Las alarmas sonaron como ellos las habían programado con anterioridad, Marco se levantó con tremenda flojera, se estiró y volteó a ver a Ashley, pensó que ella se había quedado dormida, por lo que pensó en despertarla con unos abrazos por la espalda, sintió los abrazos y ella le respondía suavemente que parara, hasta que Marco optó por hacerle cosquillas en las costillas, se empezó a reír a carcajadas hasta que le agarró los brazos y le abrazó.
Una vez de que ellos tuvieron su momento amoroso, se vistieron, prepararon lo necesario y bajaron al primer piso, donde se supone que el resto del equipo debería estar. Los dos decidieron utilizar el elevador en lugar de las escaleras, allí se encontraron con Thomas, que por su respiración agitada se podía deducir que se encontraba nervioso y Marco quiso comprobarlo preguntándole:
--Thomas, todo está bien, ¿porqué estas nervioso?, ¡relájate hermano, todo saldrá bien!--.
--Hola chicos, buenos días, la verdad es que tuve una pesadilla relacionado con las criaturas y con Chernóbil--.
--Tranquilo, esas cosas ni existen, puede que Adele se lo haya inventado para asustarnos, además Ernesto nos prestará el equipo de seguridad adecuado para llevar acabo las actividades--. Expresó Ashley a Thomas mientras le acariciaba la mejilla.
Marco sintió celos al ver el consuelo de Ashley a Thomas, cuando llegaron a la sala, Ernesto los estaba esperando, era el primero en estar allí, aún faltaba Adele y Fernando en bajar, Marco seguía con sueño, Ashley sacó un libro de su mochila y Thomas simplemente pensaba mientras miraba la mesa.
Cinco minutos después, por las escaleras se empezó a escuchar gran estruendo, lo cual generó que los miembros presentes se olvidaran de sus actividades y voltearan a las escaleras, todos pensaron que era el jefe, debido a su gran peso, pero esa idea se volvió errónea al ver que se trataba de Fernando, se justificaba diciendo que se encontraba haciendo ejercicio para que en Chernóbil, si se presentara alguna situación de peligro, él podría correr lo más lejos posible y salvar su vida, al resto del grupo no le agradó la idea de Fernando, por lo que lo ignoraron completamente.
Minutos después llegó Adele con su equipaje, su vestimenta aludía al ejército ecuatoriano, algo que sorprendió a todos, una vez reunidos todos allí, Ernesto decidió dar a conocer el itinerario del día:
--Hey, buenos días chicos, el itinerario de hoy es: buscar un buen lugar con poca radiación dónde podamos pasar la semana, explorar los alrededores del campamento para asegurarnos de que esteremos bien y la última actividad es opcional, consiste en realizar una exploración por dos puntos de la ciudad, lado Este y lado Oeste, también allá nos dividiremos para poder realizar esa actividad--.
--Está bien--. Fueron contestando cada uno de los integrantes.
"¿No se les hizo más fácil contratar a gente de aquí? ¿Por qué nos hicieron traer a nosotros?". Pensaba Marco mientras miraba la ventana en frente de él, Fernando se encontraba leyendo una revista fitness y se percató de que Marco estaba mirando la ventana que estaba a sus espaldas, Ernesto se levantó del sillón con la intención de ver por donde venían los jeeps, Fernando aprovechó la oportunidad y se sentó a lado de Marco, lo miró por unos instantes y preguntó:
--Oye Marco, ¿estás bien, en qué piensas?--.
-- ¿No te has puesto a pensar en por que nos hacen traer a nosotros, en vez de contratar a gente de aquí de Ucrania? ¿Por qué seremos los únicos de nuestro continente?--.
--Mmm, no, la verdad no sé, pero lo único que sé es que yo vine aquí a prepararme para los siguientes juegos olímpicos, pero luego llegó Ernesto a decirme si me gustaría hacer una prueba para ver si me puedo quedar a trabajar, en un principio dude de la oferta, pero la acepté por el dinero más que nada. Además estaba bien cómodo en un McDonald's, devorando una hamburguesa--.
Narró Fernando a Marco para que se sintiera más tranquilo y relajado, mientras ellos compartían risas, Thomas se les acercó y les ofreció compartirles de sus papas fritas, Marco no aceptó, pero Fernando sí, se levantó y se fue a charlar con él al otro lado de la sala, Marco se quedó solo en el sillón y aprovechó la oportunidad para dormir otro rato, eso hasta que llegó Adele preguntándole:
--¿Puedo sentarme aquí?--
--Claro, está libre--.
--Y dime Marco. ¿Te gusta el fútbol?--.
--Obvio --.
-- Ajaja, y, ¿a qué equipo le vas Marco?--.
--A la poderosa máquina celeste de la cruz azul --.
--Ha de ser buen equipo, me acuerdo que Joao Rojas jugó allí y creo que Ángel Mena también, ambos son muy buenos jugadores cuando se trata de jugar en la selección ecuatoriana--.
--Sí, los dos sudaban la camiseta--.
-- Excelente, mi equipo favorito es Universidad Católica--.
--No lo conozco, pero han de tocarla bien--.
Marco volvió a cerrar los ojos y trató de dormir, el transporte no tardaría en recogerlos. Unos minutos más tarde llegaron los jeeps, y fue la voz de Ernesto la que despertó a Marco, conforme se subían a los jeeps se les entregaba su equipaje el cuál incluía: un traje especial para la radiación del lugar, desayuno y un C-100 (cuchillo militar).
Marco se llevó una desilusión al ver el equipamiento, pues había pensado en algo más sofisticado, pero en realidad se basaba en lo fundamental, pues habría de ocuparlo en Chernóbil, Ashley se subió atrás con él y preguntó.
-- Esto es poco, ¿no crees?--.
--Pues, yo creo que es suficiente--.
El ambiente era caluroso, pero una vez al bajar por la montaña, ese calor se combinó con el aire que y comenzó a sentirse agradable, al llegar a carretera, el sol se ocultó en una gran nube y el viento también se hacía cada vez más presente, la carretera cruzaba entre un gran bosque, estaba muy descuidada, con algunos baches, e incluso había algunos árboles tirados, por lo que los jeeps tenían que maniobrar con precaución. Conforme se acercaban a Chernóbil, Ernesto avisó por los radios de cada asiento lo siguiente: