nunca estuvo muerta.

— Vaya, es un alivio entonces. Cuídate mucho nena.

Dicho esto se fueron de allí dejándolos atónitos y algo risueños por aquella improvisación.

—Es lo que diremos de ahora en adelante.

—Vale, ¿Los conozco?— Preguntó refiriéndose a las dos personas que ahora caminaban en dirección contraria a ellos.

—No creo.

Siguieron caminando en silencio hasta llegar a la casa de Adele. Se pararon en la puerta y está aún estaba dudosa sobre si entrar o no. Sabía que todo sería diferente.

—Aun no respondes mi pregunta.—dijo está dándose vuelta a Blake antes de entrar a casa. Este la miró algo confundida y ella volvió a hacer la pregunta.—¿Cómo nos conocimos?

—Oh, eso. Bueno... Digamos que no fue de una forma muy normal, mi hermano pretendía matarte; ese día te diste cuenta de que es un Nosferatu, y pues se podría decir que llegué a tu rescate, luego de eso nos hicimos buenos amigos.

—Entiendo. ¿Tu hermano?
—Sí, Matthew.
—No entiendo... Quiso matarme y es a la única persona que recuerdo y ansío ver.— Quedó pensativa por unos minutos bajo la atenta mirada de Blake que no planeaba decirle la verdad sobre lo que creía él ella sentía o siente por Matthew, prefería ahorrárselo y dejar que lo descubriera por sí misma si es que recuperaba la memoria.

—Cosas de la vida.—dijo este despreocupado.—te dejo para que hables con tus hermanos. Cualquier cosa sabes dónde encontrarme.

Se dio vuelta para dirigirse a su casa y volteo para decirle:

—Procura no matar a tu familia mientras duermen.

Le guiñó un ojo robándole una gran carcajada, para esta luego entrar a casa mirando todo extrañada.

Empezó a caminar por la sala de estar; estaba bastante confundida, no sabía si quiera que hacer o a donde ir.

—¿Lucas?— intentó llamar el nombre de la única persona que había visto de esa casa hasta ahora.

Escuchó los pasitos de alguien y una voz acompañándolos decir:

—¿Adele?— se dio la vuelta al encuentro de aquella pequeña criatura que la observaba con asombro y bastante amor en sus ojos.