Levana
Me beso
¡Me beso!
Ese hijo de pez borrón se atrevió besarme con la estúpida excusa de que era para poder calmarme.
Y ahora no solo tengo esa marca, sino que también comparto la misma con la de él y es más grande.
-¡Por Hades!- grite furiosa contra la almohada.
Luego de lo que paso con la marca y todo eso que dijo Mía, salieron dejándome sola mientras mi madre y la Elián salían a conseguirme algo de ropa, ya que según la mama de Elián, debemos adaptarnos a este mundo porque no sabemos cuánto tiempo duraremos aquí.
-¿Mami?- escuche la voz de Mía detrás de la puerta, sacándose así de mis pensamientos-¿Puedo pasar?
-Claro pequeña- dije mientras me sentaba en la cama.
Todavía no supero que se dirija hacia mí como su madre, pero por tonto que parezca me gusta, claro menos cuando se dirige a Elián como su padre.
-Te mandaron esta ropa para que luego de que te la pongas vallamos de compras- dijo mientras la dejaba a mi lado- Abuela me dio esta ropa. ¿Me queda bonita?
Ella tenía puesto un vestido de estampado florar, con la parte de arriba blanca con la palabra LOVE en negro con flores y unos zapatos negros.
Simplemente se veía hermosa.
-Te ves hermosa cielo- dije mientras la miraba con ternura
-Gracias mami- dijo con una sonrisa encantadora- Te dejo para que te cambies mami, te espero abajo.
Dicho esto salió corriendo de la habitación, dejándome así con una sensación de felicidad que no sé de donde salió.
En la ropa que ella trajo pude encontrar un pantalón de tiro alto junto con una chaqueta azul oscuro con negro y unos zapatos negros.
-Bueno al menos mi madre sabe lo que me gusta- dije asombrada viendo la ropa.
Sin esperar nada más me la puse y me dirijo a la salida, pero cuando pase por una habitación algo o mejor dicho alguien me llamo la atención.
Era Elián.
Estaba frente a un piano y mientras tocaba cantaba una canción hermosa.
Me enamore de ti perdidamente
Y nuestros mundos son tan diferentes
Me enamore de ti y que le voy hacer
Se pinta de colores toda mi alma
Con esa dulce luz de tu mirada
Y al verte sonreír vuelvo a tener fe
Me enamore de ti y no me lo esperaba
Que algún día yo de amor iba a morir
Y ahora soy un hombre nuevo
Miro más al cielo
Y cuento estrellas al dormir
Y ahora tengo mi fortuna
Que expira en la luna
Y al pensarte sonreír
Hoy vuelvo a vivir
Su voz era tan perfecta que al escucharla me quede hipnotizada.
No podía moverme de mi lugar, su voz, su tono, su melodía, todo eso sentía como si me transportara a otro mundo.
-Canta hermoso ¿Verdad?- dijo una voz detrás de mí haciendo que me sobresaltara- ¿Pero no sería mejor si entras y lo escuchas mejor?
Era la mama de Elián que se encontraba detrás de mí.
-Yo solo estaba en camino a reunirme con ustedes- dije mientras escuchaba como la música paraba
-¿Levana? ¿Mama?- dijo Elián apareciendo por la puerta- ¿Qué hacen aquí?
-Nada querido- dijo su mama mientras me daba una sonrisa- solo venía a buscar a Levana para ir de compras. ¿Quieres venir?
-Claro, espera y busco mi cartera, debo comprar algunas cosas para Universidad- dijo mientras entraba a la habitación- Ya estoy.
Dicho esto ambos nos dirigimos al primer piso donde pude ver a mi madre jugando con Mía, mientras el papa de Elián hablaba por teléfono, pero al vernos llegar dejaron lo que estaban haciendo.
Todos nos dirigimos hacia la salida cuando una voz me detiene.
-Levana, ¿Puedes esperar un momento?- pregunto Elián mientras traía algo en la espalda
-¿Qué pasa?- dije indiferente intentando no verlo a la cara.
No sé, pero al verlo solo recuerdo su voz y eso me hace sentir incomoda.
-Toma- dijo dándome algo envuelto- Creo que te quedara bien y ayudara a que no se te note tanto tu pelo.
-¿Qué tiene mi pelo?- dije mirándome las puntas, las cuales eran de un color brillante- Wow, no me había fijado.
-No es normal un pelo tan brillante como el tuyo- dijo mientras me ponía la cosa en la cabeza- Te queda muy bien la gorra.