Una Nueva Princesa

Capítulo 3. Como Saco De Papas

Ya han sido por lo que he contado tres semanas desde mi nacimiento, pensé que el tiempo iría más lento ya que los primeros días fueron tortuosos para mí, me sentía sofocada en mi propio cuerpo, ahora llevo las cosas mucho mejor, por lo menos ya puedo abrir mis ojos completamente, sinceramente creo que me estoy desarrollando mucho más rápido que un bebé normal, pero eso no importa.

Estar tanto tiempo quieta me ha dado un poco de paz, sigo añorando poder regresar a mi vida anterior a veces me pongo a pensar que en realidad todo esto es un sueño, he tratado de pelliscarme para asegurarme de que no lo sea, pero mis manos son muy débiles no puedo ni siquiera lastimarme. 

Alguna vez en una reunión entre colegas de trabajo, después de varias copas, estuvimos discutiendo sobre la realidad y los sueños, no fue la discusión más profesional gracias al alcohol que estaba corriendo en nuestros cuerpos, pero recuerdo que en aquella amena reunión alguien comentó algo interesante, lo que diferencia un sueño de la vida real es la ausencia de esquinas. Recuerdo que había dicho que en los sueños el cerebro no puede poner límites y por lo tanto no puedes ver o diferenciar esquinas. 

Confiando en lo que algún colega me dijo tiempo atrás trato de voltearme, pero parece que será una misión imposible, seguí intentando hasta que me di por vencida. 

Esto no tiene futuro, no importa cuanto lo intente soy solo un bebé y además corro el riesgo de terminar boca abajo, será muy difícil voltearme si eso llega a pasar, podría incluso morir asfixiada y por supuesto que morir no esta en mis planes.

Supongo que tendré que conformarme con mis suposiciones de que esto no es un sueño, aunque todo es muy irreal y no puedo terminar de acostumbrarme, no importa, aun si fuera un sueño no puedo dejarme vencer por él. 

Si realmente morí y reencarne.

¿Cómo habré muerto?

Es algo que ha estado rondando mi mente desde que acepte mi reencarnación. No recuerdo haber estado en peligro, tampoco tenía una enfermadad terminal bueno al menos eso es lo que creo, sólo estaba tomando un baño, ¿mhmm? ¿Me caí? Probablemente resbale y me pegué en la nuca con la bañera, mucha gente a muerto de esa manera, ¡vaya forma de morir! Cuando me reporten como desaparecida y la policía encuentre mi cuerpo en mi baño, no tan solo estaré desnuda, si no que también puede que esté en una pose muy comprometedora, ¿Por qué ni siquiera pude tener una muerte decente? Si llego a morir en este nuevo lugar, me aseguraré de que sea por algo digno y no sólo perdida de equilibrio. 

Sin duda esto es aburrido, sólo puedo sumirme en mis propios pensamientos realmente no hay nada interesante solo le doy vueltas y vueltas a lo mismo, tal vez deba llorar o gritar para entretenerme un rato.

Escucho como es que la puerta se abre dejando ver una hermosa Helena, con sus cabellos atados en una trenza bien hecha rodeando su cabeza como si de una corona se tratara. —Mi princesa, perdón por la tardanza pero el cocinero me entretuvo mucho tiempo— Sigo sin entender porque siempre me habla como si pudiera entenderla, claro que puedo hacerlo pero desde su punto de vista no soy más inteligente que un saco de papas.

Helena lleva entre sus manos un libro lo bastante grueso como para ser un biblia, ¿no me digas que me vas a leer todo eso?

 El libro tiene un bordado precioso parece estar hecho de oro, ¿es posible bordar un libro con oro? No lo creo, pero si es así podría robarlo en el futuro. 

Helena se acerca a mí y me sujeta para así sentarme en su regazo, sosteniendo mi cuerpo y cabeza para que no caiga de lado, pone el libro justo frente a mí. Al ver lo que hay escrito en el libro, me doy cuenta que no puedo entender lo que dice, tengo la mentalidad de una mujer de 25 años, claro que sé leer, pero eso está en otro idioma que desconozco. Eso quiere decir que puedo entender lo que mis nuevas hermanas dicen no porque el idioma que manejen en este reino sea igual al mío, si no que de alguna forma yo aprendí el lenguaje obviamente todavía no se leerlo ni escribirlo, ¿cómo puedes aprender un idioma sin darte cuenta? ¿Magia? no, eso es ridículo la magia no existe, bueno hace poco tampoco existían las resurrecciones para mí y heme aquí. 

Acercando su cabeza a la mía, Helena empezó a susurrarme al oído  —Sé que todavía no puedes entenderme, pero eres la princesa y tienes que conocer a tu reino— dijo Helena comenzando a pasar las hijas de aquel libro —Clarissa, escuchame bien tu eres la princesa del reino de Leutra, nuestras tierras son las más grandes en el continente y tu padre el rey Aruon es el responsable de nuestra prosperidad, a pesar de ser conocido como un rey sin corazón, ha gobernado de forma sabia desde que subió al trono... –

¿Sabio?

Ese hombre abandono a su preciada hija cuando tuvo la oportunidad, no creo que sea tan sabio —... Tu padre fue quien terminó con la dictadura del rey anterior y tomó la corona manchada de sangre, el ha cargado con toda la responsabilidad, pero ahora te tiene a ti... —

Helena creo que te estas confundiendo, yo no pretendo quedarme aquí, no quiero formar parte de esto, es demasiado para mí

—...Estoy segura que algún día podrás sentarte junto al trono de tu padre como la princesa que eres— si mi padre no me quiere ahora ¿por qué me querría en el futuro? 

 

Mientras Helena pasaba las hojas yo podía ver distintas ilustraciones del reino y sus alrededores, el reino de Leutra se encuentra en medio de dos terrenos, no puedo saber sus nombres pero no son nada comparado con Leutra en cuanto a territorio se refiere. Cada página que Helena pasaba era un mundo de información de este lugar que no podré leer hasta crecer más y eso es decepcionante. 

El próximo mes paso sin nada interesante, pasé mis días comiendo y durmiendo como cualquier bebé. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.