✯Tres años después✯
El tiempo pasó rápido y se convirtió en años, las sorpresas siguieron pasando a partir del momento que volvió Paul a mi vida. Todo de mí cambió cuando regresó a mí, todo se volvió más fácil y hermoso. Fue muy inesperado su regreso, nunca me lo imaginé.
Gané el concurso de disfraces en el baile de bienvenida de la preparatoria, fue muy inesperado. Andrea y yo pasamos a dar el nombre del ganador y yo me distraje, estaba viendo a Paul desde donde estaba y justamente Andrea gritó mi nombre, había ganado. Mi vestuario iba conforme a la temática y eso convenció a los jueces. El premio fue una tarjeta para ver películas gratis en internet por tres meses, cosa que disfruté y aproveché en todo ese tiempo que pasó.
Paul cumplió lo que dijo, se quedó en la ciudad y era muy bonito verlo casi todo el tiempo. Salíamos casi siempre y era muy divertido tenerlo conmigo. Conocí a su mamá poco tiempo después, tenía muchos nervios al conocerla, sabía que significaba mucho para Paul y eso me ponía muy nerviosa porque no sabía cómo tranquilizarme. Su mamá fue un amor conmigo, me invitó a comer a su casa y me trató de la manera más especial del mundo, se veía a simple vista que quería mucho a Paul y que si estaba arrepentida por lo que hizo hace años. Paul se llevaba tan bien con ella y yo solamente sonreía por su unión, era muy tierno verlos juntos y disfrutando cada segundo.
Ángel cumplió su promesa de venir a la ciudad en las vacaciones que se venían, que eran las de diciembre, nos la pasamos tan bien juntos. Andrea se enamoró de Ángel rápidamente cuando lo vio, solo que no quería sufrir cuando se fuera a Monterrey, así que calló sus sentimientos pero Ángel se dio cuenta de lo que pasaba y fue el fin de Andrea; sin embargo, Ángel sentía lo mismo, así que se dieron una oportunidad. Andrea sufrió cuando se fue, pero siguieron teniendo mucha comunicación, hasta que él acabó la universidad y se mudó a la ciudad por ella. Salíamos en pareja, Andrea con Ángel y yo con Paul.
Ya no volví a saber nada de Carolina, lo último que supe fue que se mudó a Argentina para cumplir su sueño, fue la última vez que supe algo de ella, pero estaba segura que le iba muy bien en todo lo que hacía.
Era mi último año de la universidad, al final escogí la carrera de diseñadora de eventos, muchos me dijeron que era muy buena organizando eventos y que me metiera en eso, así que acepté porque me di cuenta de que todos tenían razón.
Al final todo salió como yo siempre quise que saliera, Paul estaba conmigo y lo amaba con todo mi corazón, tenía a mis dos mejores amigos juntos, conmigo y en pareja, ya que jamás pensé que Ángel y Andrea terminarían como novios. Era suficiente todo lo que estaba viviendo, las puertas se abrieron y en ellas estaban las personas más importantes en mi vida, estaba muy agradecida con ellos por todo lo que me enseñaron y siempre lo estaría.
Las vacaciones de verano llegaron y no planeaba hacer mucho, solo estar con Paul, ya que estaba con él.
—¿No planeas hacer nada en las vacaciones de verano? —preguntó.
Caminábamos por el parque, era nuestro lugar favorito y nos encantaba caminar por ahí juntos.
—La verdad no, solo quiero estar contigo y con nuestros amigos —dije.
—¿Sabes? Estuve hablando con mi papá y pues él me platicó que la selva está en peligro, hace poco se secó la laguna Metzabok y hay muchos problemas de deforestación, se piensa que se va a perder —dijo con tristeza.
—Eso es muy triste, en verdad me siento mal, lo siento mucho —dije.
—Fue mi casa por muchos años y perderla es como si perdiera mi ser, fue parte de mí por mucho tiempo —dijo.
—Ay, Paul, en serio lo siento mucho —dije con tristeza.
Lo abracé y le di un beso en la mejilla.
—Todo es culpa de nosotros mismos, muchas personas están afectando el oxígeno principal, a los animales y por eso se están a punto de extinguir —dijo.
—En verdad me encantaría hacer algo para que se acabe eso, es triste ver que todo se está acabando —dije.
—Lo sé, es horrible, espero que no pase nada feo, pero si tomará mucho tiempo para que se reponga —dijo.
—Ay, Paul, todo saldrá bien —lo animé.
Sonrió.
—El punto es que mi papá necesita doble ayuda allá, tiene a dos familias, son grandes y necesita ayuda —dijo.
—¿Qué quieres decir? —pregunté.
Me estaba ilusionando porque moría por volver a la selva. No volvimos otra vez, ya que mi familia quiso conocer otros lugares y no pudimos volver.
—¿Quieres venir a trabajar conmigo y con mi papá? —preguntó.
—¡Sería genial! —exclamé con emoción.