Una Navidad Diferente

Indecisión.

Miro el boleto en mis manos, estas tiemblan como si aquel pedazo de cartón fuera algo filoso, lo dejo suavemente sobre la mesa de luz y corro directamente hacia al baño.

Cierro la puerta de un portazo y me deslizo sobre ella con lágrimas cayendo de mis ojos, pequeñas, silenciosas, dolorosas.

Me sentía tan frustrada.

En solo dos días es el vuelo y aún no llamo a Elena para confirmar si viajo o avisarle que no me espere, mi pecho duele, mi respiración se acelera con cada pensamiento que cruza en mi cabeza, debía tomar una decisión de inmediato

Con fuerza muerdo mi labio inferior para reprimir un gemido de angustia, mi muslo vibra pero se que es ella, esperando una respuesta

La navidad anterior perdí a alguien importante, ahora no tiene mucho sentido festejar este día, recordar a esa persona duele y mucho

Doblo mis piernas hasta colocar mis rodillas en mi pecho, recuesto mi frente sobre ellas y pienso todas las opciones, extraño a mi hermana pero sé que cuando llegue el 24 lo único que voy a hacer es arruinarle la noche con mi depresión

Mi muslo vuelve a vibrar pero no me animo a tocarlo

Lagrimas siguen cayendo, bruscamente las limpio con la camisa a cuadros que llevo puesta y tiro de mis cabellos, todo lo que siento se mezcla con enojo, me enloquece estar en esta situación incómoda

Sé que en el momento que llegue el 24 a la noche voy a pasar por una gran crisis emocional, por eso decidí no festejar, ni siquiera con mis padres pero ahora esto..

De repente un impulso hace que me levanté y me observe en el espejo, a veces solía hacerlo cuando mis ánimos estaban por el suelo

—Vamos Maya, eres medianamente hermosa, eres inteligente, graciosa y un tanto fria pero siempre tratas de demostrar tus sentimientos. No eres perfecta pero estas aquí, tienes amigos y familia que te aman. Vive la vida.- murmuro escaneando mi rostro, recordando muchos momentos hermosos para recordarme que la vida sigue

Miro mi cabello despeinado, color caramelo, luego mis labios pequeños pero carnosos, mi nariz puntiaguda que esta adornada con pequeño piercing y mis ojos marrones, claros, brillantes.

Sonrío ante mi imagen, no soy lo bastante narcisista como amarme pero me siento bien conmigo misma, pongo mi cabello ondulado hacia atrás de mis orejas y me apoyo contra el lavamanos.

Vuelvo a mis ojos, mis cejas son finas, a penas enarcadas y largas, llegan casi al final de mi ojo; mis pestañas son largas, rubias y pobladas, mi madre siempre decía que mis ojos son tiernos pero misteriosos.

Podía estar muy feliz pero mis ojos demostraban que había algo ahí atras escondido y eso lleva a un gran misterio.

Suspiro, otra vez mi muslo vibra con desespero.

Llevo mi mano al bolsillo de mi pantalón y tomo mi celular, a penas lo coloque en mi oído la voz de mi hermana se hizo presente

—¿Y?- su voz demuestra miedo, mis labios se curvan levemente

—Iré.- no tuve tiempo de pensar, parecía que mi inconciente tomó el control completamente y contestó en lugar de mi conciencia

No pude retractarme, la decisión fue hecha, al minuto que colgué sentí un gran remordimiento. De inmediato comencé a rezar para que no me arrepienta de esto.

2 días después.

El día llegó, 24 de noviembre.

Un mes exacto para navidad.

Ahora me encuentro terminando de armar mi bolso de mano, auriculares, chicles, almohadita, cargador, libro, mmm... repaso todo lo que llevo en la mochila y asiento al ver que no falta nada.

Miro mis valijas, para ser tres meses necesito ropa, demasiada pero también sé que podré comprar en españa.

Vacacionar tres meses en otro país... Esto no pasa todos los días, me digo dandome ánimos aunque no se que siento exactamente, mis sentimientos estan todos revueltos y no se si estoy a punto de estallar de risa o de vomitar.

Dandole una ultima mirada a mi departamento, tomo mis valijas y salgo del edifícil, ya es hora de ir a tomar un vuelo

¡Yupi!

Con brusquedad, ya que mis bolsos pesan, los guardo en el maletero del taxi y me subo en el asiento de atras, suelto un gran suspiro al sentir el motor rugir para emprender viaje al aeropuerto

Como por decima vez, mi celular suena con el timbre de mensajes, ruedo los ojos y lo apago, decidida a no leer mas mensajes o mis nervios crecerían peor

Los minutos pasaban y todo se sentía tan tortuoso, quería salir corriendo pero a la vez me sentia muy feliz de ver a mi hermana otra vez.

Recordaba sus cabellos colorados y sus pecas, somos absolutamente distintas aunque ella ahora esta rubia, mas flaca, mas quemada, mas española

Mis pies hicieron contacto con el piso del aeropuerto, ahora todo estaba mas claro, me sentía más tranquila sabiendo que no había vuelta atrás y que ya no tenía tiempo para tomar una decisión

O eso es lo que me meto en la cabeza

Entro con rapidez ya que había llegado un poco tarde, paso mis datos y entrego mi pasaje, la cual me dejan un pequeño papel para entrar

Luego llego al lugar de embalaje, el aeropuerto esta repleto de personas, vestidas formalmente y otras tan casual como yo, a pesar del ambiente despelotado pude embalar mis valijas bastante rapido

Todo listo, solo falta mi cuerpo en el bendito avión.

Muerdo mi labio inferior y observo una pantalla colgada en una pared, esta muestra los horarios de salida, información del clima, la hora, próximos vuelos, hasta te muestra mini propagandas de promociones al Caribe.



#12151 en Joven Adulto
#4595 en Novela contemporánea

En el texto hay: familia, amor, navidad

Editado: 05.12.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.