- No y no. No pienso aceptar. No.
- ¿Encerio? - me dice él - sabes que le conviene a tus padres. Sí no lo haces la empresa de tus padres muere. ¿Acaso les vas a hacer eso? - tenía razón, sí no me casaba con él, la empresa de mis padres se hiria a la ruina, yo me iba a la ruina. Tenía mi sustento y todo eso, pero no alcanzaba. Yo ganaba de la empresa de mis padres - ¿Y que dices? - tenía que hacerlo. Ellos me dieron todo, me dieron amor, me acogieron cuando me quedé sola. Me hicieron un favor bien grande, ahora me tocaba a mí devolverselos. Tenía que hacerlo.
- Está bien... - la pienso de nuevo... Todo por tus padres - Cuando es la boda - afirmó.
- Ya sabía que aceptarías. Nadie se resiste a mí - ¡Pero qué....! Está bien, él no es el único que sabe jugar a estos juegos.
- Primero, lo hago por mis padres, no por ti. Segundo, sí me he resistido a más guapos y hombres que tú... puedo con tigo - lo interrumpo cuando iba a hablar - y tercero, va a ver reglas - le voy a dar dónde más le duele - una de ellas es que, no va a ver nada de chicas. Sí, soy una chica muy celosa.
- Buena jugada yordini - sabe que odio que me digan así - pero eso también es para ti.
- En eso no hay ningún problema. Yo si puedo estar sin hombres a mi alrededor, no caigo tan rápido, a cambio tú... - me acercó más a él - te exitas tan rápido... - me mira. No dice nada - Adiós Thomi - odia que le digan así. Me voy de ahí.
Thomas
Jugaste bien yordini, ganaste esta vez, pero la próxima...
Lo único que tengo que decir es que... Sí yo juego, juego duro.
Suerte Yordini, te lo digo por tu bien. Mucha suerte.