VIKTOR
Por
WingzemonX & Denisse-chan
Capítulo 07.
La Vida en el Campo
Habían pasado ya tres días. Melissa y el grupo de policías a cargo de su protección, se habían instalado en la pequeña granja en el Distrito Cuatro, y habían pasado ese tiempo con relativa tranquilidad. La casa en cuestión era de quizás tres o cuatro décadas atrás, pero bastante bien conservada. Era pequeña, de dos pisos y construida totalmente de madera. Había un camino de tierra que llevaba desde el portón principal de la propiedad hacia el pórtico de la casa, y era el único camino marcado dentro de dicha área. El resto era mayormente campo abierto, con maleza ya algo crecida, algunos manzanos, y más allá sólo árboles parte de un frondoso bosque. El único otro edificio además de la casa era un granero rojo que se ubicaba a unos veinte metros, y que servía principalmente como almacén de tractores y herramientas. La granja se ubicaba a unos quince kilómetros del centro Administrativo del Distrito, un tanto aislada.
Casi todo en el Distrito Cuatro era mayormente granjas agrícolas y ganaderas; esa en particular hacía tiempo que había pasado a manos del gobierno, y las jefaturas de otros distritos la usaban con diferentes fines, siendo la más usual la protección de testigos.
Esa mañana había amanecido un tanto más soleada que los días anteriores. Esto resultaba bastante agradable para algunos, pero una incómoda tortura para los Nosferatis. En la planta superior de la casa había tres habitaciones, aunque sólo dos se encontraban acondicionadas para usarse, y por ello lo policías se habían dividido en dos grupos para dormir; hombres y mujeres. Cedric se había levantado un poco después de las ocho. Luke ya no se encontraba en su cama, pero Klauss seguía dormido y roncando con bastante ímpetu. Se tomó su tiempo para vestirse y arreglarse adecuadamente antes de salir de la habitación; había tres damas presentes en la casa, después de todo, y debía cuidar el presentarse adecuadamente ante ellas. Sin embargo, quizás estaba llevando ello a un terreno un tanto exagerado, pues, por ejemplo, dedicaba bastante esfuerzo a que su cabello no estuviera en lo más mínimo fuera del lugar. Incluso se colocó su corbata y su chaleco al juego, vistiéndose como lo haría si fuera a ir a la jefatura. Pero después de todo, estaba trabajando, ¿o no? Si era así, su actuar no debía de parecer tan extraño.
Para cuando salió del cuarto, Klauss seguía roncando y no parecía que tuviera intenciones de despertarse pronto. Cuando empezó a bajar las escaleras hacia la planta baja, un delicioso aroma invadió su nariz. Lo reconoció de inmediato: hot cakes y huevo.
Desde la mitad de las escaleras, el detective miró en silencio hacia la cocina y notó rápidamente la espalda de Melissa; ésta tarareaba una pequeña canción mientras preparaba ella sola el suculento desayuno. La cocina era pequeña, y prácticamente el comedor y ésta ocupaban el mismo espacio. Melissa se encontraba frente a la estufa, tarareando alegre y meciéndose un poco al ritmo de la melodía que sonaba sólo en su cabeza. Sobre la mesa, se encontraban varios platos con hot cakes y huevos, además de una jarra de leche fresca. Cedric pensó que debió haberse levantado de nuevo más temprano que todos para poder comenzar con la preparación de todo ello.
—Ya casi está todo listo —murmuró despacio, mientras se acercaba a la mesa con el sartén en la mano, y servía más huevos recién hechos en los platos.
—Todo huele delicioso, Melissa —Comentó Luke sonriente, quien estaba sentado en una de las sillas de la mesa, acompañado de Chica—. Te has esforzado mucho estos días, ¿cierto? A pesar de que se supone que nosotros debemos cuidarte, tú nos has cuidado más, ¿no?
—Oh... bueno... —balbuceó la sierva con algo timidez—. Es que ustedes están pasando por todos estos problema debido a mí, así que lo mínimo que puedo hacer es devolverles el favor con una rica comida. Además no es nada, cocino todo el tiempo en la casa del mi señor… digo… en la casa de mi señora…
Bajó su mirada con un poco de tristeza, quizás al ser consciente de que tendría que acostumbrarse a la idea de que su antiguo señor había muerto, y ahora le servía a su hija. Al agachar la mirada, sus ojos se posaron en Chica, que se encontraba sobre la mesa cerca de Luke, mientras éste la acariciaba con la punta de su dedo, algo que parecía agradarle a la curiosa criatura. Ésta imagen hizo que una sonrisita se dibujara en los labios de la sierva, e instintivamente acercó su dedo hacia ella intentando acariciarla también.
—Chi… —masculló la criatura, mientras su forma se aplastaba en un aparente intento de evadir su dedo, y luego se movía hacia otro lado, lejos de ella—. Ca… —añadió por último, y entonces comenzó a temblar gelatinosamente desde su nueva posición.
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Editado: 23.05.2019