Capítulo 37

La ciudad se encuentra en una paz, una paz del ojo de una tormenta. Hijos de la ciudad, los Bajos, las criaturas fuera del muro, todos se encontrarán y sus ideales lucharan y aquel que pierda lo hará junto con su vida.

Desde el punto más alto de Eloísa se logra observar cada edificio que alberga sus habitantes,  las calles completamente llena de seres que intentan hacer una vida, debajo de esos pies se oculta un secreto que puede destruirlos, la leyenda empieza a esparcirse como pólvora, están buscando al hijo del cielo y la tierra para cortar sus alas o hacer que decida a favor de ellos.

Fuera de los muros la revolución crece, el Idnem planea cumplir dos promesas a seres diferentes que se contradicen entre si, planea derramar sangre pero a la vez planea salvar, a quien planeas salvar. Te queda poco tiempo, ya estas guiando a las criaturas hasta las puertas de la Biblioteca donde desconocen lo que llegará.

Solo puedo ser testigo de las atrocidades que se cometen en nombre del bien común, cuando es el bien de solo unos cuantos, se mienten a si mismo por el temor a lo desconocido.