La motocicleta de Rose era tan veloz que ya estábamos a unas cuadras de llegar a las abandonadas oficinas del antiguo proyecto “Biovida”. Mi base de datos me indicaba que estaba el edificio vacío, así que dude un poco de la extraña llamada.
Ocultó su vehículo en una salida de evacuación. Nos escabullimos hacia el edificio con precaución, por si era una trampa. Todo estaba oscuro y destruido, tanto que daba la apariencia de que hubo algún accidente no reportado, para que haya sido abandonado.
-¡Amber! –grite al ver que se encontraba ella inconsciente amordazada en una silla.
Rose con una expresión de extrema seriedad en su rostro, me ayudaba a liberar a Amber.
-Tienes que salir de aquí. –Rose tomando su pistola. –No creo que nuestro amigo quiera darte una calidad bienvenida.
Apoye a Amber sobre mi hombro, examinando todo el edificio.
-¿Y tú que vas hacer? –pregunte
Una sonrisa fría cruzo por el rostro de Rose, mientras recargo su pistola.
-Cazar.
-Entonces… Amber tendrás que esperarme. -Le devolví la misma sonrisa a Rose.
Saque mi pistola, mientras la inteligencia artificial de mi reloj examinaba todo el edificio en busca de algún intruso.
El edificio parecía estar en ruinas por los años que llevaba ya abandonado, tanto que su estructura parecía estar algo frágil. Cargue mi pistola, por si nuestro amigo nos atacara de sorpresa.
Rose desenvaino su katana como si estuviera esperando a su presa. Mientras nos adentrábamos hacia la oscuridad del edificio. El edificio nos mostraba, que el “cambio” en las personas para ser biónicas no era de todo profesional. Daba el aspecto de que los torturaban para que el cambio en ellos se diera por algún tipo de emoción.
Había sangre e implementos quirúrgicos por todas partes, como si en el proceso hubiese fallado algo.
Retire, de nuestro camino, unos pliegos de plástico que nos conducía hacia los laboratorios donde se examinaba como iba el “cambio”, pero estaba igual que el otro. Todo el edificio parecía haber salido de una película de terror. Realmente lo que haya pasado aquí, no estaba en los expedientes clasificados del gobierno.
-Ahí está. –expreso Rose, con sentimiento de ira contenida.
Dirigí la mirada hacia donde ella me había señalado. Se encontraba una silueta cruzada de brazos como si hubiera estado esperándonos.
-Vaya hasta que por fin llegaron. –dijo la silueta con cierto sarcasmo en el aire. Rose sonrió al escuchar la voz de nuestro amigo misterioso. -Sí, es él.
La silueta saliendo de su escondite, mostro aquellos ojos rojos sin vida que dejaba a cualquiera sin aliento. Al parecer ambos se conocían.
-Rose, es interesante ver que has conseguido un amigo, después de tantos años.
–el tipo misterioso, me miro de reojo.
-No es un amigo, fue solo un convenio. –corrigió Rose, con una expresión de ira.
Estaba confundido, realmente estaba fuera de onda, no sabía que pasaba entre esos dos, pero de que eran enemigos, si que lo eran.
-Malcolm… esta vez no saldrás vivo de aquí. –Rose estaba demasiado tensa.
-Es agradable que aún me extrañes, Agente especial Rose de la división de inteligencia de Qwerler. Es muy lamentable que tu hermana que en paz descanse no me haya recibido con la misma energía que tú.
Rose gruño, como si estuviera aguantando las ganas de no lanzarse encima de Malcolm. Malcolm rio al ver el efecto que había causado sus palabras en Rose.
-Creo que es hora de que empiece el espectáculo, Agente especial Stephen Morgan.
Un gran ruido sordo invadió el edificio, una flecha roja de protones desintegro la pared que estaba detrás de nosotros. Abrí los ojos, como platos, al reconocer esos ojos rojos y el sonido de aquel disparo. El miedo que me invadió en ese momento, esta vez, había sido reemplazado por la ira.
-¡Maldito! –grite con todas mis fuerzas, mientras le disparaba como loco a Malcolm. Rose empuñando su katana comenzó hacer lo mismo.
Malcolm, burlándose de nosotros, esquivaba nuestro ataque con mucha eficacia. Como si predijera cada uno de nuestros movimientos.
-¡Desgraciado! te juro, por mis compañeros que tu asesinaste, que te llevaré ante las autoridades para que pagues por todo lo que has hecho. –logre asestarle un puño en la cara.
Volvió a carcajear, dándole una patada en el estómago a Rose mientras se le acercaba por detrás.
-Este es mi espectáculo así que no lo arruinen. –siseo furioso. –¿Sabes porque la hermosa Rose quiere aniquilarme?.
-No quiero saber. –le respondí mientras le dispara otra carga de protones.
-Aquí fue donde comenzó todo… Ella también estaba en contra del proyecto “Biovida”; pero, como su hermana lo dirigía con otro grupo de científicos, accedió a protegerlos. Una noche mientras me exponían al “cambio” algo salió mal… así que aproveche ese error para acabar con todos…
-¿Los asesinaste a todos? –Podía percibir la satisfacción de Malcolm al recordar el pasado.