Lara lavaba los platos cuando su amiga Cindy empezó a preguntarle;
—¿No se te hace raro ese trabajo?— la cuestionó la rusa.
—¿A qué te refieres? — quiso saber, secando los platos con el paño.
— Es un trabajo perfecto, no digo que no lo merezca porque Dios sabe que mereces todo lo bueno de mundo después de lo que tú y Emma han pasado...pero todo lo que me describes es como si ese hombre ...
— ¿Cómo si él qué?
— Ser la asistente de ese hombre es como ser su esposa que se queda en casa a cuidar a sus bebés — soltó su amiga y Lara no pudo evitar sonreír antes ello.
— Pero que dices, solo seré su asistente personal.
Cindy no estaba tan convencida de ello.
— A ver... te ofrece pagarte un montón de dinero solo porque cuides a Emma, estudies, le órdenes su ropa, cocines para él , órdenes sus reuniones familiares, te quedes en su casa disfrutando de sus riquezas y le des consejos en momentos difíciles y lo acompañes en sus viajes.
— Si — convino, Lara.
— ¡Hay solo falta el sexo para que seas oficialmente su mujer!
— Estás loca— exclamó poniendose colorada, Lara.
— Ese hombre es increíblemente atractivo, te está ofreciendo una vida maravillosa, pero no es tonto te está controlando y metiéndote en una burbuja... Te quiere para él —de repente su amiga suspiró—. Es como un Christian Gray, sin él sadismo.
—Cindy, ¿Acaso te has caído y golpeado la cabeza? — inquirió divertida, Lara.
Ambas mujeres se sentaron en el pequeño comedor.
— No hay otra lógica a la situación. Le gustas demasiado a ese sexy y controlador senador. Y te quiere cerca para que nadie te robe.
—Pero, ¿Que locura es esa?— Lara lo pensó, pero rápidamente negó con la cabeza—. Ese hombre tiene modelos famosas, actrices y mujeres ricas detrás de él... yo solo soy una madre soltera, sin educación...
— Una madre soltera hermosa, con un corazón puro y bondadoso. Leal y honesta, además que eres fiel a tus creencias. Ese senador se sacaría la lotería contigo.
— No creo que un hombre así, acepte una mujer con hijos de otro.
— Ay, Lara de verdad que serías la mujer perfecta si no fuera por tus miedos y prejuicios. ¿Cuántos hombres en esta vida no se enamoran de mujeres con hijos?
— ¿Has leído sobre Jared en las redes? Viene de una familia bastante conservadora, todos estudiados y con tradiciones y riquezas que han hecho de Los McCarthy la realeza del mundo de la política.
— Umm ya no es el senador McCarthy ahora es Jared, vamos bien— dijo su amiga de forma traviesa, levantando una ceja con curiosidad.
— ¡Cindy deja de avergonzarme!— reclamó sonrojada.
— Espero que te sonrojes así cuando ese rubio precioso te esté besando y otras cosas más...
—¡Cindy!
— Vale, ya cerraré el pico, pero en serio desde aquella vez con el padre de Emma ... tú ¿nada de nada ?
Lara negó con ímpetu.
—Nada de nada.
Lara no tenía tiempo para enamorarse, no cuando tenía una niña pequeña quien dependía de ella para vivir. Para ella su prioridad era Emma y después de la traición de Gonzalo ella dudaba de los hombres...hasta que cierto senador de mirada verdosa se atravesó en su camino haciéndola recobrar pequeñas ilusiones que debía enterrar porque él era un imposible.
— Emma quedará loca cuando se entere que se irán a vivir con él , este lunes— manifestó Cindy.
—Si. Y eso me preocupa, ¿Qué tal si comienza a preguntarle al senador cosas y luego perdirle que sea su papá?
— ¿Cómo lo hizo con aquel desconocido en la estación de autobuses?
— Sí.
Tiempo atrás, Cindy las había invitado a las fiestas de acción de gracia en un pueblito de Florida. Allí se habían encontrado con un hombre herido en el brazo. Lara podía jurar que el individuo había recibido un disparo, pero este negó el hecho. Lara y su amiga lo auxiliaron curandole la herida, ya que el sujeto se negaba a ir a un hospital.
— Ahora que lo pienso ese hombre pudo ser un asesino — dijo Cindy pensativa—. Pero creo que la dulzura de Emma y que fuera rubia como la hija que nos dijo que tenía, lo hizo cambiar de opinión y no nos mató.
—Todavia me siento avergonzada de como Emma le pidió que fuera su papá.
«Tene tatus, ¿pero puede ser papá?» había dicho, Emma.
— Yo solo recuerdo que estaba bellísimo y su nombre...Buitre. Estoy segura que era un chico peligroso.
— Nos cuidó y nos trató bien es lo importante — aseguró Lara.
— Así como lo hará el senador — la molestó su amiga.
—Cindy...
— Lara McCarthy ese apellido te pega.
Julián escuchaba la conversación de ambas mujeres, pero a lo único que le había prestado atención era a qué Emma y Lara irían a vivir con el senador papá de Emma.
El ángel se sintió feliz y entendió que debía estar con Emma más tiempo, ya que aunque en aquella mansión todos eran buenos desde los sirvientes de la plata baja, hasta los agentes de seguridad y mayordomos, en el círculo del senador habían personas de mal corazón y él debía proteger a Emma.
Jared
Salí de mi auto mientras Peyton, me abría la puerta. Ese día antes de finalizar la jordana había hablado con Lara, se que me estaba viendo como un hombre ansioso pero ya moría por tenerla en casa, a mi lado.
Soy un hombre controlador, es uno de mis defectos. Me gusta dirigir y vigilar lo que me importa. Y ellas me limportaban, no las conocía de nada, pero las quería junto a mí.
El sol ya se había puesto y las estrellas llenaban el cielo nocturno.
—Buenas noches a todos.
Asentí con la cabeza en forma de saludo para el personal de servicio y me dirigí a mi ascensor privado. Quería ir al ático, dónde usualmente me gusta pintar.
Presioné el botón del último piso. Una vez que se abrió el ascensor, entré en el ático y puse mi celular y billetera en la mesa de noche. Me quité la corbata.
#168 en Novela romántica
#51 en Novela contemporánea
amor drama humor, madre joven soltera, lazos infinitos encuentros
Editado: 16.10.2023