Bailar tango en un tejado,
En la orilla se sienta el sol,
Bailando la canción de Carlos
Con un vino diente de león.
La brisa mueve aquel trigo azabache
Tan delicado y tan tosco es,
Que con filo de daga y un poco de tul
Me pones a la orilla del baile con otro deja vu.
La luna se postra en el cielo otra vez,
Como una sábana infinita son las estrellas
Dándole calor al baile de Gardel,
Y todo se derrite en aquellos tacones.
Se termina la última nota,
Junto con las copas dando salud
Hay una tinta y otra blanca,
Bebimos juntos con una daga de tul.