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Galleta

Lex

—¿Por qué tanta desesperación por esa galleta chico?—Es lo que pregunta mientras nos dirigimos a nuestros puestos.

—Es la galleta, no esa.—Con el pedido en la mano, refuto—Además apenas empujé al flaco ese,—Hago una mueca— no sé porque le metes drama.—Él alza sus cejas y se carcajea.

—Para robarte la galleta que no estaba destinada a ti, porque esa no era tuya.

—No habían más, era la última. Sabes que esas siempre se acaban rápido—Pongo la charola en la mesa y me acomodo en la silla.

—Ay Lex Lex.—Se ríe entre dientes—Cambiando de tema,  ¿viste como me quedó mirando el profesor?, no tengo nada con que me miren y deseen.—Hace un gesto pícaro— Pero prefiero a las lindas chicas que lo hagan, no al señor don serio.—Una carcajada se me escapa porque es verdad, pero de alguna forma esa mirada no demostraba deseo, más bien disgusto...

—Si tienes mejores notas en mis trabajos, divulgaré eso compañero.—Le doy palmadas en el hombro sin quitar mi sonrisa. Él está a punto de mandarme a la mierda cuando mira atrás mío y siento un brazo rozar  mi mejilla.

—Lo siento amigo, pero esa galleta que ahora la tienes la necesito y quiero.—Esa voz, agarra rápidamente la galleta.—Mmm ¿tu amigo tiene algo?, porque no deja de mirarme.—Ahora habla hacia él.—Guapo si quieres un beso mío dímelo pero será sin compromiso.—Se ríe al ver como se sonroja.

 Se está sonrojando Blaz.

 Interrumpo el momento.

—Vaya vaya.—Alzo mi cabeza para mirarla  y ella se queda callada cuando reconoce mi voz.—Te gusta chocar con las personas, regar café y ahora sin vergüenza alguna, ¿robarte mi galleta?. Esto está siendo muy raro pelinegra.—Se ríe y yo quedo prendido, embobado con esa acción.

—¿No será que tú te propones cruzarte en mi camino?, por aquí y por allá lindo trasero.—Vuelve la vista donde mi amigo. Yo también lo miro y sólo se mantiene en silencio. 

—Pensé que era único pelinegra, me rompes el corazón.—Hago una mueca dolida.—No no.—Siento que se acerca a mi oído y sin entender me pongo nervioso.

¿Joder, qué mierda?

—Eres el único quien con gusto me volvería a chocar intencionalmente.—Una risita se le escapa—Si quieres yo voy —Dejo escapar un suspiro cuando se aleja y pasa por el lado de Blaz dándole un beso en la mejilla y me regala un guiño.—Estaré pendiente de ti.—Se aleja.

Créeme que yo también. Pienso.

—Joder Lex, tu santa bendita mierda perdóname Jesús querido.—Se acomoda su cabello— ¿Cómo es que ella te habló?—Me cruzo de brazos—no te ofendas, pero ¿cómo es posible que tú le hallas dirigido la palabra?.—Me observa intrigado e impactado.

—Es la chica con la que me tropecé ayer, lo que te dije hoy. 

—Ella es la chica Lex.—Da palmadas  en mi mejilla—La diosa, la que está rodeado de mundanos como nosotros.—Sus manos hace un gesto alrededor de nosotros—Eres sin duda un maldito con suerte, aunque también recibí algo de ella.—Su sonrisa es engatusada.

Ahora entiendo cuando me lo dijo en la mañana, no tengo dudas: Ella es fascinante con unos ojos de fantasía.

—Por primera vez no te equivocas,—Alcanzo a mirarla cuando se sienta a lado de una chica morena y simpática.— no te puedo contradecir porque ella es un ser divino—Vuelve a mi mente su sonrisa—sí que lo es.

—Y uno por el que te dejaste quitar la galleta Lex.—Su dedo señalando mi bandeja.

Lo olvidé completamente.