En cuanto llegaron a casa junto al amanecer, Moondai se dejó caer sobre el sofá dando un suspiro, estaba tan agotado como hambriento, sus párpados le pesaban y ya no quiso levantarse para ir a su habitación "tal vez me sentiré mejor con una siesta" pensó para sí mismo, vio a Daniel desaparecer al entrar en la cocina, así que se acurrucó y cerró los ojos. En pocos minutos quedó profundamente dormido, entrando nuevamente en esos sueños extraños. Esta vez, estaba caminando solo en medio del bosque en total silencio y sin un rumbo en específico. Pronto se encontró frente a frente a una casa en medio de un claro, no dudo en entrar se veía agradable con las paredes de un color celeste pastel, rodeado por flores y bien cuidada. Todo ese ambiente cambió por completo al estar del otro lado de la puerta, el lugar se veía oscuro, como si hubiera sido abandonado desde hace mucho, me miró a su alrededor, tenía el presentimiento de que algo le faltaba, algo que que podría encontrarlo aquí, recorrió la casa desde abajo hasta el segundo piso, de izquierda a derecha y cuando se encontraba frente a frente a la última puerta que no había revisado, el ambiente se puso aún peor, como si estuviera siendo observado por alguien pero no sabía exactactamente de donde, se quedó quieto, dudando en cual debería ser su siguiente movimiento, ¿realmente encontraría lo que necesitaba detrás de esa puerta? ¿Era una trampa? Se sentía muy real como para decir que estaba dentro de un sueño, pero… ¿cómo fue que acabó ahí? divagando en sus pensamientos recordó esa palabras escritas en la ventana, “encuentralo” . había soñado con una habitación en llamas, enseguida se dio cuenta de que el diseño de las paredes eran similares a las de esa habitación, y la única que no había visto era la que tenía enfrente. Eso fue suficiente para convencerlo de tomar el picaporte y abrirlo.
Grave error…, Esa cosa lo había estado esperando desde el interior y no tuvo piedad al abalanzarse sobre él.
Se despertó de golpe dando un brinco sobre él sofá, su corazón palpitaba tan fuerte que daba la sensación de querer salirse de su pecho, Era sorprendente la cantidad de tiempo que había dormido, puesto que el reloj colgado en la pared indicaba las 3 de la tarde, Daniel estaba asu lado sin la máscara puesta, fresco como lechuga, mirando el canal de noticias, estaban hablando sobre el asesinato recientemente cometido. Tenso la mandíbula - necesito de tu ayuda para encontrar una casa - mencionó - ¿de qué calle hablas?
Moondai se puso de pie, tomó un lápiz y un papel que estaban sobre la mesa del centro, rápidamente empezó a esbozar una imagen, Daniel miraba atentamente lo que estaba formando. No tardó en reconocer aquella casa - Es esta - señaló Moondai - la he visto en mis sueños y algo me dice que debo ir, tal vez encuentre algo de mi pasado - una sonrisa se formó en sus labios con entusiasmo.
Daniel tomó el papel para mirarlo con más detenimiento - Ese lugar se incendió
- ¿incendiado? - frunció el ceño
- ¿Dices que lo viste en tus sueños? ¿Qué es lo que viste?
Moondai dudo por un momento en contestar, pero sabía que debía hacerlo si quería que Daniel lo llevará - estaba ahí, el lugar estaba abandonado y no sé qué es lo que estaba buscando pero era importante y algo me atrapó, es extraño pero siento que debo ir ahí aunque no sé dónde es
Daniel pensó en sus palabras y asintió, Moondai esbozo una leve sonrisa en respuesta, Daniel dejó su máscara, el hacha y los guantes de látex que siempre llevaba cuando iba a salir, dejó a la vista las cicatrices en su rostro y uso un parche para cubrir la ausencia de una de sus ojos, no tardó en darse cuenta de que Moondai lo estaba observando, extrañado, no escucharlo para saber lo que pensaba - llamaría más la atención con una máscara que con mis cicatrices y para eso sirve, para ocultar mi rostro y así podré salir de día sin ella
- ¡oh! claro, eso lo entiendo - desvió la mirada avergonzado - solo se me hace extraño
- vamos
Ambos chicos salen de casa, a medida que avanzaban, Moondai seguía los pasos de Daniel a través de la multitud, algo extraño ya que el siempre andaba por calles poco iluminadas y pasajes estrechos por donde ni siquiera pasaban los autos, también pudo notar la mirada de incertidumbre o asco de algunas personas, a causa de sus cicatrices, pero a él no parecía afectar en lo absoluto, tenía curiosidad por saber que le había sucedido pero suponía que no era un buen momento, así que se mantuvo en silencio durante la caminata - es por aquí menciono Daniel girando a una calle, tal y como lo dijo, la casa se veía abandonada y con grandes manchas negras en las paredes de un color celeste pastel, algo similar a lo que había visto en sus sueños pero, quemado, las ventanas estaban rotas y ya no había puerta, analizó cada parte de la casa bajo la atenta mirada de Daniel - ¿te recuerda a algo en especial?
Moondai lo escuchó pero no apartó la mirada de aquella casa - no estoy seguro
- entonces debes entrar - sugirió
Moondai giro su mirada hacia él y luego a la casa, camina hacía la entrada, la casa no tenía muebles, solo escombros y paredes quemadas, tuvo el presentimiento de que faltaba algo, sentía que estaba en ese sueño de nuevo.
Escuchó pasos detrás de él, encontrándose con Daniel, recordandole que estaba en la realidad, por lo que continuó avanzando y Daniel lo siguió, sabía donde estaban cada habitación y lo primero que hizo fue subir a ver lo que alguna vez fue su habitación. Era uno de los cuartos más afectados, las tablas de madera que deberían sostener el colchón estaban partidas y la tela quemada, a su lado había una estantería de libros y miro en cada unos ellos, buscando algo que llamara su atención, en uno de los estantes, tomo un libro de “Oliver Twist” empezó a hojearlo en silencio
Daniel observo cada esquina y se detuvo en un armario, habían muchos pedazos huecos dónde se podía ver el interior, solo basto que tocará el picaporte para que la puerta cayera a sus pies
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sangre violencia y lenguaje fuerte, no apto para publico sensible
Editado: 27.02.2024