(Información extra: El infierno.)
El infierno, en su esencia, se manifiesta como un reino sumamente enigmático y fascinante, donde convergen lo sobrenatural y lo mundano de una manera que desafía toda lógica. Dentro de sus límites insondables, emerge una dualidad sorprendente entre dos castas de seres demoníacos, que confieren una dimensión única a este reino infernal.
Los demonios comunes, en un giro asombroso, forjan su existencia en un paralelismo inquietante con la humanidad. Dentro de sus dominios, florecen ciudades modernas con arquitectura que rivaliza con las de los más grandes centros urbanos terrestres. Escuelas imparten enseñanzas demoníacas, mientras que lugares turísticos, extraños y macabros a la vez, ofrecen a los visitantes infernales una experiencia única. En este mundo, la cotidianidad se asemeja a la humana, solo que los habitantes son demonios, cada uno con su propia historia y personalidad.
Por otro lado, los demonios condenados a sufrir enfrentan un destino desgarrador. Sometidos a tormentos inimaginables, su castigo es tan real como atroz. Sin embargo, al término de su pena, se les concede una decisión trascendental: la posibilidad de ascender al paraíso o permanecer en el abismo infernal, conviviendo con sus pares demoníacos en una sociedad que desafía cualquier preconcepción.
Dentro de la casta de los demonios condenados, existe una fracción especializada que desempeña un papel fundamental. Su tarea es provocar el mal en el mundo humano, pero no por una mera sed de destrucción, sino porque en este delicado equilibrio entre la bondad y la maldad, entre el bien y el mal, yace la fuente de energía que sostiene la existencia del mundo de los dioses. Sin su influencia, el cosmos mismo peligra.
En definitiva, el infierno, lejos de ser un lugar meramente aterrador, emerge como un reino profundo y diverso, donde la similitud con el mundo humano sorprende. Su dualidad intrínseca entre el castigo y la convivencia, entre el equilibrio y el caos, lo convierte en un lugar que trasciende todos los límites de la imaginación y la comprensión humana.
CAPÍTULO 17- La mentalidad de una viuda. Parte 7.
La pizza ya está y comenzamos a cenar, como si fuéramos una familia normal.
Noel tendría el rol del adulto responsable.
Yuki sería la hermana menor adorable.
Y yo sería el adolescente aburrido cliché, el que no resalta en nada, la vergüenza de la familia Norsai.
Solo faltaría la madre y la familia estaría completa.
Aunque no considero a Noel como parte de mi familia, es más como un familiar lejano que se queda temporalmente en casa.
Yuki es como mi pequeña hermana menor, pero Noel solo es un desconocido que ayudo para que me ayude a estudiar. Ya cuando cumpla con su propósito, ya no me será de utilidad.
Ah, esto es tan relajante. Una vida normal, con una hermana menor, una escuela normal, compañeros de clases normales. Todo es tan normal. Me encanta.
Hay alguien más con el poder de ver fantasmas en la ciudad, y considerando que sentí un mal presentimiento, esa persona está planeando algo contra mí.
Sea quien sea, no permitiré que arruine mi vida normal. Lo encontraré.
—¡Saik, Saik! ¡Si usas lentes en la escuela, serás popular con las mujeres! ¡Tendrás más amigos y, tal vez, y si Dios tiene piedad de ti, alguna linda chica se enamore de ti!
La voz alegre de Yuki me regresó a la realidad.
Gracias, Yuki, tu linda voz me tranquilizó. Soy Saik, el chico normal. Entre menos cosas raras haga, mejor.
¿Y quién dice que quiero tener amigos o una novia? Admito que me interesó un poco eso de tener novia, pero las mujeres son tan raras, que mejor deseché esa idea.
¿Y si lo intento con un hombre? No sé si me gusten los hombres, pero creo que vale la pena intentarlo.
—No me interesa tener amigos ni novia.
Son innecesarios, no los necesito.
—Solo quiero una vida escolar normal.
Y después me suicidaré.
Una difícil decisión, pero tomando en cuenta mi actual estado mental, no creo ser capaz de soportar seguir vivo por más tiempo.
—Por cierto, Saik. ¿Qué pasó con mi... ex esposa?
Aceptando la realidad, ¿eh? Poco a poco, Noel, pero lo estás logrando.
—Adelanté el plan. Estará listo en un par de días.
Las acciones de Sylphie lo adelantaron. Me ahorró mucho tiempo.
Creí que Sylphie tardaría más en considerarme su amigo, pero tuve suerte de que su autoestima sea tan baja, que me considere un amigo en muy poco tiempo.
... Vaya... Sylphie tuvo suerte de no tener de amigo a un pervertido.
Sylphie caería fácilmente con los encantos de algún hombre. Su autoestima es demasiado baja, que con unas cuantas palabras lindas cualquier hombre podría llevarla a su cama.
Noel dijo que es virgen, así que llegué a tiempo a su vida, aunque hubiera preferido ahorrarme todo ese trabajo. Que flojera.
La autoestima de Sylphie es muy, pero muy baja. Debo hacer algo con eso.
Prefiero ignorar sus problemas, pero debo hacer algo. En el futuro esa baja autoestima me perjudicará. Ella ya me considera un amigo, pero no quiero que dependa tanto de mí.
En el pasado, muchas personas pusieron su confianza en mí y se arrepintieron de eso.
No me importó, pues yo nunca les pedí su confianza. No soy alguien confiable, y definitivamente confiar tanto en mí no es buena idea.
Ah, prefiero evitar que las personas se acerquen a mí. No quiero problemas innecesarios arruinando mi vida.
Pero, en esta ocasión, debo hacer algo al respecto, pues hice un trato con Yuki de ayudar a Sylphie.
Sylphie, solo porque Yuki me lo pidió, te ayudaré, pero no te aproveches de eso, y tampoco cargaré con una malagradecida. Si me traicionas, te abandono, sin importarme nada.
Ah... Que flojera.
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Después de cenar, Noel se puso a lavar los platos, pues era su turno, y Yuki y yo fuimos a una tienda, a comprar verduras y carne para preparar nuestros almuerzos de mañana.