Una chica común

25. Valiente

Los días pasaron y aunque no nos veíamos en persona seguíamos conversando mediante mensajes. Estuvimos hablando sobre nuestros gustos respecto a diferentes cosas. De pronto empezamos a hablar de música y me recomendó canciones, entre ellas Lane boy de Twenty One Pilots, Safe And Sound de Capital Cities y Valiente de Koko.

-escúchalas- me escribió

-lo haré- esas canciones en particular aunque las había escuchado antes en algún momento, al menos alguna vez, no las tenía en mi playlist, a simple vista no recordaba qué canciones serían, hasta oírlas.

-hace calor- cambió de tema, siempre hacía eso, cambiaba de tema repentinamente -voy a dormir en bóxer

-a ver, jaja no es cierto- realmente solo bromeaba

-andas hot 

-es broma, sí hace calor, me suda la cola con la silla- era cierto, estaba sentada en la silla, porque estaba haciendo tarea en la computadora que estaba sobre la mesa

-estás sudando porque estás hot

-jaja, no ahorita ando tranqui 

-si o qué

-sí, aquí relax 

-relax y hot

-¿y si sí qué?- dije para que dejara de molestar, toro era en broma, era obvio

-pues quítatelo conmigo, no es cierto jajaja, aléjate - contestó, y después puso un emoji tierno 

-ah, bye. 

-Es que...

-Es que qué 

-Es que, no te metes como dices, pero indirectamente en mi cabeza estás 

-Y yo creí que ni te importaba

-complicado, me seduces 

-tu cola jaja, yo no he hecho nada, quisiera, pero respeto ante todo

-fáltame el respeto- puso un emoji de risa, contesté a modo de broma también y después de unos poco mensajes se despidió, era hora de dormir.

***

Desperté, eran las 5 de la mañana. Me alisté y salí de casa en una hora. Llegando a la escuela mi amigo Fran me compartía datos- de su saldo, porque yo no tenía crédito en el celular- entonces entré a WhatsApp y viel mensaje de Robert

-¿A qué hora entras?- refieriéndose a mí entrada del horario de clases 

-A las 7 entré - ya era más tarde, pero supuse que solo lo preguntaba por curiosidad. 

Al terminar la hora de las 11- 12 PM, salí del salón y del edificio, el día era soleado, hacía calor. Estaba pensando en todo y al mismo tiempo en nada, mi vista se perdió en el cielo celeste y en las nubes tan blancas como el algodón. Volví en mí y miré a la derecha, donde se encuentra el camino para venir a este edificio. Pude ver a pocos metros que se acercaba Jorge, mi ex. Aunque me lastimó y nuestra relación no funcionó yo le hablaba con normalidad, platicamos un momento y después intentó abrazarme, me hacía sentir incómoda así que me alejé de su agarre

-¿Ya comiste?-le pregunté olvidando aquel intento de abrazo

-No - parecía un poco molesto o decepcionado por lo que acababa de ocurrir

-¿Por qué?

-Es que no tengo dinero, pero tal vez en un rato salga de clases e iré a casa

-No, cómo crees, vamos te invito algo

-No, no... No te preocupes, tengo clase

-Vamos, si no me acompañas iré sola y lo llevaré a tu salón, ¿qué quieres? ¿Una torta? ¿Una doblada?... ¿Una hamburguesa? Dime o vamos, no compraré algo que no quieras

-Está bien pues

Caminamos juntos hasta la cafetería. Le entregué un billete de 50 y fue a comprarse tostada. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana de en medio a la derecha, que daba a un edificio en el cuál se encontraba la papelería en medio de salones.

-Gracias, luego te lo pago

-claro que no, algún día podré necesitar algo de ti-contesté amable y me quité el cubrebocas limpiándome el sudor que provocaba alrededor de mi boca y nariz.

Luego de pocos minutos le entregaron sus tostadas y se sentó a comer. Le ofrecí algo de tomar pero negó y se sirvió un vaso de agua que regalan en la cafetería, era agua de naranja.

Platicamos un rato, de cualquier cosa sin interés. Mientras me decía algo él miró por la ventana, estaba frente a él, yo estaba entre la ventana y entre él, sentada a un lado de la mesa cuadrada. Volteé a mirar a quién saludó y al mirar no pude evitar sonreír con nerviosismo, era Robert, pasó en el edificio de enfrente, pasando por la papelería. Agaché la mirada y luego Jorge me miró

-Ahí va Robert

-Ah, si... Ya lo vi- respondí intentando demostrar desinterés. No sé si Jorge habrá notado algo extraño, pero parecía que no, además que no fui muy obvia, o seo creía. 

Terminó sus tostadas y lo acompañé a su salón, quedaba en el edificio que estaba a contraesquina del mío, es decir, de punta a punta de la escuela. Aunque esté mal, mi intención de acompañarlo era por Robert, esperaba poder verlo, solo eso quería. Llegando ahí abrió la puerta, se detuvo un momento antes de entrar 



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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