Una Aventura Para Este Nini: El Monstruo De Madera

Parte 3

El sonido de la pequeña campana sonando se escuchó.


Había entrado a una tienda de armaduras y espadas para comprarme una espada y poder realizar las misiones del gremio.


Una vez dentro, me recibió un hombre fuerte y con una cicatriz en la mejilla.


-Bienvenido, ¿Quieres un arma o una armadura? ¡Las mejores armaduras de la ciudad están aquí!


No creo que sea verdad lo ultimo, pero bueno.


-¿Me podrías dar una espada? Soy un aventurero novato, ¿Cuál me recomiendas?


-¿Una espada para un aventurero novato…? Mmm… 


El hombre empezó a buscar en sus estanterías.


-Aquí esta, la espada para novatos. Esta espada te ayudara a saber con cuales tipos de espadas eres más compatible.


La espada era algo corta y ligera, pero con mucho filo.


-Entiendo, si es así, creo que me gustaría llevarla.


-Bien, bien, muy buena elección. Su precio es de 10,000 milieraldas.


… ¿Cuánto?


Revise mi monedero y mire las milieraldas que tenia.


-… ¿No hay algo mucho más barato?


-Esta espada es la más barata que hay si es que quieres matar cosas. Puedes llevarte las espadas sin filo de entrenamiento hechas de madera, podrás darle un buenos golpes a tus enemigos.


-Eso no me sirve… bueno, supongo que no podre comprar nada por ahora…


El herrero puso sus manos en su barbilla mientras pensaba en algo y yo decidí salirme de la tienda para pensar en que iba a hacer. 


¿Debería de pedirle prestada una espada a alguien? 


Justo cuando iba a salir, el herrero me habló: 


-Hey, tengo una espada mucho más barata que las de madera, y si tiene filo. 


Me detuve en ese momento. 


-… ¿En serio? 


-En serio, aunque no te la recomendaría. 


-Esa esta bien. Conseguiré dinero para comprar la de novato y me desharé de ella, pero mientras no tenga el dinero la usare, usare la que sea. 


-Es bueno ver tu entusiasmo, aunque debo de decirte que una vez la compres, ya no las podrás devolver, ¿De acuerdo?


Supongo que nadie la compra nunca, así que ya no la quiere más.


-Estoy de acuerdo con eso.


El herrero inmediatamente se fue al almacén y volvió con una caja negra y amarrada con cuerdas. Después de desatar las cuerdas, abrió la caja, que tenia la espada amarrada.


-Te presento, a la espada maldita, ¡Excaca!


No entiendo quien le puso ese nombre, pero tiene malos gustos. Además, que este maldita… esto solo me recuerda a las historias de aventuras que leía en casa.


-Su costo es de 3,000 milieraldas.


-Sí, eso si es algo que puedo pagar.


-Para ser su dueño, por favor, susurra tu nombre en la empuñadura, de esta manera completaran el pacto y oficialmente serás su dueño. Tendrás a tu disposición una espada capaz de cortar el mithril, te llenara de energía y fuerza.


Miré con atención la espada amarrada en la caja. 
En su hoja tenia de decoración a unas llamas abrazadoras, al igual que su empuñadura. La hoja de la espada brillaba como si fuera nueva.


-No te voy a mentir, la espada tiene “vida”, y si no tienes una fuerte voluntad, no podrás controlarla.


Justo como la historia de un héroe… esta espada estaba destinada a ser mía.


-La compraré, toma, estas son 3,000 milieraldas.


Le di exactamente 3,000 milieraldas al herrero que tenia una cara de preocupación.


-Por favor, susurra tu nombre cuando estés alejado de mi negocio. Si la espada sale de control aquí, todo este lugar estará arruinado.


-Descuida, tengo una voluntad inquebrantable, esta espada me obedecerá.


-Aun así, por si acaso, no lo hagas aquí. 
Desenredé la espada de su caja, y mire con mis ojos la hoja de la espada.


La espada destinada al héroe, esta es esa espada. Sera un camino difícil, pero tu y yo lograremos lo que sea.


Fue en ese momento que la envaine en mi funda y le dije al herrero:


-Bien, gracias por la espada, cuando gane más dinero, definitivamente volveré por una armadura, pero esta espada jamás la dejare.


-No se si creer en tus palabras, pero espero que seas un cliente habitual. Mi nombre Clint, y soy el herrero que fabrico todas las espadas de aquí a excepción de esa que tienes. Espero oír de tu hazañas algún día.


-Yo soy Alan, y ten por seguro que me escucharas no derrotando a monstruos poderosos, ¡Sino derrotando al rey demonio!


Después de decir esas líneas geniales, el sonido de la campana de la puerta se escuchó.


-Link, vengo a encantar tus espadas… ¿Oh? ¿Interrumpí algo importante?


-¡M-Mi nombre es Clint, Clint! Ya deberías de saberlo…


La chica que interrumpió nuestro momento genial y especial entró a esta tienda como si nada.


Ella llevaba el traje de una sanadora, un bastón con runas mágicas y blanco estaba en una de sus manos. Su piel era blanca, sus ojos azules y su cabello rubio.


-¿Ella es una sanadora?

Dije.


-En realidad, algo así. Por cierto, no te pedí que encantaras mis espadas, ¿sabias?


-Si ya se, pero necesito dinero, sino, no podre dormir en un techo esta noche, y todo será por tu culpa. Cuando me encuentren muerta, todo será tu culpa, ¿entiendes?


-¿Me estas intentado chantajear? 


En ese momento le hablé a la chica:


-Disculpa, esa ropa… ¿Eres una sanadora?


Ella sonrió y dijo:


-Tienes buen ojo. Sí, soy una sanadora de la más alta categoría. Poseo hechizos sumamente poderosos, y mi bastón sangrado que vale millones simplemente los potencia.


Aun si dices eso, cualquiera se daría cuenta de que eres una sanadora.


-Entonces, si te falta dinero, ¿Por qué no hacemos una misión juntos? Juntos podríamos lograr grandes cosas.



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En el texto hay: fantasia, humor, aventuras

Editado: 22.08.2019

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