|Capítulo IV|

(No es verdad que la gente pare de perseguir sus sueños porque sean mayores, se hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños.)
 

Amber

Sonrio tierna mente mientras con una mano toco su puerta y con la otra sostengo firme la bandeja con un troso de el Pie de limón que le traje.

Luego de ya no seguir escuchando las suplicas de Frank del otro lado de mi puerta y asegurarme de que no estuviera por ningún lago, me vestí y coloque decente para bajar y llevarle a el señor Josua de mi exquisita creación.

Solía traerle siempre que preparaba un postre un poco a el Señor Josua para que lo probara. El decía amar mis postres y yo amaba el simple echo de compartirlos con el y desde que llegue aquí hace unas Semanas se volvió costumbre.

Era un señor encantador se  me hacia difícil  no encariñarme.

El era un hombre con setenta y seis años que vivía solo en uno de los departamento de la planta baja que daban al frente, es un señor muy amable, cariñoso y paternal. Lo conocí el día de mi mudanza cuando de gran voluntad quiso ayudarme con algunas cajas y se volvió mi amigo desde ese momento.

Una tarde donde no me sentía bien, lo busque en su casa y me sentí muy bien estando con el mientras el me preparaba su Café especial así que me desahoge con el y terminamos hablando cosas sin sentido todo el dia y al mismo tiempo conociendo cosas del otro.

Creo que sin contar a René el era el único amigo que tenia aunque lo consideraba mas como un abuelo muy cariñoso y paternal.

Lo poco que se de el es que se mudo aquí hace cinco años luego de que su joven esposa muriera de cáncer con solo 50 años - debo decir que me entristecio su historia, pero me aseguro que estaba en paz y prometió a su amada no permitir que su partida lo derrumbara y el era fuerte por ella, ella y sus hijos. Tiene 3 hijos dos hombres de unos 30 años o menos y una hermosa Señorita que tuve el honor de conocer por fotos de 19 años, pero aparte de algunas anécdotas e historias eso es todo lo que se ya que no quiso contarme mas sobre ellos o donde estaban.

Debe ser un tema doloroso para el.

Luego de eso se volvió costumbre visitarlo y traerle dulces, ademas me encanta el café que prepara tiene un don para hacerlo; le queda riquísimo.

Luego de unos toques en su puerta habre y al verme me dedica una hermosa y feliz sonrisa.

- Bella Amber, no te esperaba. Ven pasa pasa estaba apunto de poner el agua para el café- dice mientras me deja pasar a su departamento.

Era igual al mio solo que este se sentía mas hogareño.

Tiene una repisa con fotos en la pared alado de la puerta, unos sofás marrones junto a un televisor viejo en la sala y una mesa redonda a un costado. Todo se veía muy bien acomodado y combinado junto a los cuadros que estaban en las paredes.

- Lo sé, solo quise venir a traerle un trozo del postre que prepare señor Josua- Respondo a su comentario con una sonrisa y dejando un beso en su regordeta mejilla. Me miro encantado y amplio su sonrisa contagiandome de su alegría.

- Oh linda gracias- dice felis y acaricia sus manos con emoción y hace unos pasitos graciosos- veamos que es esta ves.

Le entrego la bandeja entre risas y risueño la destapa.

Mi humor decae cuando lo veo tomar un rostro serio.

- ¿Que pasa? ¿no le gusta? Si no le gusta puede guardarlo yo le prepararé otr...- comienso a murmurar decepcionada pero me interrumpe.

- No, no... So-solo, Marian solía prepararlo para mi- Dice con melancolía  y me encojo en mi lugar.

No es justo no quería ponerlo triste.

- Lo siento yo- yo no sabia si quiere me lo llevo y ..- trato de disculparme pero callo y lo observo confusa al verlo con una sonrisa y de inmediato el se adelanta a hablarme.

- No, claro que no. Solo espero que sean tan buenos como los que hacia mi esposa, este será mi postre favorito si le doy el visto bueno- dice haciendome sonreir.

- Entonces si le gusta le prepararé uno cada viernes y así se lo podrá comer todo el fin de semana- el responde con un asentimiento emocionado.

Luego de una pequeña discusión por esperar el café antes de probar el Pie- el que esta ves no tome por mi milagrito, excusandome y alegando que ya había tomado antes de venir a lo que de dio una  mirada desconfiada. No era que no queria que el supiera de mi embarazo era ridículo teniendo en cuenta que el sabia todo de mi pero no quería arruinar el ambiente tan bonito por lo que cayé en esta ocasión - por fin nos servimos un poco y ahora espero paciente a que termine para saber si le gusto.

- Y ¿bien?...- pregunte pero me miro serio lo que me desánimo un poco.

- Creo, creo que tendrás que comprar ingredientes para hacerlo este viernes - dijo mientras aparecía una sonrisa en su rostro la cuan devolví.

Me siento feliz de que le aya gustado.





 

***



 

Luego de lavar los platos me despedí del señor Josua y fui a mi casa luego de recibir un mensaje de mama diciendo que también tenia que decirme algo y que ya estaba en camino, decidí hacernos unos Macarrones con queso para cenar.

Ya había metido la comida al horno y aun no había llegado mama así que tome mi celular para ver si René me había dejado algún mensaje.

Loco del parque ...

Vi la notificación del mensaje y mis latidos aumentaron inconscientemente.

.- Entonces ¿vamos al cine? -.

Leo el mensaje y juro que lo a preguntado unas cien veces desde  que comenzamos a escribirnos.

.' Ya dije que si tonto, hablamos a la noche si mi madre acaba de llegar '.

Escribo rápido al escuchar el timbre.

Espero si sea mama esta vez..

Voy a la puerta y abro, sonrió y la abrazo.

- Hola mami- le digo y seguido le dejo un beso baboso en la mejilla.

- Hola bebe, que bien huele ¿preparaste la cena?- dice quitando su abrigo y sentándose en el sofá en forma de L que tengo en mi pequeña sala-. ¿Que hiciste?