Un Vampiro en Nueva York

Capitulo 2

Era la epoca donde las mujeres eran las que se encargaban de la casa, de sus maridos y de sus hijos. Donde ellas vestian de largo, usaban sombreros extraños y extrabagantes, donde las niñas ya eran señoritas desde que nacian, modales, buenas enseñanzas y demas cosas, donde en una pequeña familia, comenzaba una especie de historia de terror. 

Mi padre era herrero, el mejor de todo ese pueblo llamado Crabrella en la vieja ciudad de Nueva York, su nombre era Hector. El hacia las armaduras, escudos, espadas y demas elementos a los guerreros del rey. El era un joven apasionado, lleno de aventuras, vida y brillaba de su pecho una luz de bondad que era la mas grande del lugar me atrevo a decir. Su sueño mas grande era tener todas hijas mujeres y casarse con una hermosa dama que mereciera su amor eterno. Y fue lo que una tarde paso. Todos los años, en el mes de Octubre, en Crabrella hay un festival dedicado a todos nuestros ancestros que se fueron a la otra vida hace años, y mi padre como siempre, era el encargado de hacer las armaduras para los soldados del rey Ricardo. El llego un dia al gran palacio en su carreta y al llegar al gran salon donde lo esperaban los reyes, se encontro con una mirada intensa, llena de belleza y paz, esa mujer era la princesa de Crabrella, la señorita Dana Gabriela Serena I. Mi padre se enamoro por completo de ella y ella de el. El rey, sin esperarse todo esto, se dio cuenta que su hija y el joven herrero estaban enamorados a primera vista. No era ideal que una princesa y futura heredera al trono, se enamorara y se casara con un herrero pobre pero al rey y a su esposa la Reina Claribel, no les importo mucho eso. El rey ordeno que su hija iba a casarse con el joven despues de la noche de todos los muertos, ya que era de buena suerte. Ellos habian sido bendecidos. 

El dia de todos los muertos habia llegado al fin. Mi padre y la bella princesa, caminaban siempre por las calles del pueblo, saludando a los aldeanos y aldeanas, a los niños y bebes, escuchando todas sus necesidades y siendo bendecidos por los mismos pueblerinos. El taller de mi papa siguio funcionando, el era el jefe ahora, tenia muchos empleados y de muy buena confianza. Pero todo lo que iba a ser felicidad y riquezas para la princesa y el joven, iba a convertirse en tristeza y terror en pocos minutos, esa misma noche. El festival era una maravilla, estaba lleno de colores, bailes, musicas, comida, regalos y ofrendas a todas esas personas que nos miran desde algun lado en este mundo. Mi padre y la princesa estaban ayduando a los aldeanos a decorar sus casa, cuando mi padre vio caer a lo lejos, a una joven encapuchada. Mi papa, dejo todo y fue ayudarla, ya que la mujer venia muy cargada y no podia con el peso de todo eso. Ya dije que mi papa era muy buena persona, asi que no dudo en ir casi corriendo hacia ella, la levanto y cuando sus miradas se encontraron, mi papa sintio una precion en el pecho que no pudo contener y casi explota su pecho de la emocion. Mi papa estaba loco por ella y no le tomo mucho tiempo darse cuenta que era el ser mas hermoso que habia encontrado, aparte de la princesa Dana. 

-Mis disculpas, mi señor -Dijo la mujer encapuchada intentando levantar las cosas en el suelo-

Mi padre ayudo a levantar todo, cuando sus manos se tocaron y el noto que su piel era mas fria que el mismo invierno que choca con el pueblo todos los años. Dana, enojada y desesperada por toda esa situacion, empujo a la mujer al suelo de nuevo y pateo sus cosas. 

-La niña pobre quiere conquistar al futuro rey de este pueblo. Desaparece o te hare castigar, niña sucia y pobre -Dijo y tomo a mi padre de la mano- 

Mi padre estaba enojado por eso e intento soltarse del agarre de la fuerte princesa, pero ella le dijo que no iba a volver a verse con esa mujer, que era pobre, que era sucia y que no era como ella, bella y llena de riquesas. Se fueron sin mas que decir pero no todo quedo ahi. La mujer se puso de pie lentamente y bajo su capucha llamando la atencion de los principes delante de todo el mundo. Ella levanto una de sus manos y con su dedo indice, señalo a los principes y sin tartamudear, conjuro uno de los peores hechizos.

-Tendran todo lo que siempre quisieron, riquezas, palacios, salud, felicidad pero al tener a su quinta hija, seran maldecidos con la juventud y la sangre eterna 

Dana, ordeno que quemaran a la bruja despues de eso. La joven encapuchada ardio en llamas y murio en la hoguera del pueblo. Todos festejaban ya que la maldicion no se iba a cumplir Mi padre, triste por la perdida de la mujer, no fue mas el mismo de antes y su felicidad, bondad y toda esa luz, se hizo tristeza, culpa y dolor para toda la vida, consumiendo a ese joven hombre.

 

Los años pasaron y la familia estaba compuesta por cuatro hermosa hijas, cuatro mujeres valientes, llenas de esa felicidad, belleza y bondad pero ninguna llevaba esa luz que mi padre tenia de joven. Alejandra, Romina, Galea, Fernanda eran las elegidas al trono el dia de mañana. Mi madre a los pocos meses, cuando Fernanda tenia 4 meses de vida, se entero que estaba embarazada de vuelta y ella tenia muchas ganas de que fuera un varon. Mi padre, preocupado, intento muchas veces que Dana abortara a ese bebe, pero no habia caso, ella estaba segura de que el bebe iba a ser un varon. 

Nueve meses despues y Amelia Gabriela Suarez llego a la vida de todos. La quinta hija, la que lleva el don mas importante, el don de la belleza y la sangre eterna. 

Amelia comenzo a experimentar dones y sensaciones extrañas y eso todos lo notaban. Ella era diferente, ella era la hija rechazada por todos, por todos menos por su padre, quien le era fiel al amor que sentia por su quinta hija, por la hija con la peor maldicion de todas




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