Ellos estaban empezando un partido de fútbol al otro camping.
—Daniel: Alex, ¡toma!—Gritó chutándole la pelota.
—Alexander: Muy bien, ¿preparados?
—Marius: ¡Tírala ya!
—Marcos: Esta vez no os vayáis a la mitad del partido ¡eh!
—Alexander: No, no nos iremos, ¡ahí va!—Lanzó.
—Daniel: ¡Mía!
—Carlos: No por mucho tiempo.
—Marius: ¡Dani! ¡Aquí!
—Daniel: ¡Toma!
—James: Alex, tu móvil está sonando.
—Alexander: Oh, gracias—Se dirigió hacia la barandilla mientras que no venían hacia la portería. —¿Si?
—Paquita: Alex cariño, aquí hay un paquete que dice que es para ti, ¿lo vienes a buscar?
—Alexander: Abuela, ahora estoy jugando un partido, luego voy.
—Paquita: Lo digo porque aquí pone cosas del fútbol, alomejor lo necesitas.
—Alexander: Aigh… ahora voy, no lo toques, ni lo abras—Dijo suspirando.
—Paquita: Vale—Colgó.
—Alexander: Voy a buscar una cosa, ¡Marius cúbreme!
—Marius: Pero… ¡Alex! ¡Espera!—Gritó pero no lo escuchó.
—Marcos: Últimamente está en las nubes, al igual que Dani.
Alexander cruzó la carretera para ir a la otra parte donde paró al escuchar una conversación del jefe con la policía.
—Alexander: Dani, ven rápido—Escribió.
—Policía: Bien, ¿cuál fue la última vez?
—Jefe V: La última vez fue ayer, empezaron los rumores de que el camping estaba encantado.
—Policía: Vale, vale, tranquilizase, Investigaremos, pero si no hay pruebas de hechos, va a ser difícil.
—Jefe V: Yo ayudare en las pruebas, no voy a permitir que esos rumores destrocen este camping.
—Daniel: Ya estoy aquí—Dijo cansado—He corrido sin parar, ya puede ser importante.
—Alexander: Creo que el señor Víctor sospecha algo.
—Daniel: Me tendrás que hacer memoria, aún no me ha llegado la sangre a la cabeza.
—Alexander: Víctor, el padre de Lorena, el jefe del camping.
—Daniel: Ah, sí, ya sé quién es, ¿Por qué lo dices?
—Alexander: Está teniendo una conversación de todo esto que está pasando, con un policía. ¿Quién es?
—Daniel: Irati—Respondió viendo su móvil.