Versions Of You

Capítulo 1: Sin Ganadores

Un año después.

Calhelia.

 

Confiar te lleva a una cuota impredecible de sufrimiento.

Lo supe desde el momento en que vi sus ojos, la ira contenida de un pasado que yo oscurecí me encaraba sin vacilación.

Mis amigos suelen  juzgarme, diciendo que soy demasiado ingenua e inmadura para darme cuenta de las consecuencias. Se equivocan, puedo ver con claridad a dónde me llevan estas acciones, las alarmas encendidas en mi cabeza no me detienen, ni el miedo a caer sin retorno. Quizás soy demasiado estúpida o sincera conmigo misma.

“Me cuesta mentir, incluso cuando eso demuestre inestabilidad” le digo dando un paso adelante.

Se limita a observarme apretando los puños, blanquean sus nudillos, desea lastimarme. Preparo mi mente buscando las palabras correctas, descubro que no existen. La incapacidad de expresar mis sentimientos se abre paso.

Nos quedamos de pie, esperando la siguiente reacción.

“Pudiste cambiarlo, si me hubieras elegido”  dice.

Resisto la culpa, oculto las lágrimas y me hago responsable.

“Si…pero jamás hubieras sido suficiente, a tu lado siempre estaría protegida”

Fue la última vez que le hice daño, conocía cada rincón de sus pensamientos, le amé completamente y aun así fui capaz de renunciar, representaba un nuevo inicio para mí.

 “Confiar te lleva a una cuota impredecible de sufrimiento.” Suspiró decepcionado.

Jamás volveré a confiar.

 Aparto mis recuerdos para concentrarme en la realidad, desde hace días se reproducían en mi cerebro con frecuencia, molestándome, estas fechas suelen ponerme nerviosa.

La carretera despejada me permite avanzar a una velocidad considerable. Abro la ventana recibiendo la brisa fría de la mañana, es agradable sentir como se te entumecen las mejillas, consigo relajarme, reviso el retrovisor, ningún auto en kilómetros que me impida maquillarme con una mano. Cuando vas a tu primer día de clase, es importante parecer presentable y no que estuviste durmiendo en la arena de la playa por coma etílico.

Fijo la mirada en el bulto descansando sobre mi asiento trasero. Si la policía me detuviese pensaría que es un cadáver a simple vista. Mi mejor amiga es de ese porcentaje de gente que no cierra los parpados cuando está sumida en un profundo sueño, toco suavemente su pierna con mi mano derecha.

—Mere, despierta. Pronto llegaremos.—le informo sin obtener respuesta—Es enserio, no querrás llegar con toda esa baba en la cara.

Ella gruñe, apartando la pierna de mi tacto.

Ruedo los ojos—Bien, plan B, tú lo quisiste.

Aprieto el claxon tres veces seguidas, giro el volante bruscamente a la derecha y luego a la izquierda. Haciendo que ella se golpee la cabeza con la puerta, despierta sobresaltada mirando en todas direcciones como si estuviera esperando un fuerte impacto.

— ¿¡Q/qué sucedió?! ¿¡Chocaste!?—cuestiona empleando un tono de voz exageradamente alto.

Suelto mi risa escandalosa, su expresión es el mejor chiste que puedan contarme a estas horas.

—No, tonta, trataba de despertarte. Parecías un objeto inerte para tirar por algún río. —bromeo

Mere me fulmina con la mirada.

—¡Estúpida! ¡Casi me matas del susto! Tus habilidades de conductora de por si son bastante malas.—intenta peinar su cabello castaño con los dedos.

Enarco la ceja derecha.

— ¿Ah sí? ¿Entonces qué haces subida en mi auto, pequeña?

Sonríe, encogiendo de hombros.

—Como tu mejor amiga debo asegurarme de escuchar tus últimas palabras, así que es mi responsabilidad estar cerca de  ti en todo momento, deberías estar agradecida.

—Y tú empezar a ayudar con el pago de la gasolina. —le digo negando con la cabeza

—Lo haré cuando consiga un trabajo. —saca la lengua.

—Te voy a dejar parada en una esquina hasta que ganes lo suficiente. —le advierto en tono de burla.

—Créeme que nos haríamos millonarias en menos de una semana.—asegura, con sólo mirarla le creo, es una morena muy guapa con ojos color avellana—Por cierto, ¿Cuánto falta para llegar, Calhelia?

—Dentro de unos veinte minutos, justo a tiempo para cuando suene la campana.

Me ofrece su sonrisa agradecida.

—Genial, es suficiente para arreglarme.—empieza a peinar su cabello enredado.—¿Crees que Samantha haya llegado?

Suspiro—No lo sé, desde la discusión de ayer no ha respondido mis mensajes, ni llamadas. En serio está enfadada, pero alguien tenía que plantarle la verdad en cara.

Mere hace un expresión de preocupación

—Solamente quiero que ambas vuelvan a estar en buenos términos, las mejores amigas debemos estar unidas, realmente es una tontería discutir por el talento musical de alguien.




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