Una Nueva Princesa

Capítulo 4. La Vida De Una Princesa

Han pasado tres años desde mi nuevo nacimiento, pensar en todo el tiempo que estuve encerrada en un cuerpo inútil me dio las energías de ser la niña más extrovertida que pude ser. Al principio fue difícil el acostumbrarme a las nuevas caras de las criadas y mucamas que se unieron a la larga lista de personas encargadas de mi crianza, durante los primeros meses no lograban soportarme pero ahora solo me miman y me dan todo lo que pido, si no fuera por mi consciencia adulta seria la princesa mas malcriada que estas mujeres pudieron crear. 

La ventaja más grande de crecer fue el aprender a caminar otra vez, aquel pequeño mundo de cuatro paredes ha quedado atrás para dejarme entrar a uno nuevo donde puedo corre libremente y llenar mis pulmones con el aire más fresco que he podido respirar a lo largo de mi vida, el castillo Esmeralda se volvió mi pequeño reino, yo gobierno este lugar y mis hermanas se han encargado de que nada ni nadie disturbe este lugar. 

El castillo es enorme o tal vez yo soy muy pequeña, hay demasiadas habitaciones y pasillos. Recuerdo la primera vez que me aventure fuera de mi cuarto, estuve perdida durante todo el día, fue Nella quien me encontró y me regreso a mi habitación, a pesar de eso no llore y eso es algo que mantiene a mis hermanas preocupadas.

Al principio fingía llorar para que no me molestaran y no pensaran que estaba enferma, ahora no veo la necesidad de hacer eso, estoy bien a pesar de lo que me ha pasado, y he crecido a una velocidad increíble.

Mi primer año de vida fue una verdadera tortura, tuve que experimentar nuevamente lo "dicha" de crecer, ¿la peor parte? Los dientes, ¡demonios que duele!, no sé como los pobres niños pueden soportarlo, la molestia de que algo está atravesando tu piel para poder salir y convertirse en lo que serán tus dientes de leche, horrible, prefiero entregarme a mi padre y pedirle que me corte la cabeza en ese mismo instante antes de tener que pasar por lo mismo, quería crecer lo más rápido posible y tuve que enfrentar las consecuencias de mi deseo. 

Aprendí a gatear y a caminar antes de lo esperado y ha sido lo mejor que me ha pasado. 

En cuanto al idioma, no fue difícil aprenderlo, ahora puedo leerlo y escribirlo con facilidad, sin embargo, mis hermanas parecen todavía no procesar toda esta información a pesar de ser ellas quienes me criaron, en ocasiones suelen tratarme como una bebé, no puedo culparlas por eso. Se sorprendieron bastante cuando empecé a leer y escribir, tal parece les he dado la impresión de que soy una niña genio, que pensándolo bien, de una forma u otra si soy. 

El castillo parece estar dividido en tres secciones, la primera e irónicamente la más grande es mi parte del castillo, es donde se ubica mi cuarto, mi sala de juguetes y mi pequeña biblioteca, también estan las habitaciones de mis hermanas y muchas más habitaciones vacías. 
La segunda parte del castillo se encuentra atravesando el jardín de flores, es ahí donde las demás hermanas, criadas y mucamas viven. 

Y la última parte del Castillo se encuentra bajo tierra, nunca me han dicho que es pero yo tengo mis sospechas, puede que sea solo un almacén ó puede ser un calabozo. Trato de no pensar mucho en eso. 

Cuando Helena me dijo que crecería agraciada no mentía, solo tengo tres años y ya puedo ver que en el futuro seré una dama con una gran belleza, cuando era una bebé no podía ver ni las puntas de mis pies pero ahora frente a mi espejo puedo verme tal cual soy.

Mi rostro es el de una muñeca con mejillas regordetas, mi cabello negro y ojos grandes y redondos de un color azul peculiar no sabría como describirlos con palabras, pero Helena siempre me dice —tus ojos tienen el color del reflejo de la luna—una forma muy poética de describirlos. 

Estos tres años han sido los más pacíficos años que jamás pude Imaginar. Mas no puedo simplemente quedarme sentada y esperar, tan pronto como aprendí a leer empecé ha estudiar el mundo que me rodea empezando por el reino en el que vivo.

Helena ya me lo había contado, yo soy la hija del rey Aruon, este hombre gobierna todo el reino de Leutra el cual es el más próspero y grande de todo el continente. Al principio no podía creer que un hombre que abandonó a su propia hija era el responsable de crear al reino más imponente y próspero de todos, pero después de investigar un poco más pude enterarme de varias cosas.

Mi padre Aruon en realidad no era heredero al trono ya que era el decimoquinto hijo del Rey anterior, de hecho mi padre era uno de sus hijos bastardos. 

El rey anterior a mi padre se autonombraba "Gran Elías" un nombre bastante pretencioso. 

Elías era como cualquier otro rey, con virtudes y fallos gobernaba Leutra y lo mantenía en paz y próspero. Pero algo cambió en él, nadie sabe porque pero cierto día el rey Elías mandó una tropa armada a los bosques y prados del Este y oeste del reino a aniquilar cuanto ser vivo se les atravesara. Desde ese momento el reinado de Elías se volvió una dictadura infernal para cualquiera dentro de Leutra. 

Elías tuvo en total quince hijos, la mayoría bastardos, sólo tres de ellos los consideró como sus verdaderos hijo, los demás eran tratados igual que esclavos, entre ellos Aruon. 

Aruon desde que era un crío se entrenó y forjó un plan junto algunos amigos y varios de sus hermanos hartos de la tiranía de Elías, mantuvieron una conspiración para poder derrocarlo y a la edad de 19 años, Aruon dirigió un golpe de estado y así liberó a Leutra de la dictadura de Elías. 

Al final mi padre reclamó la corona y se nombró rey, a pesar de ser una monarquía nadie se opuso a él, según como lo describen, el reino de Leutra lo considera un héroe y un rey distinguido, noble y sabio.

La historia de Leutra está llena de sangre e injusticias, al igual que cualquiera que porte la corona, pero Aruon ha logrado mantener la paz desde que subió al trono y nadie nunca lo ha cuestionado. 




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