(Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado.)
Amber
Jamás pensé que un extraño en un parque me haría sentir tan segura y confiada.
René era como el sueño de toda mujer. Es atractivo cariñoso y muy bueno escuchando.
Me le he quedado viendo un rato tratando de adivinar que estará pensando. Su expresión me hace pensar que en su mente esta trabajando rápidamente buscando las palabras mas adecuadas para decirme.
Desde que le conté lo que paso con Frank solo se me quedo mirando y limpiando mis lagrimas, cosa que agradecía ya que su contacto me hacia sentir un poco mejor.
- ¿Quieres ser mi amiga?- pregunto de pronto desorientandome.
No sabia muy bien que lo llevo a hacerme la pregunta, pero no lo considere una opción y no se porque, quiero pensar que tal vez era por el echo de que solo hable con el para desahogarme y no con intenciones de volverlo a ver no lo se, no encontraba otra explicación, solo no pensé en que podría convertirse en mi amigo. Aunque bueno, mientras mas analizaba su pregunta me di cuenta que no seria tan mala idea después de todo aceptarlo como mi amigo teniendo en cuenta que no tenia a ninguno ya que de por si no soy muy sociable, recuerdo que a mi ex lo conocí porque es el hijo de una amiga de mama, y pensandolo bien asi podria distraerme, por lo que con un poco de duda sonreí y me animé a contestarle.
- ¿Me pasas tu celular? - pregunte mirando directo a sus ojos, uno ojos muy lindos color miel por cierto-. Guardaré mi numero y así planeamos una salida- aclare al ver su confusión. El me sonrió con un brillo particular en su mirar.
- ¿Eso significa que si seremos amigos?- pregunto con ilusión derrochando de sus ojos, me encojí de hombros restando importancia, un gesto que para nada coincidía con lo enternecida que estaba con su propuesta.
- Claro- vaje la cabeza y limpie mi nariz un poco con la manga de mi suéter, cada que lloro por alguna razon suele congestionarse, lo volví a mirar y con sinceridad agregue- no veo porque no podría.
El me sonrió y me entrgo su teléfono para poder anotar mi numero.
Luego de anotar mi numero y registrarme como Llorona del parque -si gran sentido del humor lo sé- me auto llame de su teléfono y lo guarde como Loco del parque y luego de tener una breve discusión por cuando nos volveríamos a encontrar, a lo cual lo calme diciendo que lo llamaría para arreglar el día que nos veríamos , termine despidiéndome y encaminandome a mi actual departamento el cual no estaba muy lejos de el parque.
Ya estaba de mejor humor a decir verdad, René había subido mis ánimos y me sentía mejor para continuar con mi día sin ningún problema.
Iba caminando por la calle tan distraída y sumida en mis pensamientos que no note cuando ya solo me faltaban pocos metros para llegar.
Mi nuevo hogar ...
Mi hogar era un departamento en la segunda planta de un lindo edificio para nada lujoso. No era muy grande aunque si lo suficiente para mi pero ya debo pensar en cambiarlo antes de que no pueda ver mis pies.
En poco tiempo me veré como una ballena- sonreí ante mi pensamiento.
De lejos pude ver al señor Josua de la planta baja regando sus plantas y al verlo sonrio, debo recordar darle un poco del Pie de limón que hice ayer. El me nota a lo lejos y mueve sus manos en forma de saludo y yo regreso el gesto ampliando mi sonrisa.
Al llegar a recepción saludo a Phil el portero- quien para nada es de mi agrado- con un pequeño gesto y subo al ascensor lo mas rápido posible hasta llegar a mi piso lo cual no me toma mucho tiempo.
Entro al departamento y ojeo por el lugar asegurandome que no hay nadie - mania que adquiri luego de mudarme de la casa que compartia con Frank y conseguirilo dentro del lugar en el que anterior a este me estuve hospedando luego de haber forsado la cerradura para entrar y "hablar conmigo"- y dejo mi bolso el el suelo y mientras me dirijo a mi habitación voy despojandome de todo hasta llegar al baño. Deseo enserio darme una ducha luego del día tan largo que tuve, aunque no puedo decir que fue malo.
Sonrio-. René...
Entro a la bañera y abro el grifo, al principio me sobresalto al sentir el agua deslizarse por mi cuerpo pero al acostumbrarme cierro los ojos y dirijo mis manos a mi nada abultado vientre.
Un bebe...
Un milagro, mi milagro. Es lo que este ser que llevo dentro significa para mi, no importa quien sea el padre, lo amo aun teniendo en cuenta que no a nacido todabia, ya lo quiero. No espero el momento en que este en mis brazos.
En la mañana cuando fui por mis resultados y me dieron la noticia tarde en procesarlo, pero solo vasto poner la mano en mi aun plano vientre para saber que lo quería en mi vida.
Mi milagrito.
Solo tengo dos meses de embarazo según mis cuentas y aun falta mucho para que se note pero me emociona la idea.
La idea de ver a un pequeño o pequeña mini yo correteando a mi alrededor.
Dejo mis pensamientos a un lado cuando escucho el timbre sonar.
Puede ser mama le dije que debía contarle algo importante ...
Amarro una toalla alrededor de mi cuerpo y envuelvo mi cabello en otra y salgo hacia la puerta que no deja de timbrar.
- ¡Ya voy!.. Aquí vengo... ¡¡ya voy!!- digo corriendo a la puerta para abrirla sin mirar por la perilla. Grave error.
No debí abrir.
Paro en seco al verlo.
-Solo quiero...- cerré la puerta en su cara sin siquiera permitirle terminar la oración.
- Largo- pronuncio lo suficiente mente alto para que escuche.
- Vamos, Am, solo quiero que hablemos. Esto no puede terminar así, yo te quiero ati.
Sus palabras solo me causan asco y enfado-. No me llames Am, mi nombre es Amber, Franklin. Y tu y yo no tenemos nada de que hablar, -miento, teniendo encuenta mi reciente descubrimiento- si me quisieras nunca me hubieras engañado, ya largo de mi casa.