Un trato con el Diablo

Un trato con el diablo

Un trato con el diablo.
El trato es simple nos permitirá hacerle algunas preguntas y en consecuencia, él también nos las hará. 
Es curioso, a mi parecer. ¿Qué querría saber el diablo de nosotros? Sólo tendré unos diez minutos tal vez. Hay que aprovechar bien el tiempo.
Comenzamos el ritual para iniciarlo, no bastó más que hacer un pentagrama en el suelo y recitar algunas palabras en hebreo para hacerlo salir desde las profundidades... 
Salió después de un fuerte olor a azufre, yo estaba aterrado y no lo miré, solamente su silueta... 
Comenzamos a conversar: 
- ¿El cielo es real?
Le pregunté...
+ Lo es - Me contestó; su voz era como brasas agonizantes en una chimenea. 
+ Y también lo es el infierno. Agregó
- ¿Quienes irán al cielo?  
+ Todo aquel a quien Dios deseé tener ahí. 
- ¿Puedes ser más específico? 
Me interrumpió, sus ojos se avivaron.
+ ¿Cómo se siente el miedo?
Un poco confundido, traté de esclarecer el sentimiento. Mi explicación fue intuitiva y bastante pobre, pero él pareció estar satisfecho.
- ¿Porqué te interesa saber eso? -
Pregunté disimulando mi sorpresa. 
+ Porque cuando Dios me hizo, limitó mi capacidad de sentir miedo, no puedo sentir muchas cosas, incluyendo el miedo. 
- Y, ¿qué es lo que puedes sentir? 
+ Dolor. 
Atento a mi poco tiempo que quedaba, reenfoqué la discusión.
- ¿Podrías precisar tu respuesta anterior sobre el cielo? 
+ El cielo está abierto para todas las criaturas creadas por Dios, sin excepciones.
- En ese caso, ¿tú también puedes ir al cielo? Dado que fuiste creado por Dios.
+ Podría, pero no lo haré.
- ¿Por qué no? 
+ Porque cometí el peor de los pecados. Hice lo que sólo Dios debería hacer.
- ¿Te refieres a la creación?
+ Dicho intento de creación, no funcionó...creé mis ángeles con base a mi propia imagen y semejanza, así que toda la culpa recae en mí. Están condenados en causar sufrimiento y destrucción. Dios dictaminó que sus almas serían confinadas al infierno por toda la eternidad. 
- Los demonios, ¿no?
+ Sí, supongo que si, no puedo irme al cielo, no si mis creaciones estarán sufriendo. Por ese motivo, decidí que cuando llegue el momento, viajaré al infierno para sufrir a su lado.
- Pero, ¿Por qué harías eso?
+ Porque los amo.
(La alarma sonó)
- Los demás estarán eufóricos cuando reciban la noticia. 
  Comenté sin mucho énfasis al ponerme de pie.
+ Y, ¿Cuál noticia les darás?
(Sonriendo
- Que sin importar lo que hayamos hecho, nos iremos al Cielo. 
+ Pero ustedes no podrán. Ninguno de ustedes, de hecho.
Mi voz se cortó... 
- Pe-pero, no fué eso lo que...
Me interrumpió con un tono exageradamente triste.
+ Sí, yo sé lo que dije...
... Pero ustedes no son una creación de Dios, son la mía...

Joselo



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En el texto hay: demonios, satanismo, terror

Editado: 31.07.2019

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