Venganza de bachillerato

Capítulo 1 ~ Deseos de venganza.

Un ataúd de color oscuro está frente a mí. Dentro de el se encuentra mi madre, quien ha sido asesinada en muestro hogar. Yo con lágrimas en los ojos, un corazón roto y mi vida sin sentido, debo tratar de mantenerme bien. Me quedé huérfana, primero mi padre y ahora mi madre.

 

Arianna. La mejor amiga de mi madre, es quien ahora me está cuidando.

 

Ella camina hacia mí. Decidida a decirme algo apenas al inicio el velorio. —Camila. Por seguridad debo ocultarte... tenemos que irnos de aquí, al menos por unos años. Tus abuelos y tías ya te miraron y charlaron contigo, pero tenemos que irnos—me toma de la mano mientras estoy frente al féretro. Colocó mi mano derecha sobre el mismo. Me inclinó un poco al frente. —Adiós, mamá. Te amo—afirmó antes de apartarme e irme.

 

Arianna me coloca unos lentes, con el gorro de mi chamarra me cubre por completo mi cabeza mientras con su brazo me apega a ella.

 

Caminamos hacia la salida de la sala. Con mi vista un poco borrosa por las lágrimas. Aprecio a muchas personas en la sala. Familia, amigos y algunas personas que no conozco para nada.

 

Lágrimas, sollozos y caras serias es lo que puedo apreciar en mi salida. La sensación de estar ahí es terrible, algo que llevaré por el resto de mi vida.

 

Llegamos a la salida, Arianna empuja las puertas de cristal, estoy dejando atrás una vida y con ello a mi madre igual. Al cruzar la puerta se que muchas cosas cambiarán, al menos por lo poco que me ha revelado.

 

Me lleva a un auto blanco. Me coloca en el asiento del copiloto, me coloca el cinturón y ella rápidamente da vuelta al auto para subir y encender el auto. Coloca un arma a su lado, acelera y salimos de ahí.

 

Parece estar muy alerta. Observando por el retrovisor y a todos lados. —Camila, siento mucho lo de tu madre. En serio, me duele demasiado. Pero le prometí que te cuidaría y te protegería. Eso haré. Y para hacerlo, debemos mudarnos, a un lugar donde ni tu familia sepa dónde estás. Solo estaremos tú y yo, solas... nos iremos y saldremos en el primer avión a Cuidad de México. Es el último lugar donde ella buscaría... lo sé—exclama mientras conduce.

 

Me seco mis lágrimas y volteo a verle. —¿Ella? ¿Si sabes quién la asesino?—le interrogó.

 

Ella hace una mueca de disgusto.—Una mujer nos traicionó, Camila. Eso sucedió—responde. —Aquí tengo todos muestres papeles y lo que necesitaremos. Allá tengo una casa, vehículo e iniciaremos una vida lejos del peligro—finaliza mientras llegamos al aeropuerto.

 

—No me quiero ir de aquí... aquí vivía con mi madre, papá...—niego con la cabeza mientras observo por la ventana, ha comenzado a llover. —Tu sabes quién es... puedes llevarla ante la justicia...—agregó mientras le veo con unos cristalinos.

 

—Pudiera. Pero eso te pondría en más peligro. La mujer desapareció, y nosotras haremos lo mismo—finaliza. —La venganza no es buena...

 

—Se que no. Por eso solo quiero justicia, por lo que le hicieron, y lo que me ocasionaron en mi vida.

 

Ella solo me observa mientras llegamos al estacionamiento del aeropuerto. —Tenemos que irnos, Cami—me observa mientras acaricia mi cabello.

 

Suspiro y bajo del vehículo para tomar mi mochila y caminar a la terminal. Todo pasa tan pronto, que en cuestión de minutos estamos en el avión. Percibo que Arianna siente un profundo alivio al despegar. Cómo si nos alejáramos del peligro. Yo solo observo por la ventana como mi antigua vida se ha ido, volteo a ella y sonríe para después con su brazo derecho abrazarme y apegarme a ella... es el inicio de una nueva vida...

 

 

 

 

 

~10 años después...~

 

 

 

Estoy frente al espejo colocándome mi gargantilla de oro que contiene un pequeño cristal violeta. Mi madre me la regaló meses antes de que fuese asesinada. Hoy es 17 de julio. Un día común en la CDMX. Las personas yendo a sus trabajos o escuelas, con prisas; como siempre. Embotellamiento en las calles y estrés en las personas. Por suerte se podía decir que no siempre sufrí de eso, pues mis clases eran privadas.

 

Me termino de colocar mi suéter blanco mientras observo por el espejo. Es evidente que ya no soy la niña de hace 10 años. Hoy mi cabello es oscuro y ondulado. Mi piel sigue pálida, pues no es como que salga mucho de casa. He estado yendo al gimnasio para intentar formar una rutina, pero algunas veces falto porque prefiero quedarme en casa viendo alguna serie. Aunque veo resultados y soy delgada, no me alienta mucho el ir a diario. Debo decir que Arianna ha hecho un increíble trabajo y se ha esforzado para hacerme sentir como en casa. Que llevemos una vida lejos del peligro, pero creo que es tiempo de hablar sobre el pasado y tener mi venganza. No es justo lo que le hicieron a mi madre y yo la vengaré.

 

Suspiro mientras me termino de retocar mis mejillas rojizas. Me aplico labial guinda y doy la media vuelta para salir de mi habitación. Son las 11:00 AM. Con mis ojos observo en vista panorámica mi habitación. Es color celeste con rosa palo. Solo está la cama, frente a ella una TV... del lado derecho donde la ventana da a la calle, está un mueble con una PC, al lado de mi computadora, tengo dos porta retratos. Uno con mi madre del lado derecho. Y del izquierdo uno con Arianna. Ella también es mi madre.

 

Al lado de mi cama hay un tocador con un poco de maquillaje, aunque siempre le tengo guardado para mantener el orden. Una lámpara al lado de mi cama es la que suele iluminar mis noches, en especial cuando leo o solo estoy pensando y observando al techo.

 

Del lado izquierdo, está la puerta que da al pasillo. Pero también de este lado, hay un ropero en el cual almaceno mi ropa y zapatos. No es mucha, ya que no suelo salir demasiado...



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En el texto hay: adolescentes, amor adolecente, suspenso amor

Editado: 29.11.2024

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