-Leah-
Al haber pasado tanto tiempo de mi vida sin muchos amigos, me resultaba un tanto raro el poder hablar de absolutamente todo con alguien que no fuera mi mamá, porque sí, yo le cuento todo a mi mamá y aunque para algunas personas esto es un tanto raro, para mí el hablar con ella es algo así como entrar a mi lugar seguro, pues nunca me juzga y trata de ser lo más empática posible conmigo, lo cual es algo genial.
Muchas personas no entienden por qué mi falta de amigos, ya que para algunas personas soy alguien que se puede considerar agradable y atractiva, mido alrededor de 1.65 metros, mi cabello negro y lacio llega hasta el inicio de mi cadera y mi cuerpo se puede entra en los estándares de lo que se considera bonito, aunque honestamente no es algo que yo tome mucho en cuenta porque siempre he creído que el valor de una persona va más allá del como luce. Ojalá todo el mundo pensará de esa forma, seria menos complicado el ser como tú eres sin temor a ser juzgado.
Empezar una amistad con personas como los mellizos resulto ser bastante agradable, pues esto significaba tener a alguien en la escuela con quien hablar y bromear sobre muchas cosas. Era chistoso que a pesar de ser mellizos sus personalidades pueden llegar a ser bastante diferentes, ambos se preocupan su apariencia y no es necesario verlos dos veces para notarlo, sin embargo, Alex resultaba ser más vanidoso que Alexa. Otra de sus diferencias se podía notar en que si bien ambos son personas que les gusta hablar mucho, Alexa es por mucho más extrovertida que su hermano.
Mientras reflexionaba sobre eso en la biblioteca escuche como alguien movió la silla a un lado de mi
–¿Qué haces aquí?—pregunta mientras deja sus libros en la mesa
—Unas quesadillas, ¿Quieres?— le respondo con una sonrisa sarcástica
—Agregaré chistes a la lista de cosas en la que eres muy mala, estará junto a mentir – bromeo
—Eres odioso – digo volteando los ojos —¿Necesitas algo o seguirás perturbando mi momento de paz en la biblioteca?
—No, no necesito nada, solo te vi muy sola y me pareció bien venir a saludar
—Aja, claro. Pero como ves estoy perfectamente bien sentada yo sola, así que puedes retirarte. Con confianza.
—Uy, parece que la pequeña amaneció de malas
—No estoy de malas, solo no me gusta tu presencia
—Vamos, sé que alegro tus días —me dice con una sonrisa fingida
—Eso… —alcanzo a decir antes de ser interrumpida por Alexa
—Hola chicos – saluda mientras se sienta junto a Max
—Hola – le respondo con una sonrisa
—¿Qué hacen aquí?
—Estamos haciendo quesadillas, ¿Cierto Leah?— pregunta Max con una sonrisa sarcástica
—Solo hablábamos – le digo ignorando el comentario de Max
—Que aburrido – dice riendo Alexa – hablemos de algo más interesante, un pajarito me dijo que ayer desayunaste con mi hermano
—Sí, si lo hice ¿Qué hay de interesante en eso? – pregunto con una sonrisa confundida
—¿Cómo que qué es lo interesante? Es obvio que le gustas y a ti te gusta él – exclama emocionada
—Honestamente no sé de dónde sacas que sea algo obvio, pero ya te lo dije, solo somos amigos
—Oh vamos, ¿Verdad que hacen una buena pareja, Max? – le pregunta al amargado a su lado
—No sé y no me interesa eso en absoluto – dice mientras toma su mochila y libros – las dejo hablando sus cosas de chicas
—Que raro es — menciono mientras miró el lugar por el que se fue
—Un poco sí, pero no quita el hecho de que sea muy guapo
—Concéntrate en otra cosa que no sea su apariencia – riendo volteo a verla de nuevo
—No puedo evitarlo –dice riendo también– creo que ya es tarde, ¿Vamos a clase?
—Claro, vamos
Ambas tomamos nuestras cosas y vamos hacia nuestro salón. En el camino, la gente no puede evitar voltear a ver a Alexa, y no los culpo, es el tipo de persona que no puedes simplemente ignorar. Últimamente ha ganado mucha popularidad debido a la personalidad tan relajada que tiene, sin embargo no ha cambiado conmigo en absoluto. Nuestra amistad sigue siendo igual de linda.
Mientras estamos en el club de fotografía —en el cual tuve que insistir a Alexa de unirse porque no estaba del todo segura. Al final termino accediendo— la maestra comienza a explicarnos de que tratará el primer proyecto.
—Este proyecto será de manera individual debido a que es el primero. Les explico en que va a consistir, van a utilizar un estudiante como su modelo, el cual se les asignará al azar. Lo que quiero es que sus fotografías sean capaces de transmitir algo y nos haga sentir cualquier tipo de sentimiento a las personas que tengamos la oportunidad de observar las fotografías
—¿Cuándo será la asignación de nuestros modelos?— pregunta una de mis compañeras
—Lo haré ahora – dice la maestra mientras deja pasar a todos los modelos
—¿Ya lo viste? – me susurra Alexa emocionada
—¿Ver qué? – digo mientras volteo a ver a los chicos que ya entraron