Había pasado, volvimos a tener sexo, me gustaba estar con él y era la única persona con la que lo disfrutaba, pero había elegido a Iván ahora y eso ya no pasaría más.
Llegó la siguiente fecha festiva de diciembre, el 31. Jorge fue a mi casa por invitación de mi madre, aunque a mí no me molestaba, después de lo de aquella noche me habría gustado ir a su casa de nuevo.
Estuvimos en casa de mi tía que vivía cerca de mi casa. Estábamos cerca y normal como si aún fuéramos algo. Mi mamá me dijo que dejara de ilusionarlo si no volvería con él, algo que en parte era cierto. Pero a mí me gustaba estar juntos.
Después de unos días sin ver a ambos y hablando con los dos por chats sabía mi decisión y era algo muy difícil de hacer. Salí con Iván una tarde en enero y después de charlas lindas comencé a decirle lo que había pensado.
- no podré estar contigo - solté, él cambió su expresión de una sonrisa magnífica a un gesto de duda y después de seriedad.
- por qué, sé que acabas de terminar una relación y te dije que esperaré y cuando estés lista me dirás
- no, es que no puedo, mi mamá no quiere que esté contigo y aparte se ve mal que esté con mi ex y de pronto con otro y tú te mereces algo mejor, hay muchas más bonitas que yo y listas y que sé que estarán encantadas de estar contigo
- pero yo no quiero a otras, tú no me gustaste por tu físico, aunque de echo eres hermosa, pero me gustaste porque eres muy inteligente, aprendiste derivadas desde 0 en unas horas y yo tuve que ir a cursos. No me dejes...
- lo siento, en verdad
- hay - suspiró - nunca le rogué a nadie, te estoy diciendo que te quedes conmigo
- lo siento - negué con la cabeza
- está bien - se dio la espalda y caminó
- espera - lo detuve - solo un último abrazo - se dejó abrazar pero él permanecía inmóvil, no cedía el abrazo y era feo pero estaba en su derecho, le di un beso y tampoco reaccionó a ello y en cuanto lo solté se fue.
Yo me había quedado de ver con Jorge, pero no lo sabía, iba a llevarlo su amigo al parque en donde yo estaba. Estarían del otro lado y yo iría ahí a encontrarlos y decirle a Jorge que volvería con él. Deseaba verlo feliz.
Fui a donde estarían pero no estaban, entonces regresé a donde había hablado con Iván y esperé un rato más y entonces apareció Iván de nuevo, con un refresco y una galleta en sus manos, le sonreí sorprendida pero no duró mucho, ya que detrás de él aparecieron mi ex, su amigo y otras dos amigas de ellos y mías, la cual una de ellas era prima de Iván y la otra era una chica que le gustaba.
El amigo de mi ex, Fernando, me miraba intentando que le explicara por qué estaba con Iván si se supone que regresaría con Jorge. El par de chicas se quedaron a una distancia considerable de los 4, sólo viendo lo que pasaba. Fer me llevó un poco lejos de Iván
- haber, vas a hablar con él porque me hiciste bajarlo porque querías regresar con Jorge y te encuentro con el otro, así que te quedas con Jorge a hablar ya que para eso venimos - dijo furioso, ni siquiera me dejó contestar y se dio la vuelta
- ¿Quieres regresar conmigo? - preguntó Jorge casi llorando
- si, pero es que si vuelvo contigo todo volverá a ser lo mismo, ahora es diferente porque no me tienes, pero cuando ya estemos juntos me volverás a hacer como cuando era tu novia
- no, yo quiero que estés conmigo, eres el amor de mi vida - comenzó a llorar y no tardó mucho para que le hiciera compañía - necesito estar contigo de verdad, no volverá a ser igual, te amo mucho
Llegó la chica que le gusta a Iván y me dio mi mochila, la cual tenía Iván así que asustada caminé a donde estaba y aún seguía parado esperando a que yo fuera a donde él. Fer le pidió que se fuera y él accedió. Yo no dije nada sabía que estaba mal tenerlo ahí y por su bien tenía que irse.
Continué hablando con Jorge entre llantos, finalmente lo abracé y decidimos regresar. Una decisión que cambiaría muchas cosas pero que así sucedió, así lo quise y aunque quisiera después no podré hacer nada.
Mi vida continuó normal, excepto que durante las clases en el colegio estaba sola, no tenía a ese niño que poco antes me había dicho que era mi mejor amigo, lo extrañaba mucho pero no podía hacer nada. Algunos de mis amigos se alejaron de mí para estar con él, me empezaban a excluir y también eso me deprimía aunque me lo merecía.
Me enfoqué en la escuela y comencé a jugar ajedrez en línea y era un pasatiempo que me mantenía ocupada y así no pensaba en todo lo que había pasado y tampoco en él. Mi relación parecía ir bien y todo era tranquilo.
Me gradué de la preparatoria, fecha que no me emocionó aunque antes me emocionaba mucho el imaginarme bailando con Iván. Recordarlo me ponía muy triste y casi lloraba cada vez que pensaba en él.
Además era aún más dificil el que me ignorara y aunque yo le intentara hablar él hacía caso omiso. La única vez que me habló fue cuando nos entregaron los resultados de la escuela naval, ambos reprobamos y él estaba devastado. Se había esforzado mucho, se preparó todo un año y no abrobó. Yo le pregunté cómo le fue a pesar de que ya sabía la respuesta, pero quería acompañarlo. Sólo caminaba a veces en silencio y otras explicando que estarían decepcionados de él, no sabía qué decirle pero me hubiera encantado darle una abrazo. Sin humillarme más me fui, él se caminaba delante y después sólo dijo que ya se iba y se fue sin siquiera voltear a verme.
Después de ese encuentro creí no volverlo a ver pero poco tiempo después nos llamaron a la escuela por nuestra última beca, sabía que iría así que le quise dar un regalo, quería que me recordara como una bonita amistad que aunque fue corta fue la más sincera e inolvidable de nuestras vidas y qué mejor que una caja llena de dulces con fotografías de los dos. Después de recoger nuestro vale de beca subí al edificio donde me había dicho un amigo que estaba, entré al aula y sólo me miró por medio segundo y se volteó nuevamente con sus audífonos, me paré en el escritorio con un amigo para agarrar valor de hablarle y darle el obsequio, de pronto se puso de pie y creí que se iría pero solo se acostó en el piso en una parte donde está más alzada del resto del piso, me senté a lado de él y abrió los ojos de golpe, me vió y volvió a cerrar los ojos. Me acosté a su lado y se quitó un audífono.