Todo pasa
Constanza
Un error ha cambiado el rumbo de mi vida, todo lo que creí y sentí por meses esta tambaleándose, a punto de caer; siempre asumí lo que las otras personas decían de mí, nunca opinaba, nunca respondí a insultos y burlas, hoy entiendo que todo eso me hizo mal.
Pasé muchos años entre una nebulosa de miedos e inseguridades, no me sentía bien con lo que veía de mí, me frustraba ver como toda la gente me mancillaba, creí que no merecía querer ni ser querida, pero un mal diagnóstico y una eminente muerte prematura me dio la valentía para vivir como siempre quise.
Ver a Sergio al borde del abismo me sirvió de empuje para acercarme y no dejar que hiciera esa estupidez, gracias a eso conocí una persona maravillosa y un amigo incondicional. Pese a eso seguía sin verme, todavía no me veo ...
Fueron los 4 meses más increíbles que jamás viví, había construido algo, tenía algo por lo que luchar, pero simplemente no tenía las herramientas para seguir y me dejé ir. Al despertar de un viaje confuso lleno de voces que me negué a reconocer, sentí terror, todo se desmoronó ante mis ojos, no dimensione que esta viva y llena de vida, hasta que unos ojos marrones me sacaron de esa nebulosa.
Él no se alcanza a imaginar lo que hizo, lo que hace ... me hizo entender que estoy viva y lista para mejorar. Empecé a amar las terapias, ya que estas me descongestionan la mente y me daban herramientas para que todo encajara a la perfección y entendiera que yo puedo con esto y con lo que venga.
Su declaración me tomo por sorpresa, nadie lo había hecho y se siente raro, bastante halagador y hasta aterrador, porque no supe que contestar, no se que debo decir en esas situaciones románticas, pero en la terapia había tratado con la doctora que para poder amar debo amarme primero y yo no me amo, no me quiero, siempre me vi como un estorbo y visualmente no soy de buen ver, soy una chica que esta un poco subida de peso, con piernas, muslos y trasero grande ...
Al decirle a Sergio que no me gusta mi reflejo, su respuesta fue simple "eres divina Constanza" eso hizo clic en mi cabeza y en mi corazón; no es que no me gustara Sergio, a ver es un hombre de mas de 40 años, pero muy conservado, tiene ese toque interesante y si se lo propone deja a más de una embelesada, pero lo mejor que tiene es que me logro ver detrás de todo mis complejos, complejos autoimpuestos.
Hoy salía de la clínica, debía seguir un riguroso plan de medicación para mejorar al 100% y en 2 días me internaría por decisión propia a una clínica de rehabilitación, sentía que me debía vivir feliz y si eso dependía de mí iba hacer hasta lo imposible para lograrlo.
A las afueras se escuchaba como una revolución, mi primer pensamiento es que las enfermeras se están amotinando porque no les han pagado, pero no, abren la puerta de mi habitación y veo que entra tan campante don Sergio con una sonrisa de oreja a oreja
- No me digas ... ¿tú eres el causante de esa revolución? – se sonríe y me entrega un ramo de nardos –
- Digamos que sí, solamente les traje unas pizzas y dejé a Pablo para que las repartiera a todo el personal
- Que atento – me da un beso en la mejilla –
- Pues te atendieron super bien y me aguantaron a mi todo este tiempo
Me quedo pensando unos segundos y él se sienta al lado mío en la cama y me empuja con su hombro
- Gracias ... por no dejarme sola – me toma de la mano – por estar aquí a pesar de todo
- Y siempre voy a estar, hasta en los días malos y cuando no quieras saber de mí, por los laditos estaré
- ¿Y si es a lo contrario? Que tu no quieras saber de mi – me queda viendo raro –
- Cabe la posibilidad, pero es improbable ... ¿sabes por qué? Porque te necesito en mi vida, me diste una nueva visión, no me importa el modo, pero quiero estar – me sonrió y asiento –
- Entonces está todo dicho ...
- Todo
Salir del hospital fue raro, visiblemente me veía diferente y hasta lo sentía, oficialmente le puse cara al famoso Pablo, tenía noción de haberlo visto, pero de momento no me acordaba, un chico joven muy servicial, en parte gracias a él tambien estoy viva, él ayudo a Sergio a traerme. La ciudad tenía otro brillo o eso lo veía solo yo, los trancones seguían ahí y la inseguridad tambien, nada de eso me molestaba, más bien extrañé todo ese desenfreno mientras estuve en la clínica.
Al llegar al apartamento sentía que llegaba a un lugar seguro, esa sensación es nueva para mí, en todos mis años nunca me sentí segura en ningún lado, eso había cambiado; me quede de pie viendo todo mi alrededor, me tope con la imagen de Sergio sonriendo con Pablo, movía las manos como explicándole algo, ahí descubrí que la razón de mi tranquilidad es ...Sergio, su apoyo incondicional me llena de algo que desconocía y obviamente él no me he es indiferente, pero no es mi tiempo
Todo seguía igual, anhelaba una taza de café sentada en el sofá mirando hacia la calle, pero no debía tomar café, bueno por ahora no puedo; empecé a caminar por la estancia y me doy cuenta de que el naranjo que sembré esta más grande, esa es la prueba del tiempo.
Escucho unos maullidos y me detengo mirando hacia la puerta, hace su entrada triunfal y apoteósica ... Cebolla, viene solito detrás viene una chica que deduzco es la novia de Pablo, la saludo y Cebolla viene hasta mi y se me pasea entre mis piernas, Sergio lo levanta y me lo entrega, voy hasta el sofá y ahí me quedo consintiéndolo.
Unas horas después me fui hasta mi habitación, el último recuerdo que tengo no es agradable, cierro los ojos y esas imágenes viene como ráfagas, así que me detengo en la puerta, tomo aire y entro, todo está cambiado, mis cosas están correctamente acomodadas, la alfombra no es la misma, ahora es colorida, en si toda la habitación es colorida, no hay espejos