Encuentro con una amiga

Esto sucedió en Chilechico cuando el sol en el ocaso nos guiñaba su ojo de cíclope, y la noche inquieta comenzaba a envolvernos en los brazos. La sala era óptima, cálida... Se reflejaba el verano sobre las paredes, nada era forzado en la decoración, es más, se expresaba en ese arte las manos creativas de los dueños. 
Un perfume de mujer pura, esos intensos ojos negros, y su sonrisa de luna llena, invadía la vieja casona, ella le daba el toque de distinción final que sin duda le faltaba a al ambiente...
Las estrellas que pendían de sus ojos me hablaban del universo invisible de sus entrañas Ese cosmo de galaxias infinitas, desde su interior se manifestaba, cuando sonreía.. Nadie podía obviar esa circunstancia, que se evidenciaba en la luna llena de su rostro.
Una pareja en la mesa contigua nos observaba, la música era de origen turca _ esos temas los elegímos para esta ocasión_ nos dijeron ellos. 
Nosotros hablamos de nuestra adolescencia, de circunstancias ya pasadas, pero no por eso, menos importantes. Recordamos lo guardado por el tiempo en sus cárceles, trajimos al presente el pasado. Para luego volver al frío, a la melodía templorosa de su voz por efecto del viento gélido del sur, a la desolada calle como desolado estaba mi interior. Todo era frío y caótico, excepto su presencia que tenía el poder de transformar esos momentos e infundir la esperanza que necesitaba.