-¿Cómo es posible que aceptaran una misión tan difícil? ¿Alan fue influenciado por la recepcionista como Marcel? Pensé que el era diferente.
El anuncio del tablón de anuncios lo estaba leyendo Lifria y dijo eso con una cara disgustada.
-¿Qué dices? Una hermosa sirena esta en peligro, no podemos evitar el llamado de la justicia, ¿sabes?
Marcelo dijo eso mientras yo asentía con la cabeza.
-Tu nunca fuiste llamado por la justicia…
En ese momento, Alicia habló.
-Yo no creo que sea tan malo, es decir, miren la recompensa, ¿no es mucho? La sirena nos podría dar sus tesoros como nuestro deseo.
En ese momento, yo pegue con fuerza mi puño con la mesa.
-¡Exacto! Ya les dije que íbamos tras el rey demonio, ¿no? ¿Cómo podremos ir contra el si ni siquiera podemos vencer a un simple pulpo?
-Es un calamar x3
-¡Ya lo se, solo presten atención! Si conseguimos eliminar al pul… al calamar, el gremio nos vera como personas confiables, por lo que nos dará las mejores misiones y nos aconsejara de muchas cosas. Viendo todos esos resultados, ¿Por qué te opones tanto, Lifria?
Lifria, al ya no soportar la presión de que todos estén en contra de ella, nos gritó:
-¡E-Esta bien! ¡Esta bien, vamos a hacer esto! En serio, no creo que lo hagan por el llamado de la justicia, pero supongo que esta bien siempre y cuando sea una acción buena.
Esta muy claro que no conoce mis intenciones ni las de Marcelo.
-Pero, ¿No deberíamos primero ser más fuertes antes de aceptar la misión?
-Sigues con eso, y eso no es bueno. Con el poder de la amistad, se puede lograr todo, ¿entiendes?
Le dije como si fuera un conocedor de todo.
En ese momento, Alicia nos dijo a todos:
-Si vamos a ir a un lago, definitivamente necesitare cambiar mi vestimenta, ¡Ahora vuelvo!
Ya que Alicia lleva una vestimenta de sanadora, es decir, con ropa parecida a la de una sacerdotisa, aunque no lo era, decidió irse para cambiarse y evitar retrasarnos con su vestimenta.
-Bien, entonces iremos cuando Alicia vuelva de cambiarse, ¿Alguien tiene asunto pendientes antes de ir al lago?
Después de decir eso, Marcelo tronó los dedos como si se diera cuenta de algo.
-Es verdad, debo de ir con mi hermana para demostrarle que es real el grupo al que me uní. Esa chica piensa que soy un bueno para nada, ¡Ja!, te gane, Keila.
En realidad si eres un bueno para nada. Eso era lo que quería decir, pero no lo dije para no iniciar una discusión.
-Alan, ven conmigo, tu eres la prueba.
-¿Qué? ¿Por qué yo? ¿No te puedes llevar a Lifria?
-Ella es mi aprendiz por lo que siempre ha estado a mi lado, así que Keila no me creerá si la llevo.
-¡¿Ah…?! ¿Cuándo me convertí en tu aprendiz?
Ahora que lo pienso, ¿Cómo se conocieron estos dos? Me da algo de curiosidad.
Suspire y dije:
-Esta bien, vamos hacia donde esta esa tal Keila.
Salimos del gremio y nos dirigimos hacia una calle que se me hacia familiar, aunque no se por qué.
¿Por qué siento que ya he estado aquí antes? Solo soy un nini que nunca salió de casa… bueno si salí, pero no hasta estos lugares.
En ese momento recordé la razón por la que me hice nini.
No, no, quiero olvidar eso, jamás volveré a recordarlo.
Después de caminar un rato, mire una fuente en medio de la calle.
Espera, ¿Qué no es esa la fuente en donde me senté cuando estaba perdido? ¿No me digas que…?
-Hermana, hermana, Keila, ¡Mira, tu decías que yo jamás lograría prosperar como aventurero! Pues mira, tengo un equipo y este es el líder.
Le hablé a la anciana que estaba vendiendo carne de duende.
-Hola, hace tiempo que no nos veíamos, aunque fue solo un día.
-Oh, forastero, ¿Cómo va tu misión de derrotar al rey demonio?
-Nada bien.
-Sí, mirando a tus compañeros, no creo que vaya para nada bien.
Marcelo que estaba volteando de un lado a otro con nerviosismo nos habló:
-Hey, ¿Qué esta pasando? ¿Ustedes ya se conocían?
-Ella es la anciana a la que una vez le pregunte como llegar al gremio
Dije eso mientras la apuntaba con mi dedo.
-Y dime, ¿Ya puedes comer duende?
-No me hagas recordar lo que como por favor.