Veinte Almas

Capitulo Tres

— ¿Huelen eso? es carne fresca y joven, significa que Moead cumplió su palabra—se escucha decir alegremente a esa tenebrosa voz.

>>Es momento de divertirnosinforma malisiosamente.

 

Harmony Wright

 

Nuestra guía, Amber, nos va explicando cada mínima cosa del campamento mientras vamos avanzando poco a poco siguiendo sus pasos, yo voy mirando a cada lugar que ella va nombrando con su gran entusiasmo.

Ella es muy alegre y amable, eso hace que sea agradable escuchar todo lo que tiene que decir y sentir comodidad a su alrededor.

Al entrar de lleno en el gran terreno, lo primero que vemos es que todo está compartido. Del lado derecho, tenemos un par de juegos levantados; charcos de lodos, toboganes con banderas en las que debemos llegar y atrapar luego de haber pasado varios obstáculos. Hay parques de diversiones y otros de ejercicios, al lado hay dos grandes estadios donde posiblemente juguemos al fútbol o algún deporte parecido. Más atrás, pueden apreciar árboles, luego más árboles, y más, y muchos más árboles. Hallie nos explica que detrás de ese pequeño bosquejo de árboles hay un lago en el cual hacemos competencias, nos podemos bañar o divertirnos, pero que, tiene un límite que nadie debe cruzar, quien lo haga será expulsado y jamás podrá regresar al campamento próximamente.

Del lado izquierdo, tenemos varias casas de campañas en las que dormirán de a dos personas en cada una. Estas casas de campañas están en la hilera del medio. En la hilera principal están un gran comedor que se junta con otra sala de igual tamaño llamada '' sala de estar '' donde cualquiera puede ir a descansar. Hay hamacas, tumbonas, muebles, dos televisores y en el centro de esta sala de estar hay otra sala más pequeña llamada la '' Sala de cine '' ya que hay una pantalla gigante y allí nos dan las explicaciones o clases de las actividades que iremos haciendo diariamente.

Detrás de este gran comedor, está ubicada una  cabaña que tiene varios compartimentos, y el cual, es donde están los supervisores y encargados de cuidarnos.

En la tercera hilera están las casas campañas de los chicos quienes también dormirán en parejas.

Finalmente se encuentra la última hilera que es donde están los baños y duchas. Antes de llegar a estos se vislumbran tres piscinas que en este momento están siendo limpiadas para ponerlas a funcionar. Una de ellas está prohibida, solo la están limpiando para mantenerla en buen estado, pero la encargada no para de explicar y recalcar que no será llenada ni usada este verano.

Luego  de hacer todo el recorrido del campamento Hallie nos guía a nuestras cabañas fuimos pasando las dos primeras cabañas y dejando a las chicas pertenecientes a estas. Al llegar a la tercera cabaña por suerte no las asignan a Sam y a mí. 

Nuestra guía nos da la llave y dice que tenemos una hora para poder arreglar algunas de nuestras cosas y cambiarnos a ropa deportiva para la próxima actividad, y luego ir al comedor para almorzar antes de la actividad que vendrá.

Al entrar a la cabaña nos encontramos con dos pequeñas camas y al medio de ellas una mesilla de noche con una lámpara encima que es de donde tendremos la luz de noche al parecer, la cabaña cuenta con un closet mediano y un pequeño aire de ventana, dos enchufes que es donde se encuentran conectados el aire y la lámpara; eso de tener unas semanas sin mucha tecnología era en serio. Y ni hablar de la señal inexistente aquí, aunque no es que importe mucho cuando estas rodeada de jóvenes.

— ¡Me agarro la cama de la izquierda!—dice Sam tirándose de espalda a la mencionada.

— ¿Es en serio? Son jodidamente iguales idiota—le respondo con incredulidad mientras coloco mi maleta sobre la cama y empiezo a abrir el cierre para ir sacando algunas cosas y la ropa adecuada para cambiarme.

Ella me observa con una sonrisa y se pone de pie para imitar mi acción y empezar a desempacar, vamos poniendo la pocas prendas que traemos para este mes mientras hablamos de cosas estúpidas. Al haber terminado agarro el leggins deportivo negro y su camisa de tirantes a juego con mis zapatos deportivos para colocármelos. Sam se empieza a cambiar también para podernos ir al comedor antes de que nos llamen. Así que mientras la espero agarro mi teléfono que anteriormente había colocado en la mesilla y me tomo una Selfie para luego tal vez mostrársela a mi mama y empiezo a jugar un juego antes de que me quede sin batería para matar el rato porque ya es normal que mi amiga tarde una eternidad para estar lista o ir a cualquier lugar.

—Estoy lista—exclama ella después de unos largos minutos, tiene un leggins azul que le llega hasta la rodilla y un top deportivo negro hasta el ombligo que no me sorprende para nada verla con algo corto. Sam es alguien segura de sí misma y de su cuerpo, no por colocarse algo corto debe ser catalogada como alguien fácil, cada chica tiene derecho a vestir como quiera estamos en el siglo XXI que se jodan la sociedad machista o en desacuerdo con esto. Si te sientes segura que nadie te quite eso o te haga sentir menos. —¿Qué tal me veo?- me pregunta dando un pequeño giro.

—Preciosa, solo recógete el cabello para que no te de tanta calor y puedas moverte mejor—le recomiendo, ella me guiña un ojo y va a su maleta y saca una pequeña liga y procede a amarrarse el cabello en una cola alta. Aprovecho de dejar el teléfono en una de las gavetas de la mesilla donde también está el de Sam.

De repente empieza a sonar una música como militar en los altavoces del campamento y entendemos que esa es la señal de que ya debemos salir para el almuerzo.

—Eso me recordó a un campamento militar—bromea mientras vamos saliendo de la cabaña y la espero un momento mientras cierra con llave la puerta. Ella es la encargada de la llave porque si la guardo yo la guardare tan bien que ni sabré donde está. Suelo ser muy distraída.




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