NARRADOR OMNISCIENTE
-Mami, nana me ha estado dando unas patillas que no me gustan nada- Habla una niña postrada en cama en contra de su voluntad.
-Amor es necesario; las tienes que tomar, sabes que eso no está en discusión.- utiliza un tono de voz suave y con lágrimas en los ojos.
-Mami no me gusta para nada estar acá - se queja- la comida que me dan es fea.
Un hospital siempre va a representar incomodidad, imagínense para una niña de apenas 5 años.
-Amor.-le da un beso en la frente- te amo mi pequeña rizada- la niña le sonríe en respuesta- Ya vengo que tengo un poco de hambre, ¿quieres algo de la cafetería?
-Tu crees que haya algún dulce- dice pensativa- tengo ganas de algo dulce mami, tal vez una sandía con miel- grita- No mejor que sea piña - A la pequeña rizada se le dibuja una sonrisa.
-Llamaré a Nana para que te traiga tu dulce.- le guiña- Ya regreso, mi vida.- ella sale de la habitación y se encuentra con su esposo hablando con el doctor.- Buenas tardes- dice acercándose a ellos.
-Buenas tardes- contestó el doctor, ella le toma la mano a su esposo- le decía a George, que Lissel tiene una falla en el corazón por más minúscula que sea en un futuro le puede afectar de gran manera.- Ellos solo se sujetan más fuerte de la mano.
-¿Esto quiere decir?- pregunta ella.
-Quiere decir que alguna impresión o algún esfuerzo mal ejercido puede provocar la muerte instantánea de ella- dice el doctor con un tono serio.- por eso les voy a dar unas recomendaciones frente a ella, para que ella también sepa que es un caso serio y un poco complicado.
-Pero, ¿Qué ya no hay nada más por hacer? - pregunta esperanzada ella- esto es injusto para ella.
-Lo es- dice el doctor- pero no podemos hacer más por ella.- sigue serio- debo retirarme, cualquier cosa pregúntenle a la enfermera o a mí.
-Muchas Gracias- dicen al unísono, el doctor asiente y se retira.
-Esto no puede ser posible- ella se desata en un mar de lágrimas.- Ella es solo una niña.- solloza.
-Vamos a cuidarla siempre y con la ayuda de Nana, todo marchará mejor.- la alienta su esposo.
AÑOS MÁS TARDE
-Hoy es el gran día- Nana entra por la puerta a la habitación en donde se arregla Kendal.
-Así es, Nana- él le responde con una sonrisa en el rostro.- Has visto a mis suegros, dijeron que iban a hablar conmigo antes de la ceremonia.- sus ojos tienen un brillo más especial que el de siempre.
-Ya no.....- Nana es interrumpida.
-Aquí estamos, querido- María Elena y George se encuentran de pie en el umbral de la puerta.
-Yerno- George se acerca y lo abraza- Hoy que te casas con Lissel y es muy importante que hablemos contigo.
-Así es, Kendal- María Elena lo abraza igualmente- Sabemos que estas perdidamente enamorado de ella.
-Bueno, qué esperan los escucho- dice él ansioso.
-Primero, te queremos agradecer por hacer tan feliz a nuestra niña- dijo Nana y los tres asienten.- Segundo, te quiero pedir que siempre veles por su bienestar, por siempre cuidar de ella y de su salud.- lo dice con la voz en un hilo.
-Ella es mi princesa- George siempre le ha llamado así- sé que como lo has venido haciendo lo harás, sé que como la haz amado y cuidado por estos años lo seguirás haciendo, desde hoy hasta el día en que nosotros les faltemos.
-¿Qué es lo que están tratando de decir?- Kendal frunce el seño, ante la situación que se esta tornando incomoda.
-Lo que te estamos tratando de decir, es que Lissel te ha ocultado algo por mucho tiempo, es algo que nosotros respetamos que ella hiciera; pero se ha llegado el momento de que lo sepas- Nana suspira- Ella ya no estará más a nuestro cuidado y es muy necesario que tu lo sepas.
-¿Qué ocurre?- pregunta el joven con un tono frío.
-Verás querido.- habla María Elena- Nuestra niña tiene una pequeña falla en su corazón desde que tiene 5 años- se aclara la garganta- Esa pequeña falla ha hecho que su vida siempre halla sido tan tranquila.
-Por ello queremos que tú siempre procures su bienestar, es lo primordial su salud depende de cuantos años pueda estar contigo- George suspira pesado- ella sabe que en este momento te lo estamos diciendo, ella nos pidió que lo hiciéramos así; por si te arrepientes de casarte con ella...
-Esta bien- dice Kendal desconcertado- La boda no se cancela, ella es mi todo y es por ello que decidí pedirle que se casará conmigo, esto no cambia mi decisión en ningún sentido.
-Gracias Kendal.- Nana lo abraza, seguido de María Elena.
3 AÑOS MÁS TARDE
-Amor, ¿qué harás si nunca vamos a poder tener hijos?, sabemos que mi pequeño problema empeora todo.- habla la rizada al borde de las lagrimas.
-Nena- suspira profundo- Me interesa estar contigo, si tenemos hijos o no, no me importa me importa seguir compartiendo mi vida a tu lado, no lo entiendes- ella niega y sus lagrimas aparecen por su rostro como cataratas- Amor no llores, llevamos 2 años de casados- trata de acercarse para consolarla pero ella da unos pasos hacia atrás.
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Editado: 01.11.2018